la Rebelde & el Otaku

Capítulo 1: Resiste Akira resiste

Desde agosto he estado preparando una lista de cosas que debería hacer para impresionar a mis próximos compañeros. Según mis padres tendría que tachar cosas de allí debido a que quería comprarme demasiado material a si que, cuando esta semana fuéramos a Carrefour, compraría lo que es realmente necesario para que el primer día del instituto no sea una mierda.

Lo principal es deshacerme de la mochila que tengo ahora, según le he visto a mi hermana siempre lleva una mochila sin dibujos, sin chapas y de unos colores oscuros a si que compraré una mochila más o menos bonita pero sin que sea tan infantil, lo siguiente es el estuche, los lápices de colores, ceras, lápiz y gama y, sin ser lo menos importante, un tipex. También necesito unas libretas normales para parecer un chico más o menos normal. Y creo que eso es todo, si se me olvida algo luego le preguntaré a one-chan.

Mi madre me dijo que me iba a llamar a las cinco y media y ya son las cincos y veintisiete y no escucho ni un solo movimiento en casa. A lo mejor estoy exagerando las cosas pero si alguien te dice que va ha hacer esto a x hora antes de las x tendría que ir aunque estuvieras haciendo algo o por lo menos eso es mi norma.

Esto ya es desesperante, son las cinco y treinta y dos y nadie a llamado por esa puerta a si que, por lo que veo, tendré que bajar yo mismo. Con todo mis esfuerzos me levanto de mi cama, me pongo mis converses, abro la puerta y bajo las escaleras.

—¡Mamá! Me dijiste que me llamarías a las cinco y media y ya pronto son menos veinticinco, dame una razón que me valga para no enfadarme contigo.— Le contesto a mi madre intentando no perder más la cabeza. Mi madre, cuyo nombre es Miriam, no se preocupa por nada, es despreocupada y relajada y ese es el motivo por lo que algunas veces me pregunto si soy adoptado o no. «¿Cómo papá la aguanta?». Pienso mientras me siento en el sofá al lado de mi madre para hablar con ella.

—Hijo tranquilízate que las tiendas no se cerrarán si vamos a las seis —Me dice sin levantar la mirada de la pantalla—. Vamos, siéntate y veamos «Friends».

—No quiero ver esa serie mamá, lo que yo quiero es ir a comprar mis cosas —Le contesto a mi madre para que levante su trasero del sofá—. Si vamos ahora, te prometo que te enseñaré la serie que te dije.

—¿Sin censura? —Me pregunta mi madre.

—La versión que hay es medio censurada a si que la que hay ¿okay?

—Okay

En el Carrefour

Aunque parezca irreal aquí, por lo visto, en septiembre hay pocas cosas de material escolar en mi ciudad y no lo entiendo, se supone que debería estar cambiándolos poco a poco y reemplazando el lugar que se gasta por el mismo artículo.

—Compraremoslo que esté en esa lista y que encontremos, pero si no encontramos todo no es mi culpa si no la tuya —Me dice mi madre con una media sonrisa. ¡No es culpa mía! Yo no tengo la culpa que tuviera que volver a ahorrar por gastarmelo en un juego de la nintendo, lo quería desde el año pasado pero claro «ya eres mayorcito para eso»Claro que si j*d*r.

Mi madre consiguió convencerme de que es mejor comprar un archivador y los recambios para cada asignatura que comprar un montón de libretas que me llenen la mochila, a si, no se si os he hablado de la mochila pero al final me compre una mochila de la tienda «Decima»con su estuche. Bueno al caso, ahora lo difícil es que encuentre un archivador de adulto que me gus...¡ahh! que hermosura de archivador,es tan bonito. Seguramente si ahora se lo mando a Marc se moriría de envidia y es que encima, trae una tarjeta y una pegatina. Me he enamorado...

—¿Los minios? —Pregunta mi madre por detrás asustándome —. Al instituto dijiste que una que represente que eres mayor y esa...no es la muy apropiada.

—¡Ya lo sé mamá! No necesito tus consejos.

Después de poner cuidadosamente el archivador en la cesta fuimos al pasillo de las libretas para comprar la de Inglés y la de Francés. Esta vez si escogeré la adecuada, no tendré ningún desliz, no cogeré ninguna que parezca muy infan....¡Dios! No puede ser.... ¡Es la verdadera libreta de...!

—No—Dice mi madre antes de dejarme terminar mis pensamientos.

—No pensaba comprarla —Le contesto.— Aparte son mis cosas.

—Pero es mi dinero.

                              

                                                                                             ***

Al final compramos más cosas innecesarias que necesarias. Mi madre se obsesionó con comprarme una agenda sabiendo que en el instituto nos daría una, también ha comprado un montón de subrayadores decolores, pegatinas, clips etc.

Al llegar a casa mi querida hermana mayor y su querida amiga, que permiteme añadir que confunde a Suzuki con una marca de coche, se encuentran tumbadas en el sofá mirando atónitas la televisión.

Permitidme haceros una pequeña descripción de mi hermana en tres sencillos puntos:

1er Es una de las personas con el cerebro tan chico que sin una lupa eres incapaz de ver.

2nd Solo sabe un tipo de canción que son todas las mismas, es decir,solo tratan de me pones muy caliente y lo vamos a hacer en la arena.

3ro No sabe palabras que estando en 4 de la eso debería saberlo de sobra.

Ni le saludo, me dirijo a mi habitación y me encierro con llaves.Quiero pensar en paz y tranquilidad, centrar mis ideas y idear la mejor forma de pasar el instituto lo más guay posible.

Me dirijo a mi estantería y busco la caja donde guardo mis cascos pero mientras la saco la nintendo, que estaba encima de la caja, se cae y se me rompe el cristal de la pantalla superior.

—¡Mierda!—Digo mientras intento cogerla sin que se despedace pero es imposible ya que, cada vez que la levanto del suelo un cristal se cae.

Rápidamente cojo el cepillo y el recogedor y recojo los trocitos de mi querida pantalla de la nintendo. Cuando termino cojo los cascos, los enchufo al teléfono y pongo una canción pero no suena y recuerdo que mi querida hermana se los cargó la ultima vez que los usó.

Al final me quedé tumbado en la cama sin nintendo y sin música.Últimamente he tenido muy mala suerte pero aún así la fecha de la presentación del instituto se acerca y me hace sonreír y, sin percatarme me quedé dormido pensando en lo bien que lo voy a pasaren mi instituto de mis sueños.