Amante Mago

Aguacero de Mayo

Capitulo 4- Aguacero de Mayo

                -Si ya se tender cuidado Unsell. No hare nada que me descubra, simplemente quiero ir a ver el partido como un chico normal.

Mientras bajaba la colina hacia el estadio desde su casa en el bosque Koine discutía con su mago maestro quien le advertía que no hiciera nada que arriesgara su presencia entre los humanos y que pusiera al descubierto  su identidad para el aleph.

-          Estaré cerca por si algo ocurre. Te conozco muy bien y la última vez recuerdas lo que sucedió. Gracias a eso estamos ahora en la costa, te recuerdo.

-          Si lo sé Maestro. No se preocupe, todo estaré bien.

-          Bueno vaya con bien mi niño. – Y se desvaneció, al Koine tocar la acera.

En el camino se encontró con su mejor amigo Mitchell. Este lucia una camisa del equipo del instituto. Ambos sin decir una palabra, como si fuera necesaria, siguieron el camino hasta el estadio. Ya en el estadio compraron  “popcorn” y nachos acompañados de unas sodas. Ambos se sentaron en un lugar donde pudieran apreciar bien el juego. Por suerte encontrar el lugar perfecto, porque el estadio estaba repleto de personas. De un lado vestidos de azul marino los del instituto Cornward. Del otro lado vestidos de color morado los del Instituto MinoCret. Allí estaba Koine y Mitchell, ambos sintiéndose fuera de lugar pero ambos disfrutaban el deporte así que aguantarían estar entre tantas personas.

La brisa fresca se había detenido y eso preocupo a Koine quien había estado contralando el clima desde muy temprano alejando toda la nubosidad. Pero al parecer una gran tormenta se avecinaba. Se levanto de su asiento para intentar controlarla desde algún lugar no visible, pero en ese instante salieron ambos equipos al campo. La multitud eufórica no lo dejo bajar ni un solo escalón. Mitchell lo miraba algo aturdid aun sin entender que sucedía.

-A donde ibas. Pregunto Mitchell sin vacilar

-Al baño, estado con urgencias desde temprano pero por lo visto tendré que esperar al intermedio.

El partido comenzó los Camaleones del Instituto MinoCret llevaban la delantera mientras que los Tiburones de Cornward estaban perdiendo ventaja en el campo con dos de sus mejor jugadores caídos antes del primer cuarto. Desde lo lejos las camaleónicas (nombre del grupo de porristas) animaban al público. Koine no era muy partidario de ellas. Y más por quien era su capitana, la que había ocasionado que este sufriera de “bully” en el instituto. La que lo convirtió en el “freak” porque era su trabajo. No soportaba que él fuera superior que ella en las materias y aun más en el mundo mágico.

Koine desvió la mirada, pero aun así sintió como esta lo miraba, con su mirada penetrante y sentía como esta le decía cosas al oído. A pesar de la distancia ella era capaz de enviar sus pensamientos y vibras negativas  y que las sintiera. Ella pertenecía a las Notche. Las brujas del norte, de donde salió por culpa de ellas y ahora ella lo había perseguido hasta este pueblo. Cuando el salió era muy joven solo se había mudado 3 veces huyéndole a varias de ellas y pensando que estaría a salvo en la costa, nunca pensó que su más temible pesadilla estaría allí.

Mientras ahogaba la batalla interna con  “D” las primeras gotas del aguacero comenzaron a caer. Esto lo despertó de la batalla y salió corriendo, pero ya era muy tarde el aguacero estaba cubriendo el estadio. El partido estaba en pleno apogeo  cuando todo sucedió.

Koine desde lo alto intentaba controlar cuidadosamente y sin ser visto desde allí el tiempo. Cuando en un momento dado miro hacia el campo, se percato que Ernest lo estaba mirando. En eso una avalancha azul lo arropo. Casi la mitad del equipo contrario le aplasto. Esto preocupo a Koine quien a su vez se descontrolo.  Desde lo lejos  “D” observaba las miradas e interrumpió como una arpía el pensamiento de Koine.

-El es mío. Aléjate de él o te acabare.

Sin percatarse de la realidad de la amenaza le contesto- Eso lo veremos, lo mejor está por venir.

En eso el partido se detuvo  bajo el aguacero para verificar que Ernest estuviese bien. LA realidad es que le habían fracturado un brazo. Aparentemente su mejor brazo y tuvo que ser sacado de emergencia del campo. Todos lo lamentaron con un gran “ahhh”. Cuando el silbato sonó para que continuara el partido. Koine aprovecho e intensifico el aguacero, provocando que todos salieran corriendo de las gradas. Varias personas resultaron con lecciones al resbalarse.  “D” observaba desde el suelo y le susurro en el oído:

-Esto apenas comienza, prepárate para tu peor pesadilla.

El partido quedo suspendido. El campo quedo casi inundado. Los comentaristas no se explicaban que había sucedido ya que el pronóstico nocturno era uno despejado. Todos salieron del estadio, menos Koine. Quien quedo allí petrificado en sus pensamientos, pensando en lo que había hecho y temiendo en lo que sucedería.