lσs sєntímíєntσs dє αmвσs - [ σrígínαl ] ( ʀᴇᴇsᴄʀɪʙɪᴇɴᴅᴏ )

Capítulo 3

     Después de estar en mi habitación, me dirigí un rato a la sala para no estar un poco aislada encerrándome.

     Como de costumbre.

— Sólo espero no encontrarme con Chico Bestia. —comenté para mí misma.

     Entro por la sala y me dirijo al refrigerador, para poder comer por lo menos una manzana.

     Y para mi malísima suerte Chico Bestia con Cyborg están gritándose el uno al otro mientras están jugando uno de sus video-juegos. Literalmente estaban tirados en el sofá, apenas se sobró un pequeño espacio junto al lado de Chico Bestia.

— ¡Rae-Rae! —decía mientras me mira de reojo y baila su ceja.

     Conociéndolo, pasa algo que no me parece que sea una buena señal.

— Hola. —saludé de manera firme.

     Menos mal que en ese preciso momento tenía la capucha puesta, pude sentir un calor intenso de nerviosísmo al momento que me llamó así.

     Lo odio.

— Eh, ¿qué no te ibas a quejarte por llam-? —no terminó lo que decía y pensó— Sabes qué, mejor olvídalo.

— Igualmente no me interesaba. —hablé muy serio— ¿No iban a desayunar todos? —pregunté dándome cuenta que el resto no estaba.

— Eso fue hace unas horas. Ya estamos en la tarde. —responde viéndome de manera confusa.

     Y está pasando de nuevo..

     Me estaba sonrojando por no darme cuenta de la hora y que perdí totalmente la noción del tiempo.

     Me da pena ésto.

— ¡Diablos! ¿Estuve tanto tiempo meditada en mi mente que ni siquiera me di cuenta del lapso del tiempo en que pasó?

     Mala suerte la mía. Pensaba en voz alta que mientras no prestaba atención al resto, hice que Chico Bestia me escuchara.

— Es verdad eso. —me exsalté— Y bien parece que la meditación se volvió una tremenda costumbre o rara tradición para ti. —se burló, queriendo sacarme de quicios.

— ¿T-tú me escuchaste? —él asintió— ¿Pensé en voz alta? —seguí pensando en cualquier otro tema para poder olvidarlo.

— Ehm, sí. —suspiró— Como sea, voy a la terraza a practicar unos movimientos. —se levanta del sofá— Ya lo deben saber todos, es para estar en forma y tener fuerzas. Estar más que listo para las peleas contra torpes villanos. —presumía mientras me miraba como si de algo pasara.

— Movimientos, ¿para pelear en caso de que tengamos algún criminal a quien darle una lección? ¿Es la clase de movimientos en la que estás haciendo en tu entrenamiento? —digo fingiendo estar sorprendida— No puedo creer que hicieras algo como eso, no es del todo creíble para todo el mundo. Por si me lo preguntas.

— No, cómo crees. ¡Haré movimientos de baile! —dice acercándose lentamente a mí.

     Piensa en que no me doy cuenta, pero sería mejor seguirle la corriente.

— Ven, quiero bailar.. –me toma de la mano— ..contigo. —susurró.

— No sería una buena idea, yo no bailo. —digo sacando mi mano de la suya.

— Yo podría enseñarte. —me toma del hombro, viéndome con una sonrisa.

     Es inesperado todo lo que pasa.