Six Stars. «Camren»

Capitulo 25.

Capitulo 25.

*POV Lauren*.

Cogí mi celular y suspiré, quedándome acostada en la cama observando como mi hermanita y Camila dormían.
Camila era tan hermosa. Sus rasgos eran perfectamente dibujados, y esa ligera sonrisa de costado que tenía cada vez que dormía me hacía sentir la persona mas afortunada por estar viéndola tan de cerca.
La amaba, eso era lo que me hacía sentir esto, pero también la culpabilidad por estar exponiéndola al peligro me estaba consumiendo. Debía hacer algo para protegerla.

-Camz..

Susurré, tratando de que despertara, pero ella solo gruñó y se volteó, dándome la espalda, por lo que me levanté de la cama con una sonrisa y la rodeé, llegando al lado de Camila para acariciar su caliente mejilla.
Estaba amaneciendo y entendía que no quisiera despertarse al ser tan temprano, pero yo no podía esperar para esto. Estaba muy asustada de que algo sucediera, porque en menos de un minuto un hombre podía llegar y matarme.

-Camila.. -besé su frente, y quité los cabellos que caían sobre su rostro.- Despierta, bonita.

Camila: Hm.. no.

Gruñó y se cubrió el rostro con su almohada, esto haciéndome reír.
Quité la almohada de su rostro y cargué a Camila, sentándome en la esquina de la cama con ella
sobre mi regazo. Rodeó mi cuello con sus brazos y continuó durmiendo cuando ubicó su cabeza sobre mi pecho.
Estuve acariciando su espalda de arriba abajo por unos minutos, dejando que durmiera, pero estaba perdiendo tiempo.

-Camz.. -besé su frente.- Necesito que hagas algo.

Acaricié su mejilla y levanté su rostro con ambas manos, besándola con cuidado, solo dejando mis labios sobre los suyos.
Con eso ella abrió sus adormilados ojos y me sonrió, volviendo a dejar su cabeza sobre mi pecho, bostezando un par de veces.

-Buenos días.

Camila: Hola.

-¿Te sientes bien?.

Camila: Tengo hambre. -rió y besó mi cuello.- ¿Tú cómo estás?.

-Supuse tenías hambre. -miré de reojo a Taylor por si ella seguía durmiendo.- Saldré a comprar algo.

Camila: ¿Y por qué no me contestas el cómo estás?. -alzó la cabeza, acariciando mis mejillas y besando mi frente un par de veces.- ¿Qué pasa?.

Suspiré y le entregué mi celular, el que ella miró con total confusión, pero no pude hablar al instante, así que me tomé mi tiempo.
Besé su mejilla y la abracé, escondiendo mi cabeza entre su cuello.

-Necesito que llames a tu madre. -suspiré.- Que le expliques todo lo que ha sucedido, y que por favor.. no le diga a nadie.

Camila: ¿Qué?. -frunció el ceño.- ¿Por qué?.

-Porque te iré a dejar a casa en dos días más, Camz.

Ella se sorprendió y se levantó de mi regazo. Mordiendo su labio para no comenzar a llorar, pero se le hizo imposible, y dejó que las lagrimas resbalaran por sus mejilla, rompiéndome el corazón.
Me levanté y la abracé por la cintura, dándole la posibilidad de que llorara sobre mi pecho.

-Mi amor, no llores.. -besé su frente.- No quiero que llores.

Camila: No quiero irme..

-Hey.. no puedo tenerte conmigo siempre. Es peligroso y lo sabes.

Camila: Pero.. pero ahora estamos bien.

-Lo sé, pero solo hasta que nos encuentren otra vez. -me alejé un poco de su cuerpo para secar sus lagrimas y besar su frente.- Tu padre no se entregará. No dirá nada. Y nunca podré lograr que lo haga. -volví a abrazarla.- Debes ir a casa. Tienes una familia.