Capitulo dos.

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Fernanda

Saben del sentimiento cuando andas acostada mucho tiempo y te paras de la cama en unos segundos, llegas a marearte tan rápido que se te nubla la vista en el momento y tiendes a tropezarte con varias cosas.

-¿Estas loca?- escuche entre la oscuridad y sentí que algo me sostuvo para acostarme en el colchón.

Solo tardo un tiempo en que pudiera visualizar en la habitación que estaba, no era muy grande y tenia un color bastante deprimente a mi parecer. No había diferencia con el cuarto de mi casa, claro, esta estaba un poco mas vacía.

-¿Q...que?- intente decir mis primeras palabras pero mi boca en estos momentos parecía un desierto.

A mi lado había un muchacho que a mi parecer era demasiado guapo...digo...digo...maduro, ya entienden, tenia el pelo castaño claro y unos ojos color gris oscuro, su mirada estaba llena de preocupación, pero al cruzar la mirada con la mía se relajo, regalándome una sonrisa con unos perfectos hoyuelos en las mejillas, podría desmayarme en este momento, pero mi cuerpo había dormido tanto que creo que ahora ando decente.

-Tranquila, ya estas bien- paso su mano en mi cabeza y sentí un pequeño hormigueo mientras sus dedos pasaban entre mi pelo.

Aun intentaba hablar pero mi garganta era el desierto de Sahara. Por suerte mi querido amigo gua...maduro, eso...me paso un extraño liquido color rojo hacia mi.

-Esto te ayudara linda, bébelo- según mi mamá nunca debes beber cosas que te estén dando los extraños, pero pasare esta por que me había hecho un cumplido. Ya saben todas tenemos nuestro punto débil.

Me ayudo a incorporarme y empecé a tomar hasta que mi cabeza se lleno de los fríos recuerdos de ayer, mi hermano, mi vida, ¿seguirán vivos todos?. Mi mano tembló y el liquido cayo a la cama.

-No...esto es una mala broma, Alex-susurre dolida el nombre de mi hermano y sostuve mi frente al recordar la herida.

-¡Ah! Buscare una toalla espera.

No le di tiempo de pararse y salí corriendo de la habitación mientras varias lagrimas salían de mis ojos, tenia suerte pues mi cabeza no me dolió a pesar de todo, varias personas me miraban mientras pasaba por los pasillos, hasta que me escondí en un pasillo a derramar lagrimas que nadie mas podía ver.

...

Si...me veía ridícula, apenas me di cuenta la bata blanca que traía puesta y con el jugo derramado, señoras y señores parecía que el querido Andrés me visito sin previo aviso.  Por que lógicamente el jugo tenia que ser rojo vivo. Bravo Fernanda.

-¿Qué haces en mi pasillo niña problemática?- preguntó una voz rasposa en mi oído.

La gran reacción de la vida fue, literalmente, voltearme y darle una cachetada al de atrás, podría ser el presidente, la reina o cualquier cargo importante, pero lo que se me ocurre es condenarme a muerte.

-¡Auch!- gimió de dolor y se tapo la mejilla con la mano.

-¡Lo siento! 

-Tienes un buen golpe ahí mujer.

-¿Gracias?

Al fin se paro derecho y pude observar su cara, era el muchacho de la habitación en donde estaba, ¿me había seguido todo este tiempo? Que ganas.

-¿Me estas escuchando fea?

Definitivamente no era el mismo muchacho.

-¿Tienes algún problema idiota?

-¡La verdad si! Yo estaba bien tranquilo comiendo mi sandwich cuando mi hermano me llamo a mi celular gritando "¡Rápido! Tienes que atrapar a la muchacha de antes" y como hizo un puchero no pude decirle que no. ¿Sabes que me encanta de un sandwich?

-Es una pregunta muy extraña...

-El pan caliente salido del horno

-¡Eso que me interesa!

-Que cuando vuelva a la mesa a comer uno. ¡Ya no estará caliente!

Quise golpearlo y no me arrepentí de darle esa cachetada de antes, mas bien quería darle otra.

-Bueno ahora que dices hermano, vi a alguien parecido a ti.

-Gemelos...Yo soy Grey el mas guapo del mundo por supuesto, y el otro niño que es bien sentimental es Ethan.

Ahora que lo dice su pelo me parecía mas oscuro al del otro y sus ojos mostraban ferocidad hacia cualquiera, ademas de que tenían pequeñas diferencias .

-Ahora niña que molesta a cualquiera, necesitas cambiar ese atuendo de "diva después de una noche de copas"-dijo señalando mi atuendo.

-Es jugo...solo para recalcar.

-Si claro, se te vinieron fuerte los días ¿no?

-No es gracioso.

-Pero para mi si, ven, acompáñame al cuarto de vestimenta, no soporto ver tanto color rojo debajo de ti- dio una leve risa.

El mejor despertar de mi vida...comprenden lo que es sarcasmo ¿verdad?


Una muerte inesperadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora