Aunque no seas para mí.

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Simplemente matame. ¿Cómo puedes llegar a ser tan malo? Duele, duele de verdad.
Era una cerebración, deberia estar feliz, deberia. ¿Por qué mis manos tiemblan? ¿Por qué siento ese nudo en la garganta?

Felicidades... -fue lo único que dije, sentí como aquellas palabras, se hacían cada vez más pesadas, más dolorosas-
"Por favor ámame"-lo más lamentable del ser humano, es pedir ser amado-
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Derek es un hombre que pierde fácilmente los estribos, un hombre completamente celoso, egocéntrico, malhablado. ¿Que podríamos decir? Es un macho que se respeta. No paso mucho para que Andrew se enterara de que vivo con su novio. Aun recuerdo esa pelea...

Andrew: Dylan, te veo mucho por acá, me parece extraño que MI NOVIO te deje pasear por su casa como su fuera tu casa.

Dylan: jajaja si -comenta mientras preparaba el cafe-

Andrew: ¡AMOR! ¿Contrastate una mucama nueva?

Derek: No -comenta mientras observaba a Andrew desde el sillón en donde estaba sentado-

Andrew: Siento que me ocultan algo ¿Que es?

Derek: No hay misterio, Dylan vive conmigo.

Derek jamás tendrá tacto y menos para las noticias.
Aquel día ardió Roma, volaron objetos contundentes, se rompió vidrios, mesas, sillas y hasta he salido volando yo.

¿Quien diría que dolía tanto salir volando y chocar contra el vecino?
Gracias al poco tacto de Derek tuve que dormir en la casa de un compañero de trabajo. Creo que fue una de las noches con más paz que tuve en mi vida, definitivamente.
He conseguido un trabajo "normal", la biblioteca cerca del departamento de Derek necesitaba empleados, un lugar bastante tranquilo y relajante, tanto que me he golpeado contra la mesa de recepción-
Mi vida no se volvió ni muy interesante, ni muy aburrida, mi padre desapareció con una prostituta, junto con el dinero que toda mi vida, era obvio que terminaría así, él es fácil.
Los días pasaron, las diferencias entre Derek y Andrew se hacían cada vez peor, pero todo se resumía en una cuestión mi existencia.
Derek estaba cada vez peor, se perdía en las botellas de alcohol, en cigarrillos. Realmente era doloroso verlo así, un hombre tan imponente como él, se está convirtiendo en caca, para definirlo en algo.

Una noche como cualquiera, apareció en mi habitación en plena noche.

Dylan: ¿Que pasa Derek?

Él no comentó nada, simplemente se metió a la cama, sujetandome, a pesar de mis esfuerzos por escapar, se sujeto de la cintura, yo estando de espalda a el-

Dylan: Derek esto se esta poniendo incómodo -comenté con voz temblorosa mientras le palmeaba el brazo-

Derek: Quédate quieto -susurro, apretando mi ropa- Duerme...

Dylan: ¿Cómo demonios pretendes que duerma así? -pregunté mientras me movía para quedar frente a él, no se si era porque aeropuerto estaba somnoliento o quizás el olor a alcohol que tenia Derek, pero de una cosa estoy seguro, jamás imaginé ver a Derek de esa manera, su cabello estaba alborotado, sus ojos de color marrón claro, aquellos ojos estaban tan tristes, preocupados, difinitivamente les faltaba a Andrew, no pude evitar levantar mi mano y acariciarle la mejilla, una sola oportunidad había tenido para contemplarlo de cerca, Derek me dejo acariciarlo, sin apartarme la mirada, tomó mi mano para acercarse, se podía sentir aquel dulce olor tan peculiar del vino. Había algo que ya sabia, pero trataba de negarlo, yo aun estaba enamorado de ese hombre. Aquel beso de esa noche me encadenó a este amor prohibido.
Aquella noche paso tan rápido, sentir como ambos cuerpos buscaban mantenerse calientes, besos que devoraban cada parte de mi piel, entre jadeos, gemidos, pude sentir como mi cuerpo temblaba estando abajo de Derek, sentir como pierdes el control y tu mente se pierde en aquella oscura habitacion, el sabor salado de las lágrimas, del sudor, realmente estoy perdido por este hombre.
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Los días pasaron, Derek estaba bien, empezamos una relación o solo eso pensaba. Poco a poco nuestro lazo se hizo más fuerte, besos van besos vienen, coqueteo entre los dos, caricias, sensualidad, cada noche nuestros cuerpos se perdían entre las sábanas. Todo iba bien, hasta que una llamada término aquellos días felices.

Sus gestos cambiaron, estaba serio y preocupado, ¿que sucedía? Al finalizar la llamada, agarro su saco y salio del departamento a toda velocidad, pasaron horas, él no respondía a mis mensajes, ni a mis llamadas, era como si desapareció de la faz de la tierra, se hizo de noche, Derek aún no aparecía ¿Que podía hacer? Simplemente esperar.

A la mañana siguiente, me desperté con un fuerte dolor de espalda, me había quedado dormido en el sillón, miro miro a mi alrededor, Derek aún no había llegado.
No había pasado mucho desde que me levante cuando apareció Derek, corrí hacia él, lo abrace con todas mis fuerzas-

Dylan: ¿Donde estabas? Estaba muy preocupado por ti.

Derek: Estoy bien, pero debo hablar contigo.

Dylan: Dime, ¿De que quieres hablar?

Derek: Te quiero, ni te imaginas cuanto, pero debo volver con Andrew.

Aquellas palabras dolieron.

Dylan: ¿P-pero porqué?

Derek: Yo aun lo amo, él se intento suicidar, no voy a volver por eso, porque me he dado cuenta que es el amor de mi vida.

Dylan: .... -No pude decir nada, no podía, solo quería que se callará, que nada de esto sea verdad- ¿Que hay de mi?

Derek: -con sus manos me levanta el rostro para que lo mire directamente a los ojos- Te quiero y sin ti no podría vivir.

Quizás aquellas palabras me dieron esperanza, pero de algo estoy seguro. Este hombre no quiere perder nada y lo quiere todo. En ese entonces no sabia en que me metía.

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No paso ni un día, cuando recibí una llamada de Andrew, mientras lo escuchaba, pensaba ¿Que era lo que tenia él? ¿Que me faltaba? Era doloroso pensar que aquellos días que había vivido, se terminaban con la llegada de mi mejor amigo, era patético para mi, pensar que yo en todo esto obtendría míserables pedacitos de amor.

Al finalizar aquella llamada, tome mi saco y salí del departamento, extrañamente el cielo que siempre era gris, esta vez estaba extrañamente despejado y celeste, el cielo estaba feliz.
Camine dirigiéndome lentamente al hospital central, realmente no deseaba llegar, en ese momento no deseaba ver a nadie, la gente pasaba, el tiempo se me volvió extremadamente rápido, observe mis manos mientras esperaba que cambiará el semáforo, mis manos jamás volverán a tocarlo, mis labios jamás volverán a besarlo, mis oídos ya no escucharán aquel susurro que estremecía mi cuerpo, debía ser fuerte.
Llega al hospital, subí los escalones, previamente Derek me había dicho la habitación y en que piso estaría Andrew, simplemente subí, el olor a desinfectante era insoportable, el ruido de los pasos, bebés lloran, gente quejándose, ¿Porque demonios estaba ahí? Quería desaparecer.
Al llevar al tercer piso, camine hasta la habitación 242, respire profundo al estar frente de aquella puerta, sonreí y entre.

Andrew: ¡Dylan! Que bueno verte, lamento todo el malentendido.

Dylan: No te preocupes, yo también me hubiera puesto así.

Al acercarme vi, como las manos de Derek y Andrew estaban entrelazadas.

Andrew: Me iré así vivir con Derek, hemos vuelto y estamos pensando casarnos.

Por favor, dime que es mentira. Sentí que mi corazón murió. En ese momento todo mi mundo se cayo, pero eso era solo el comienzo.

Dylan: felicidades -fue lo único que pude decir, me acerqué a Andrew acariciandole la cabeza, en silencio-

Aguanta por favor, aguanta. De reojo mire miré a Derek, sus ojos marrones me miraban, ¿Acaso pedía perdón? No podía hablar, sentía que si lo hacía, lloraría, ese es solo el comienzo de un montón de acontecimientos que para mi, iban a causarme demasiado dolor.

Debí morir hace mucho tiempo.

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⏰ Última actualización: Aug 13, 2015 ⏰

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¿Cómo me pude enamorar de él?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora