Perkins siempre se había caracterizado por ser una mujer difícil de tratar, y para mi suerte, Aquella mañana la amable y comprensible Perkins se había terminado para mi, que ella hubiera muerto no le importaba más, los padres se habían quejado de que mis clases no eran lo suficientemente buenas para sus hijos y ni hablar de los padres que tenían hijos en los clubes que yo impartía en las mañanas, todos se preocupaban por las olimpiadas de física.
-Adam... - Dijo ella mientras dejaba su taza de café en su escritorio, el cual estaba a tope de papeles, los cuales la mayoría simplemente estaban allí para hacer una simulación de trabajo, realmente, Perkins no hacía nada en todo el día, su trabajo era el mismo que el del diablo, fastidiar a los mortales.
-¿Si?- dije yo, para variar un poco la situación, estaba un poco distraído.
Perkins llevaba ese día un traje azul, el pelo recogido en una coleta como si fuese una versión terrorífica y humanoide de Jessie la vaquerita de Toy Story II, Demonios, desde el otro lado del escritorio podía sentir el olor de su perfume, Halloween de J. Del Pozo.
Tan dulce, y agradable, ¡Dios!, tan distinto a ella.
-Muchos padres nos han llamado... -comenzó a decir ella, ¿Por qué se tomaba tantas pausas para decir algo sencillo?. <<Adam no te queremos más aquí...>>
-¿Si?, yo también los he llamado, pero al parecer a ellos no les ha interesado en absoluto.- Dije yo con un tono que de seguro habría usado cuando ella estaba aquí, sarcastico.
Perkins enarcó una ceja, extrañada por aquella respuesta, luego de un momento sonrió mostrando sus dientes, estaban lejos de ser perfectos o levemente atractivos, eran dientes que no eran desagradables, pero tampoco eran Atractivos, simplemente normales, los dientes de alguien que se limitaba a lavarse los dientes luego de cada comida y hacerse una limpieza anual.
-Los padres han hecho una solicitud pues consideran que tu nivel académico está muy por debajo de lo que debería.- Dijo ella con ese tono tan característico suyo, como dije antes, como el del mismo diablo.
-¿Si...?, Sus hijos tampoco son una gran maravilla, me gustaría decirles que su nivel académico tampoco es lo suficientemente alto como para alardear de ello, yo tampoco los quiero en mis clases, pero debo soportarlo día tras día, Interesante que nos relacionemos en eso, ¿No cree?.- al momento en que las palabras habían salido de mi boca me sorprendí de sobremanera, <<¿Que rayos haz dicho, Adam?>> Me dije mentalmente.
Perkins me miraba atónita, ¡A que no te esperabas esa Perkins!.
-Adam, Creo que ya sabes lo que significa que los padres pidan eso, ¿No?.-
-Si, Creo que mudaré mi trasero a mi sillón por un buen rato.- Dije sonriente.
Perkins puso una cara de desagrado, como buena mujer de iglesia, las palabras como: <<Trasero>> eran totalmente ajenas a su vocabulario, ¿Cómo lo llamarían los religiosos?, ¿"Culo"?, definitivamente no.
-Adam, lamento decirte que no eres parte de nuestro equipo...- Dijo ella, me limité a sonreír.
¿Lo esperaba...?, Totalmente.
ESTÁS LEYENDO
El que la amó incluso cuando ya no estaba aquí.
RomanceLuego de haber sido devastado por la muerte de su adorada esposa y haber abandonado la enseñanza, el profesor Adam Parker, decide re tomar uno de sus viejos hobbies, la pintura. Por lo que incursiona en una escuela dominical de pintura en la cual co...