¿Quién es Becca Johnson?

Capítulo 2: El primer día

¿Se trata de una broma pesada? No pueden ponerme con un chico, por eso chicas y chicos están separados en estos dos bloques, ¡porque nada bueno puede salir si ponen juntos a un hombre y una mujer en una habitación! -estaba perdiendo la cabeza-.

Camino hacía donde él se encuentra, concentrado en guardar toda su ropa en el armario. Me siento a un lado de la cama y suspiro llevándome las manos a ambos lados de la cabeza.

- ¿Puedes explicarme porque tengo que compartir habitación con un chico?-pregunto casi gritando por los nervios.

Sin dejar lo que esta haciendo y con un tono desenfadado responde:

- ¿No es obvio? Me habían dado plaza para cursar este año y no quedaban más habitaciones en la residencia de chicos, así que me han puesto en la única habitación con una cama libre.-tira una camiseta de tirantes a un lado del armario con desprecio.- ¡Y uala! -se gira hacía mi.- Aquí estoy compartiendo habitación contigo.

- Pero...-me interrumpe.

- Esto me gusta menos que a ti, así que no quiero oír tus quejas de niña pequeña. Por fin tengo una oportunidad de entrar a estudiar aquí y no la voy a desaprovechar porque a ti no te agrade mi presencia.

¿Este tío siempre habla como un estúpido? ¿Quien se cree que es?
No iba a quejarme, bueno tal vez si, pero no era quien para hablarme de esa forma.
Voy a llamar al director y decirle que arregle esto de inmediato, no puedo convivir con un idiota como este.

Salgo de la habitación y mientras que camino fuera al patio voy marcando el numero del director de la cadena. No tarda mucho en responder.

- Rebecca recuerda que mañana ya empiezan las clases y estaremos gra...

- ¡Dejese de charlas! -le interrumpo sin escuchar a penas lo que me ha dicho.- Escúcheme bien lo que voy a decir.-empiezo.- Acabo de recibir la noticia de que voy a compartir habitación con un chico, y encima es un completo idiota. Haga lo que sea posible para que arreglen este asunto, porque no estoy dispuesta a convivir con ese simio.

- Vaya, eso no estaba en nuestros planes. Tranquilízate Rebecca. Yo mismo iré a solucionar esto dentro de...Cinco días.

¿Cinco días? Por lo que he visto no creo que aguante tanto tiempo conviviendo con ese estúpido, sin intentar asfixiarlo mientras duerme.

- Hágalo lo antes posible. O dejaré esto.

- No puedes, tenemos un contrato firmado. Mañana empezamos a grabar Rebecca, recuerda. Tengo que dejarte estoy en medio de negocios. Adiós.

Cierro el móvil con furia. Esto no podría ir a peor.
Me pongo a jugar con el anillo de mi dedo índice, al parecer estoy de los nervios.

Empieza a refrescar fuera en la calle, así que no tengo más opción que volver a la habitación.

Respiro profundo antes de entrar de nuevo. La luz esta encendida, pero él no está aquí, se habrá marchado poco después de que yo saliese.

Entro en el baño y me pongo mi pijama. Estoy demasiado cansada como para seguir dando vueltas por las instalaciones, si sigo despierta más tiempo mañana no estaré perfecta para las clases.
Apago la luz y me meto en la cama. Mañana me espera un día muy largo.

***

El despertador suena al otro lado de mi cama, pero lo escucho como si lo tuviera en el mismísimo oído.
Mis pies desnudos tocan el suelo, y mi cuerpo se estremece. Apago el despertador y echo un vistazo a la hora. Son las siete.
La cama de Cam esta deshecha pero no hay ni rastro de él, solo una camiseta tirada en el suelo y un par de calcetines.