Obey To Survive / ChenMin

Ha Llegado La Hora.

XiuMin solamente abrió sus ojos en grande por lo que había escuhado, y se limitó a negar con la cabeza.

-N-No... Chen, porfavor... -Suplicaba una y otra vez Minseok con los ojos cristalizados por las lágrimas que amenazaban por salir de manera abundante, mientras Chen lo desvestía con ayuda de una tijera, rompiendo sus prendas.

-Si no te callas será peor y lo sabes, XiuXiu...~ -Susurró Chen, mientras dejaba las tijeras y la ropa en otro lugar, se sacó la polera y se desabrochó el pantalón.

Minseok sólo se quedó callado, sintiendose totalmente avergonzado al estar desnudo por primera vez frente a alguien.

-Mmm... Escucha, XiuMin... Vas a ser obediente conmigo, si te digo que hagas algo tú sólo lo haces y ya, ¿Si? No quieres verme molesto. -Musita JongDae en tono jadeante, mientrad le abría las piernas.

XiuMin asintió con la cabeza, lo que estaban haciendo no estaba bien, pero era eso, o recibir millones de golpes. Siente las manos del contrario acariciar su cuerpo y se remueve un poco, cerrando sus ojos para pensar que era una pesadilla.

-Así me gusta, pequeño... Tan obediente. -Susurra Chen, besandole el cuello mientras bajaba a uno de sus pezones y aprisionaba este con sus dientes, provocando suspiros por parte del chico bajo su cuerpo.

-A...Ahh... No... -Susurra removiendose, tratando de apartar el cuerpo ajeno con sus piernas y pies, ya que sus manos seguían atadas.
Por la mente de Minseok pasaban tantas cosas horribles, comoas que había escuchado. XiuMin pensaba con guardarse para la persona que realmente era indicada para él, pero no, siempre algo le sucedía. Quería que ese momento fuera especial, único... Que quedara marcado en su mente de por vida, y no precisamente por ser un mal recuerdo, sino por ser algo tan lindo como todos lo pensaban. Todo estaba arruinado.

-Mmm... XiuMin... Qué apretado estás. -Murmura jadeante JongDae, mientras sus embestidas eran profundas y dolorosas para su pequeño compañero.

-Uhm... -Pequeños quejidos de dolor y sollozos era lo único que emitía MinSeok, mientras aferraba su rostro a las sábanas, escondiendo el mismo. El dolor era totalmente insoportable.