19/02/18
Ayer estuvimos toda la tarde intentando hackear el sistema de seguridad, lo que no logramos tras un millón y medio de intentos. Intentamos 3782 claves, romper el disco duro 23 y apagar el sistema 49 veces. Se hicieron las diez de la noche y seguíamos ahí. Al final llegó papá, a quien evitábamos para poder abrir la puerta. La sesión de criminalismo, si es que esa palabra existe, se terminó. Finalmente no tuve otra opción que dejar ir a una cansada Blue, y quedarme sola en casa.
Hasta que una brillante idea se cruzó por mi cabeza. Llamé a mi papá, para ver si se encontraba en casa. Parecía que no, que había vuelto a salir. Busqué en el living, y encontré lo que buscaba, la tarjeta de papa en el bolsillo de su chaqueta.
Esto había sido más fácil de lo que parecía....
