Soy diferente y siempre he sido rechazada por ello. Suelo frecuentar los mismos lugares que todos, amar pasar tiempo con los que aun perduran junto a mi, me gusta disfrutar el tiempo al aire libre. Tengo sueños y metas igual que la gente normal. No me falta ninguna parte de mi cuerpo, mi salud está bien, y todo en mi parece estar en correcto orden... solo cuando tengo mis párpados cerrados. Pues hay un pequeño problema con eso.
Mis ojos.
Desde el momento en el que abrí mis ojos por primera vez mi madre se dio cuenta de que no podía ser real lo que tenia en sus manos. Una bebé con ojos cristalinos. Una bebé que la miraba y ella podía ver a través de ellos, como un vidrio.
Totalmente esféricos y con una pupila que apenas podía separar la delgada linea entre lo irreal y lo terrorífico. Ese pequeño circulo era de color blanco con un mínimo punto de tonalidad turquesa en su interior. Todo lo demás era transparente. Como una bola la cual podía reventarse en cualquier momento con algún golpe.
Era totalmente hueca y parecía tener atrás unos pequeños hilos que bajaban y subían por todas partes, como conexiones. Estaba todo claro, eran los cables que me permitian ver como cualquier otra persona con ojos normales.
Siempre pude ver bien, y no tuve ninguna dificultad.
Los médicos solían decir que era un fenómeno científico desde que naci y quisieron estudiarme como una rata de laboratorio. Algunos religiosos lo veían como un gran milagro y otros mas bien creían que había sido enviada por el mismísimo demonio. Una parte de los niños pensaban que era un truco mágico y por su bien futuro, a ninguno les lleve la contraria o intente explicarles mi caso, sin embargo otro grupo de ellos se aterrorizaban conmigo y me llamaban monstruo. Mi madre solo me veía como su niña y no le importaba si era diferente, siempre sería hermosa para ella. Los demás solo me observaban, unos se alejaban de mi por temor a lo desconocido, otros me atosigaban y me llenaban de preguntas por curiosidad al encontrarse con algo nuevo. En ocasiones bastantes repetitivas tomaban fotos y grababan sin ningún disimulo, como si no tuviera derecho a que mi persona fuera respetada. Tuve que lidiar con situaciones como esas toda mi vida.
Fuera quien fuera, quienquiera que sea, siempre tenian una reacción guardada para mi, y realmente habian hecho tantas cosas que ya nada me sorprendía.
Yo podía hacer algo increíble, percibir las emociones de los demás con solo clavar mi mirada en las suyas, eso emitía colores y con el tiempo pude descifrar que significaban cada uno de ellos.
Rosados identificaban la dulzura, amor, ternura.
Verdes querían decir tranquilidad, esperanza y fe.
Azules de preocupación, estrés y aungustia.
Amarillos significaban alegría, emoción y diversión.
Marrón demostraba bien sea terror y miedo o por otra parte timidez y reservación.
Rojos reflejaban furia, malhumor y pesadez.
Solo podía ver el color blanco totalmente en los niños, algo que significaba completa paz consigo mismo. Era difícil encontrar el resplandor blanco en jovenes o adultos y raras veces que lo presencié, no era un pleno blanco - como en el caso de los infantes, cual luz salia unos pocos centimetros de sus ojos, como una linterna- ,pues siempre se mezclaba con otro color.
El gris, siempre fue un color apagado y encajaba totalmente con su significado: Serio, aburrido, opaco e incluso un gris mucho mas oscuro querría decir tristeza.
Pero el peor de todos siempre será el negro. Normalmente los colores eran focos que se iluminaban como titilando en las pupilas de las personas. En cambio cuando cualquiera adquiría el negro se volvía permanente, una luz fuerte e insistente que mas bien cubría todo el ojo. Mas que identificar a alguien parecia dominarlo, adueñarse por completo de la persona. Si, tenia un significado también: Dolor, depresión extrema y la sensación de estar perdido en el mundo.
Al ver mis propios ojos en algún reflejo podía admirar como eran, totalmente de cristal, y con un gran brillo turquesa. Este color jamás lo había detectado en otras miradas, solo en la mía y no entendía porqué. Mientras mas le daba vueltas al asunto, menos encontraba una respuesta. ¿Por qué solo yo obtenía esa tonalidad? Y me intrigaba mucho más esta pregunta: ¿Por qué nunca cambian su color?.
Cuando me sentía molesta corría a cualquier lugar dónde tuvieran un espejo, pero no se veían rojos. Cuando bajaba de una montaña rusa no se iluminaban con el amarillo intenso. Cuando mi madre enfermaba no se tornaban azules por la preocupación o a su diferencia cuando me abrazaba y hacia sentir querida, no se transformaban dejando ver el rosado. Simplemente eran así. Sin nada mas que transmitir que un color Turquesa reluciente. En el día brillaban pero en la noche alumbraban muchísimo más, tanto que podía iluminar un salón pequeño como si fuera una lámpara de luz artificial.
Siempre quise saber a que se debía ese color. Y en ocasiones solía entristecer y pensar que quizás no tenia ningún significado y que simplemente mi ser no tenia ninguna emoción.
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Ojos de Cristal (activa)
FantasyYo solo tengo un gran corazón. Veo todos los días el mundo sufrir, agonizar y buscar ayuda. Mis ojos son de cristal, aun puedo observar a través de ellos todo lo que les ocurre a los que me rodean, pero no debo llorar. No puedo hacerlo. Porque si su...