Capitulo 6

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Capítulo no autorizado para niños de edad menor a los 15, leer bajo su propia responsabilidad.

Pasamos todo el día con nuestro pequeño, jugando, hicimos un picnic en el bosque y todo fue hermoso.

Al siguiente día por la noche Finnick se llevo a nuestro pequeño a dormir a su casa con su hijo el pequeño Odair. Antes de irse nos metió a Peeta y a mi en una habitación.
Yo estaba sentada en la cama y después todo empezó.
Peeta me besa el cuello y yo le meto la mano por dentro de la camisa acariciando su espalda.
Le quito la camiseta y el me quita la playera y mis pantalones, entonces mi cuerpo solo queda con la ropa interior. Le desabrocho el cinturon y después el pantalón. Sus suaves manos quitan mi ropa interior y la avienta a alguna parte de la habitación yo le quito la camisa y lo empiezo a besar. El toma mi cintura y yo pongo mis brazos en su cuello nos besamos, y yo muerdo su labio, no dejamos de hacerlo, es una sensación muy buena. Qué la necesitamos.
El empieza a besar mi cuello y luego va bajando hasta llegar a mis piernas, no quiero que las vea así que tomo otra vez su cara y lo sigo besando.
Tomo su su cuello y lo beso, de un momento a otro paro, le quito los pantalones y los aviento, me pongo abajo de el, el toca todo mi cuerpo, va desde las piernas hasta mi cuello, me doy la vuelta y me subo encima de el y beso su cuello y su cara, seguimos besándonos en los labios, yo estoy completamente desnuda a el solo le falta su bóxer, en un momento pienso que el leyó mis pensamientos porque se quita el bóxer y yo veo a su miembro.
-¿Que pasa Katniss? - susurra, lo callo con otro beso, de los tiernos que solíamos darnos en los primeros juegos.

Lo levanto de la cama y lo llevo a la ducha, lo meto a la regadera y yo junto con el.
Lo beso, me besa y entonces pienso <<Peeta es mío, yo soy suya, cualquier otra cosa es impensable.>> lo toco por todo el cuerpo. Y lo repito.
Nos vamos otra vez a la cama y en ese momento Peeta dice:
-Es momento de la verdad.
Después de ese momento, me empieza a doler y empiezo a gemir, lo suficientemente bajo para que no lo escuche nadie. Unos segundos después me da placer. Me siento bien, me siento amada, por el único hombre que amo, Peeta Mellark.

Después de unos segundos nos separamos y yo me acuesto sobre su pecho.
Y entonces el me susurra:
-Me amas ¿Real o no real?
Yo respondo:
-Real

Nos quedamos dormidos, juntos. Ahora si me siento bien, cómoda junto a el.

Cuando me despierto me pongo la pijama que esta tirada por toda la habitación, pantalones por allá, camisa por acá. Me pongo sobre el y le digo:
-Hola amor.
Lo beso, un beso tierno con una hermosa sensación.
-Hola, lo de ayer ¿Fue real?
-Si, fue real.
Me besa y yo lo beso. Desayunamos algo que preparo Sae, ella viene todas las mañana y después vamos a casa de Finnick por nuestro hijo.
Toco el timbre y sale el pequeño Odair, diciendo.
-¿Ya vienen por Alex? - dice un poco triste -. Déjenlo un rato mas.
-Mañana lo traemos, hola campeón -dice Peeta mientras sale nuestro hijo.

Nos llevamos a nuestro hijo a la casa y disfrutamos el día.



Soy la autora de la historia, este capítulo yo no lo escribí, lo escribió una prima mayor. Ni siquiera lo leí, espero que ella escriba bien y les agrade.

Los juegos del hambre: Venganza colateral.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora