viaje

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Tras un día de camino, nos encontramos en la cima de una colina. Fenro esta de guardia mientras el resto descansamos.
A media noche me despierto.
- Deberías descansar- aconsejo.
- Debería...
Oímos un ruido y cojo mi arpón. Lo activo.
Tres sombras se acercan a nosotros rapidamente. Orcos.
Antes de que el primero me alcance, pulso un botón del arpón, pero lo esquiva.
Levanta una espada, y antes de bajarla tiene mi arpón clavado en el estomago.
Me giro, y a mi espalda están los tres humanos, aterrorizados, con orco prácticamente encima.
Fenro esta ocupado con el otro, así que me abalanzó hacia el, pero este alcanza a Widu bajo las costillas en un lateral.
Le clavo el arpón y lo saco.
- Fenro- me entra el pánico.
Viene corriendo, con un corte en la mano. Aunque sea bueno, no siempre es suficiente.
- Haced algo- dice Dart.
Observo la herida y me concentro. Me acerco.
- La herida no es mortal, no si la tratamos ahora, pero hay que ir de inmediato a la ciudad de plata.
Saco mi pluma para hacerle una runa.
- Trae me agua- ordeno.
Me toco la frente con la mano izquierda y escribo con la otra una runa de curación al lado de la herida.
Después le hago una de reposo en la frente, para que se tranquilice.
Saco unos cuantos frascos de mi capa y rocío el interior en su herida. Mis lágrimas.
Luego, con hierba, agua y lágrimas hago un brebaje para revitalizar le. Lo haría con lavanda, pero no hay tiempo para buscar.

Caigo exhausta al suelo. Dart y Pendo rodean a Widu, mientras Dentro me da agua.
- Creí que te desmoronarias- susurra-. Pero lo has llevado bastante bien.
Un sudor frío recorre mi frente.
- Hay que marchar ya, vendrán más.
Pongo a Widu en mi caballo, junto a mi, mientras los demás galopan tran mía.
------------------------------------------ Es buena chica.
- Ha sido increíble, nadie del pueblo pelea así.
- Hombre, ni ningún guardia de ningún tipo.
- Sigue siendo mía.

La sirena perdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora