El Señor De Los Anillos IV: El Anillo Blanco (PAUSADO)

·Cap1:Acaba La Paz·

Veinticinco años pasaron con paz reinando en la tierra media. Froddo se ha ido junto con gran cantidad de los elfos hacia tierras nuevas. La guerra del anillo terminó hace la misma cantidad de tiempo que el reinado de Aragorn en Gondor empezó, en el reino de quién como rey ha hecho ver la luz a los hombres, nuevos tiempos llegan, los tiempos de los hombres.

Aragorn de la mano de Arwen, su esposa, dieron a luz a un heredero. Mitad elfo, mitad humano, príncipe de Gondor, hábil con su espada, estratega con mente brillante, recientemente hecho general máximo de las tropas de Gondor con tan sólo veintitrés años. El orgullo de los hombres.

--Padre, voy a ir hasta la ciudadela del rio, llevaré provisiones con mi guarnición de soldados-- Dijo el chico cuyo nombre era Aralorn.

--Muy bien hijo, suerte en tu tarea-- Respondió Aragorn con una sonrisa y un beso en la mejilla para su hijo.

El joven partió hacia tierras ajenas a Gondor acompañado de sus soldados mas fieles, montados en sus caballos despidiéndose momentáneamente de su pueblo, vistos por la multitud de personas que siempre despiden a los soldados en las puertas de la gloriosa tierra de Gondor.

Pastos y praderas verdes rodean las afueras de Gondor formando un paisaje pacífico y hermoso a la vista de la paz humana, la brisa golpea los trajes de los 9 soldados y de Aralorn al cabalgar hacia su sencilla misión de llevar provisiones a una aldea cercana a Gondor.

Tras un poco menos de una hora cabalgando calmadamente hacia su destino, logran llegar.Los soldados son recibidos con bendiciones y sonrisas del humilde poblado que los esperaba. Los 9 soldados empiezan a repartirle la comida a los habitantes, mientras Aralorn se distrae y pone un rumbo mas allá de la aldea para observar la vista de las praderas y campos que están al bajar la colina de la aldea. Su atención es llamada por humo que sale de una parte del bosque viejo, donde antiguamente existía Isengard, donde los Ents moran y caminan entre el silencio, no muy lejana de su posición actual, lo suficientemente cerca como para despertar su curiosidad por ir a investigar.

--Esperen aquí, debo investigar algo.-- Grita Aralorn a su pequeña guarnición acompañante.

Acto seguido su curiosidad empieza a desvanecerse, se va acercando a la entrada del bosque montando su caballo, al estar lo suficientemente cerca logra ver el origen de ese humo. Orcos quemando árboles y reproduciendose como suelen hacerlo por medio de ellos, era un grupo pequeño, pero eran los suficientes para que la astuta y precavida mente de Aralorn supiese que no iba a poder confrontarlos, así que decide esperar a que ellos partan de esa zona para saber a donde se dirigen.

Pasaron un par de horas, curiosamente los soldados de Aralorn no lo buscaron, siguieron la orden que se les dió de esperar. Los orcos ya preparados empezaron a adentrarse en el bosque, Aralorn se dispuso a seguirlos, tras cruzar todo el bosque llegaron hasta Isengard, tierra que antiguamente perteneció a Saruman, el mago blanco.

Aralorn con su curiosidad observa desde los árboles ocultando su presencia, el pequeño grupo de Orcos se disuelve y casi todos bajan a las mazmorras donde los orcos se crean, excepto un orco el cual entró a la vieja y abandonada torre del mago blanco. Aralorn sabía que hasta ahí llegaba su espionaje, no podría seguir mas de ahí o sería avistado.

Regresa apresurado en su caballo cruzando a la mayor velocidad posible el bosque, el cuál se veía deteriorado y con un aspecto mas oscuro en comparación a las veces anteriores que Aralorn había visitado el bosque. Con urgencia llegó hasta la aldea

--¡¡Vámonos, partimos a Gondor ahora!!-- Exclamó con un gesto preocupado y de apuro.

--Mi lord, ¿qué pasa? Sucede algo malo.-- Preguntó Aramir, hijo de Faramir que tuvo junto a Eowyn de Rohan. Éste como mano derecha de Aralorn en la batalla y fiel amigo se ha convertido en el sub capitán de las tropas de Gondor, apenas un rango por debajo de su padre quien es capitán y con la misma edad de Aralorn, una rivalidad que también les une a ambos les hace ser mas fuertes.