Capitulo 4.

5 0 0
                                    

Fernanda

Sin embargo yo no había aceptado nada de esto.

-Vamos! Dispara de una vez.

-Es imposible que le de al centro-grité pero el seguía insistiendo

Después de una explicación sobre el tema que aun así para mi no quedaba claro en lo que estaba metida, digo, ¿quien demonios se une a una guerra tan fácil?, solo tu Fernanda. Solo tu.

-Ese disparo estuvo pésimo estúpida.

-¡Oh vamos! Yo andaba escuchando música todo el día no practicando disparos a larga distancia.

-Fer solo debes practicar un poco mas- Ethan me dio una de sus amables sonrisas, el era el único que conocía y me trataba bien, era muy paciente y se preocupaba por todos. Algo contrario a la cosa amorfa que estaba sentado comiendo otro de sus 20 sándwiches del día. ¿Dónde demonio acaba esa comida?, espero que quede gordo y no se pueda mover mas, se lo merece.

A pesar de mis quejas, lo único que quería lograr era aprender rápido a disparar y defenderme sobre lo que sea. Recordé la platica de hace unas semanas.

-Y ¿como es posible? Digo, una guerra, es lo menos probable que haya aquí.-pregunté todavía sorprendida.

-Aun no sabemos con exactitud si es una guerra grande o solo aquí, como dices es imposible que una batalla comience aquí. Ademas de que seguimos desinformados, los medios de comunicación están completamente rotos.-hablo seriamente Ethan.

-De cualquier manera nos están atacando y lo único que podemos hacer es protegernos y devolverles el daño.

-¿Devolverlo? ¿no es mejor hacer un tratado de paz para salir de la situación?

-Ya lo intentamos.-Ethan bajo la mirada

-Nos devolvieron una bomba que mato a 20 de los nuestros.

-...

Como si todos lo hubieran escuchado, la sala se quedo en silencio por unos segundos para luego volverse animada.

-Solo esta pelear, quedarse callados y obedecer las ordenes del jefe que nos ha mantenido vivos.

-Entonces me uniré, peleare contra las personas que nos andan lastimando.

-Empezaremos hoy mismo el entrenamiento-Gray me dio unas palmadas en la cabeza y me regalo una sonrisa.

-¿Entonces no puedes disparar a larga distancia?-suspiro Gray.

-Bueno me funciona ser francotirador en videojuegos, al parecer no es lo mismo aquí.

-Llevamos solo dos semanas entrenando, no te tienes que apur...-Ethan fue interrumpido por Gray.

-Fea acompáñame, Ethan ya hiciste lo que pudiste, sera mi alumna ahora, de nuevo has fallado.

-Cállate-apartó la mirada hacia otro lado avergonzado.

-¿Qué le sucedió?

-Solo es un poco caprichoso, vamos.

Gray me saco de la sala y me guió a una mas alejada, en realidad no estaba lejos, pero al parecer las dos salas eran bastantes grandes.

-Pasa-el abrió la puerta, por un momento pensé que Gray al menos era caballeroso dejando a las mujeres pasar primero, me equivoque, el entro dejando la puerta abierta.

-¿Qué demonios le sucede?-hable en voz alta y entre cerrando la puerta tras de mi.

Si la otra sala tenia pistolas en cada lado, esta era su hermana mayor, las pistolas estaban literalmente, alrededor de nosotros pegadas a la pared, el color de la sala era roja, y el piso desgatado y quemado por las balas. Habían varias personas disparando a los blancos, mientras a su lado alguien recargaba las pistolas. Por un momento abrí mi boca sorprendida, ¿hemos llegado a esto? de tener que practicar disparos en un lugar en donde difícilmente había un arma.

Una muerte inesperadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora