Podriamos... [ MiLen ].

1. Único Capitulo

¿Por qué?

¿Por qué te fuiste?

¿Por qué me dejaste sola?

¿Por qué te recuerdo en todas partes?

¿Por qué recuerdo tus besos y caricias cuando menos lo espero?

Mi corazón ya no suena.

Mis lágrimas caen y no paran.

Mis ojos ya no tienen el mismo brillo de antes...

Mi vida es un fiasco sin ti, recordándote en cada segundo y minuto, haciendo cualquier acción... en todo te recuerdo. Recuerdo tu perfume, recuerdo tus suaves labios, tus lindos ojos llenos de brillo, tu perfecto cabello, tus manos tan frágiles, pero lo que más recuerdo de ti, son tus cálidos y lentos latidos de tu corazón. Una perfecta sintonía.

Recuerdo aquellos momentos en los que veíamos películas, y como idiota me lanzaba a ti llena de miedo. Compartiendo helado, dándonos pequeños besos. Juntando nuestras narices con amor, mientras que nos veíamos con pasión.

Recuerdo las peleas que tuvimos a causa de mis celos, cuando nos gritábamos cosas que no deseábamos, cuando lloraba y tú te sentías culpable. Cuando veía tu cara triste y gritaba por dentro.

Recuerdo cuando jugábamos a la mama y el papa desde chicos, cuando te confesé mis sentimientos sin miedo y tú me sonreíste con ternura. Recuerdo cuando agarraba tu mano, que aunque se notara frágil, tu hacías todo por que viera que tú eras fuerte. Recuerdo cuando me defendiste de comentarios indeseados, cuando me animaba con suaves palabras y un beso.

Recuerdo aquella noche, en las que nuestros sentimientos se hicieron uno solo, en las que las palabras "te amo" me hacían más sensible de lo que era.

Tus besos sabían a chocolate, el adorado chocolate que tanto amaba. Era la cosa más deliciosa que había probado en mi vida.

Tus caricias en mi cara me hacían estremecer, al verme muy frágil a tus ojos llenos de amor. Cuando nuestros ojos hacían contacto visual, me sonrojaba con tan solo sentir tu seriedad.

Y hubiera podido haber más, si solo mi egoísmo no hubiera hecho tu fin.

Podríamos haber tenido un matrimonio, con los hijos más hermosos que habíamos soñados, podíamos haber bailado nuestra canción favorita, podríamos haber visto crecer a nuestra familia, podríamos haber envejecido juntos, podríamos haber visto a nuestros nietos.

Pero supongo que la vida me ha dado una lección y es hora de aprenderla, aunque no estés tú y me carcoma la tristeza.

Pero al final, seré capaz de verte...

Así que no reencarnes, Len Kagamine, porque solo un beso tuyo me podría hacer la persona más feliz del mundo.