Cuesta intentar dormir cuando jamás has soñado con nada.Si no sabes lo que es soñar,dormir se convierte en una auténtica pérdida de tiempo.
¿Qué seriamos los humanos sin los sueños,o las pesadillas?Son pequeñas revelaciones de nuestro subconsciente de que algo no marcha bien,o una conexión directa con nuestros deseos.Es lo que nos mantiene vivos,literalmente.Y además nos da esperanza imaginar un futuro mejor.
Y si alguna vez el miedo es mayor que la esperanza, el mundo no será un lugar en el que desee vivir-a pesar de que el mundo actualmente no sea un lugar donde desee nadie vivir.
En vez de intentar volver a dormirme,por enésima vez,me incorporo a tientas.Busco en vano mi rotulador negro,porque esta vez no lo he dejado en la mesilla y por lo tanto no tengo forma de encontrarlo.
Al final me resigno a encender la lámpara de noche.La bombilla está a punto de agotarse,por lo que no es muy buena iluminando,y no creo que pueda conseguir otra hasta el martes.Además, la lámpara en sí tiene más años que mi caravana y parece que vaya a resquebrajarse en cualquier momento.
Me quedo mirando el techo,entrecerrando los ojos para poder ver algo entre los débiles destellos de luz.Hay ecuaciones y operaciones matemáticas rotuladas que se extienden hasta la entrada de la caravana.Llevan ahí desde quinto grado.
Las he hecho yo mismo,gracias a mis conocimientos de la asignatura.Cada vez que me aburro o no me apetece preocuparme de los problemas de mi vida añado una cuenta o dos,de tal manera que ahora son tantas que no se ve el techo.
No soy un genio de las matemáticas: no las invento yo.Normalmente suelen ser de mi libro o mis deberes.
Cuando en vacaciones el señor Lewis nos dijo que no nos mandaría deberes,tuve que pedirle fichas de operaciones de refuerzo aunque no las necesitara,porque ya había resuelto en el techo todas las del libro.
Por eso,dado que mis notas no son demasiado brillantes,matemáticas es la única asignatura que apruebo con facilidad.La tontería de las operaciones en el techo me ha dado la destreza que tengo con los números. De hecho,el año pasado gané dos concursos escolares al que me presentó el señor Lewis.
No hace frío bajo las mantas,pero cuando veo como se han empañado los cristales me doy cuenta de que fuera si.
Me pregunto donde estará Rebecca.Últimamente me pregunto donde está casi todo el mundo.
Hay veces que no puedo optener la respuesta,como con el abuelo.Se marchó un día de invierno y no hemos vuelto a saber de él. Mi padre también se marchó así, debe de ser una tradición o algo.
Piensan que pueden acabar con los iumentis como si fueran unas simples liebres.Es estúpido pensar así, ¿pero quién soy yo para decirselo?
Quiero salir a buscar a Rebecca.Está anocheciendo y no creo que sea bueno que ande por ahí sola,podría pasarle algo.Pero ella siempre insiste en que me quede en "casa" y me echó la bronca la última vez que salí a buscarla.
Lo que no sospecha es que no tengo nada más con lo que ocupar mi tiempo.No me quedan amigos después de que me mudara a las afueras y empeza a vivir en una caravana con mi hermana y a llenar de ecuaciones el techo.Mis únicos amigos son mis libros:mi pequeña biblioteca que ya estoy harto de reelerme.
Le he dicho a Rebecca que necesito más libros pero no me hace caso.Dice que lo primero es pagar mi escuela y demás gastos.He intentado por todos los medios hacerle saber que si quiere que sea un chico normal,debería tener pertenencias de chico normal:un monopatín, sudaderas,comics,un móvil decente;en vez de mis libros polvorientos,mi balón desinflado y mis chaquetas de tweed.
Salgo a jugar al baloncesto una vez a la semana,pero no es suficiente.Se ríen de mi cuando ven mis pantalones caquis y mi chaqueta de tweed.La verdad es que me hacen bastante ridículo.
El caso es que por lo menos salgo a estirar las piernas y cojo el autobús para ir a la cancha más cercana.Ya conozco a gente de la zona,con la que puedo jugar.Es una especie de rutina verlos allí y suplicarles una partida después de que me llamen raro repetidas veces.
Al final vuelvo a casa con el mismo autobús y suelo pillar a Rebecca en la cama.Los días que me voy aprovecha para venir antes.
Me levanto y me dirijo al diminuto baño que comparto con mi hermana. El espejo está un poco torcido y empañado pero me sirve para poder engominarme el pelo.Luego me siento entre productos de cosmética y botes de lejia y me hago un ovillo.
-¿Trenton?-levanto la cabeza-¿Trenton,estás ahí?
Me levanto y me asomo por la puerta del baño.Rebecca está de pie y ha traído la compra.No es de extrañar que lo haga,ya que trabaja en un supermercado.
-¿Si?-digo.
-¿Has cenado?
-Si-asiente y se agacha, y empieza a meter la compra en la nevera.Cuando creo que no va a decir nada más deja lo que está haciendo y me mira.
-Por Dios,deja de ponerte gomina.Te queda horrible.
-Hay que gastar el bote-me encojo de hombros.
-Da igual gastarlo.Puedo regalárselo a Robbie.
Robbie es una especie de novio que tiene.Ha estado en casa muy pocas veces y en todas me ha parecido que se está aprovechando de ni hermana.Si pudiera le daría un puñetazo cada vez que la mira.
Tenemos una regla sobre traer gente a casa:ya que el espacio es tan reducido y sería humillante que alguien viera como vivimos,no podemos traer a nadie.Aun así Robbie ha estado aquí porque según Rebecca él no es cualquiera.
-Como sea-mascullo.No quiero empezar una discusión.
Salgo del baño y voy a sentarme en el sofá-al hacerlo los muelles se me clavan en la espalda pero aprieto los dientes para amortiguar el dolor.
Rebeca cierra la puerta de la nevera y se deja caer a mi lado suspirando pesadamente. Enseguida se lleva la mano a la espalda.
-Dios,¿de verdad estuve el otro día sentada aquí?
-Ahá.
-Oye- la miro por segunda vez,esperando escuchar malas noticias.
Me doy cuenta de que sus ojeras son enormes,violáceas y amenazantes,de que está más pálida de lo normal y de que sus ojos azules están apagados.
Yo tengo sus mismos ojos azules,herencia de nuestra madre,pero más llenos de vida.
-Robbie no es tan malo.
Niego con la cabeza levemente.
-Eh,Trenton.Sé que a ti no te gusta,pero solo tienes que darle tiempo.
-No empieces-le suplico.La última vez que hablamos de su novio acabamos hablando de mamá y Rebecca gastó dos paquetes enteros de pañuelos,y no estamos para gastos.
-De acuerdo.Entonces cambiaremos de tema.¿Como ha ido tu día?
-Eh...bien-levanta la mano y me aparta el pelo de la frente.
-¿Entonces por qué estás despierto?¿Te preocupa algo?
¿Aparte de qué va a ser de nosotros?Es como si fuéramos los niños del país de nunca jamás: vivimos sin padres y por tanto sin orden ni concierto.Es una suerte que mi hermana sea mayor de edad y haya podido hacerse cargo de mi.
-¡Oh,Trent,estás tan delgado...!-si no la conociera diría que está a punto de llorar-Ya no te queda bien el jersey de papá, ¿a que no?
-Yo no estoy...-intento defenderme. Al final desisto y me incorporo del sofá.
El maldito cacharro resulta doloroso para los huesos,y además no estoy dispuesto a seguir escuchando a Rebecca y sus desvaríos.
-Me voy a la cama.
-¿Deberes hechos?
-Afirmativo.
Tenemos esta estúpida forma de comunicarnos, como si jugáramos a comando estelar.La cosa de verdad cambia cuando no está Robbie.
Cuando quiero darme cuenta Rebecca está husmeando en las bolsas que ha traído.
-Falta la leche,mierda-es probablemente el alimento prioritario de mi dieta,y a mi querida hermana no debería olvidarsele a estas alturas,pero trabaja doce horas diarias y apenas tiene tiempo para si misma así que puedo perdonarselo.
Así que intento evitar hacer un sonido de frustración y me ofrezco a ir a pedírsela a un vecino.Al rededor de nuestras caravanas hay algunas más, por desgracia,como si no fuera lo bastantemente malo que dos ciudadanos decentes tengan que vivir así.
-Estaré de vuelta antes de que te des cuenta.
-Seguro-pone los ojos en blanco.
-¡Venga,Becky,ten un poco de fé!
Tengo que ponerme algo más que mi bata de casa para resistir al frío de fuera.Por lo menos cuento con que no aguarda en el exterior ni un solo iumentis,porque si los hubiera vallarian la zona.
Cuando llamo a la puerta del viejo Sam,éste asoma en sus zapatillas de casa.
-¿Cómo tú por aquí?-me muestra una horripilante sonrisa desdentada.A diferencia de nuestros demás vecinos,este es amable.
-Becky a vuelto a olvidar la leche.
-No digas más. ¿Solo necesitáis un cartón?
-Si.
Desaparece en el interior de la caravana y regresa con dos cartones.
-Nunca se sabe,por si acaso-replica cuando le digo que no era necesario.
-No sé como puedo agradecértelo-le digo mientras recibo con una amplia sonrisa los cartones.Los acomodo a mis brazos con torpeza,como si fueran balones de baloncesto.
-No lo hagas.Bonito peinado,por cierto.
-Pues a Becky no le gusta.
Nos reímos como dos viejos amigos,ignorando el frío.
-¿Quieres pasar?-me ofrece.
-No,gracias.Me están esperando.
Pasan unos minutos hasta que comenta:
-Se rumorea que el servicio militar va a enviar a los jóvenes a campamentos en el Sur.
No he oído nada sobre ello,así que le hago saber mi profundo desconcierto.
-Tú también tendrás que ir,jovencito-se rie-Aunque Becky no sepa que hacer sin ti.
-Se las arreglará-afirmo,aunque no pienso lo mismo.Sam lo lee en mi cara de inmediato y se encoge con pesar.
-Lo entenderá. La ley es dura, pero es la ley.
Pienso en los militares que custodian cada mañana la puerta del colegio,y en las cartas de la orientadora escolar que le he estado ocultando a Rebecca.Mi profesora me ha estado preguntando si las lee,y si tiene una respuesta.Yo siempre le digo que no tiene tiempo de escribirle.
(La orientadora piensa que necesito un psicológo,y esa es una de las razones por las que no estoy dispuesto a entregar sus cartas.)
Pienso en todas las leyes que infrinjimos al vivir en caravanas y sin la tutela de un adulto como es debido.La ley puede ser dura,pero hasta ahora no me ha afectado.
Me despido de Sam y él me dice que vaya con Dios.En cuanto cierra la puerta me quedo solo a la intemperie.No tengo más remedio que desandar el camino cargando con los pesados cartones.
A mitad de trayecto,toso y noto un pinchazo en la muñeca.Aun no se ha recuperado de una torcedura que me hice recientemente. Instintivamente suelto los cartones y me llevo la otra mano a la zona dolorida.
Flexiono las rodillas hasta que acaban apoyadas en el suelo.Le he dicho a Rebecca que no tardaré y voy a intentar cumplir mi palabra,intentando que el dolor se me pase lo antes posible.
Entonces escucho el sonido equivalente a un camión volcándose,pero solo debo de oírlo yo porque ningun vecino sale de su caravana alarmado.
Escudriño la oscuridad poniéndome de pie rápidamente.El rugido que escucho cerca de mi jamás podría pertenecer a un humano.Se me erizan los pelos de la nuca.
Ni siquiera puedo ver lo que está pasando delante de mis narices.¿Se ha colado un animal salvaje?Houston está en pleno contacto con la naturaleza,pero los únicos animales que he visto han sido en libros-cuando en Biología estudiamos las especies de la zona.
Una sombra pasa como una exhalación a mi lado y la tengo detrás. Es el mismo ser capaz de producir semejante sonido agonizante,seguro.Retrocedo y me caigo hacía atrás al tropezar con una piedra.
La criatura se ilumina como un árbol de navidad-su cuerpo refuma una luz verde florescente-y puedo verla a la perfección. No se parece a nada que haya visto:es una mezcla de reptil y murciélago sin alas.Tiene el tamaño de un oso mediano y me mira amenazadora mente.Abre su enorme boca plagada de varias hileras de dientes,como los tiburones,y expulsa una sustancia pringosa y violeta.No llega a alcanzarme porque gracias a Dios mis piernas todavía responden y me muevo como alma que lleva el diablo.
No transcurre mucho tiempo hasta que me doy cuenta de que pese a todos mis esfuerzos tengo al bicho pegado a los talones,(literalmente.)
Me empuja los pies con el hocico y la acción me propulsa hacia delante,haciéndome caer de bruces.Lo siguiente que recuerdo es como salta sobre mi espalda rompiéndome algún que otro hueso y clava los dientes en mi piel.
*****
Me despierto en mi cama,en la oscuridad de la noche y con el brazo vendado.Al principio creo que ha sido obra de Becky,pero luego la veo en el sofá dormida plácidamente.Los cartones de leche están sobre la mesa y también mis gafas.
Un momento,¿como es que puedo ver en la oscuridad,además sin mis gafas?
Me observo preocupado.Becky no ha sido quien me ha metido en la cama,he tenido que ser yo mismo,pero no puedo recordarlo.
Cierro los ojos con fuerza y cuando vuelvo a abrir mis mis manos también refuman fluorescente.¿Qué está pasando?¿Qué ha sido de la criatura?Debe de ser un sueño.
Me incorporo y abro la puerta de la caravana. Ya que puedo ver en la oscuridad,por imposible que sea,intento divisar a la criatura,pero ha desaparecido.
Vuelvo a la cama confundido.
******
A la mañana siguiente completo mi rutina vistiéndome;por una vez hago caso a mi hermana y me salto el paso de engominarme el pelo.
Rebecca sigue durmiendo sobre el sofá.Normalmente se va a trabajar después de que yo me vaya, así que procuro no despertarla.
Tomo el autobús escolar como siempre,y mi mañana es como siempre,excepto porque conservo el recuerdo de mi sueño.
-Eh,Trent,¿Y tus gafas?-me pregunta Billy cuando ocupo mi asiento.Sé que en realidad no le importa la respuesta por lo que me encojo de hombros.
Antes de empezar las clases nos comunican que dentro de una semana habrá un campamento de asistencia obligatoria para todos los alumnos.Nos llevarán a Louisiana,tal y como me ha contado Sam.
*******
Nada más llegar a casa deduzco que algo va mal cuando veo que Becky sigue en el sofá. Tendría que estar en el trabajo,o al menos despierta.
-Becky,¿qué te ocurre?¿Estás enferma?-le pregunto,sentándome a su lado.No me responde.La sacudo con suavidad.
-Por favor,Rebecca.Hablame.Dime qué te pasa.
No obtengo respuesta,así que le levanto la cabeza para ver si reacciona.Es como si estuviera inconsciente.
La volteo y grito del horror cuando visualizo el charco de sangre que tiene en la espalda.Hay un agujero con la forma de un mordisco en su hombro,y de él todavía sigue manando sangre.Diria que lleva asi desde amoche,cuando crei que estaba dormida.
Me dan ganas de gritar de rabia cuando veo la maldita sustancia violeta alrededor de su herida.No serviría de nada que intente detener la hemorragia si no sigue respirando.
Le tomo el pulso de la muñeca y espero.Espero lo que se me hace un rato eterno,pero mi alivio no llega.Pruebo en el cuello y en el pecho:nada.
Rebecca,mi hermanita Rebecca.Ayer estaba diciéndome lo mal que me quedaba la gomina y hoy no volverá a hablarme.
Recuerdo a la perfección su carita infantil encogiéndose cuando mamá nos dejó, y ahora es ella la que nos deja.Pero no tengo a nadie a quien contárselo.No queda ningún Cian,soy el último.
Me abrazo al cuerpo de mi hermana.Quiero recordar los sacrificios que hizo por mi en vida, quiero recordar su cara tal y como era y no afectada por el insomnio y las desgracias.Quiero recordar su risa,pero no puedo;hace muchísimo que no se reía.
Sollozo sin consuelo sobre su regazo y cuando lo hago me siento como un niño.Lo he perdido todo,me arrepiento de cada segundo que me he quejado de mi vida:sin Rebecca será un infierno.
Le doy la espalda y me dejo caer en el suelo.Me arranco de cuajo la venda de mi brazo,que hoy ha permanecido oculta por la chaqueta,y observo mi herida.Se parece mucho a la de mi hermana,la diferencia es que yo no he muerto por ella.
¿Por qué?¿Por qué no he muerto yo y no ella?
Considero si llamar a alguien.La policía jamás me creería.
Al final el único candidato se reduce a Robbie.Creo que tiene que saberlo.
No me hace falta llamarlo porque enseguida suena el móvil de Becky,y es él.
Al principio no me sale una palabra cuando abro la boca,pero cuando me pregunta porqué ha faltado Rebecca al trabajo me veo obligado a contarle que está muerta.
Lo había subestimado.Robbie no tarda en presentarse aquí y se queda conmigo hasta que me tranquilizo.Le cuento que no tenemos dinero para un entierro.Es una suerte que no pregunte la causa de la muerte.
Juntos escabamos fuera un hoyo y organizamos un funeral privado,con las dos únicas personas a las que mi hermana ha querido.
Vuelvo a llorar, irremediablemente.Apenas puedo decir nada coherente,por lo que me arrodillo y susurro un "te quiero" para mi hermana,para que solo ella pueda escucharlo.
La siguiente semana falto a clases y no vuelvo a acordarme del campamento.Sam viene a presentar sus condolencias y Robbie se convierte en el encargado de traer algo de compra y asegurarse de que estoy bien.
La herida de mi brazo ha empezado a sanar y no me preocupa.Lo mantengo en secreto,mi sueño,quiero decir.Cada vez estoy menos segura de que sea un sueño.
A lo largo de la semana vuelve a pasarme lo mismo:no recuerdo hacer las cosas que hago,y despierto en mi cama.Lo más preocupante que me pasa es aparecer en mitad de la noche en el mismo lugar donde me atacó la criatura.De hecho,la criatura vuelve a hacer su aparición. Pero sorprendentemente mi capacidad de volverme fluorescente no ha sido un sueño.
Me arrodillo como si me dominara una fuerza sobrenatural y suelto un rugido gutural que espanta a la bestia.
Cuando vuelvo a tener el control de mi cuerpo corro a refugiarme en la caravana.Me he convertido en un monstruo,me parezco más a la bestia que me atacó que a un humano.
Al día siguiente vienen un par de militares a buscarme,para enviarme al campamento.Pero el viejo Sam no está dispuesto a dejar que me cojan.Los entretiene con cháchara mientras yo escapo al bosque.
Mi lugar no está en el campamento, últimamente me he vuelto un salvaje.He crecido treinta centímetros,he adquirido una fuerza sobrehumana y todavía puedo brillar luz fluorescente o ver en la oscuridad.He vuelto a encontrarme con la criatura,y no ha intentado herirme.Es más, he empezado a acostumbrarme a su compañía.
Así que la mañana que vienen los militares voy a donde me lleva el instinto y abandono Houston.Soy consciente de que me acerco a la costa cuando transcurren los días y la temperatura desciende.
Y entonces me veo obligado a alterar mis costumbres cuando llego cerca del campamento.He sobrevivido cazando animales y fabricando mis propias armas.Me he adaptado como los iumentis se adaptaron a nuestro mundo.
Solo queda esperar a ver qué pasará después,qué harán las personas del campamento cuando me descubran,como contraatacarán.Y mientras tanto las veré llevarse a niños de sus casas para transformarlos en soldados,y la historia se repite.Nadie lo ve venir hasta que es demasiado tarde.
¿A esto lo llaman evolución?

ESTÁS LEYENDO
Un Nuevo Amanecer
Ciencia FicciónSi la Humanidad depende de chicas como Sadie Plieger,el planeta corre serio peligro. Un devastador accidente la deja inválida justo antes de asistir al primer campamento de su vida,el lugar donde la prepararán para sobrevivir a la epidemia que ha de...