Bueno, ahora sí hemos llegado al final de esta historia, me alegra que les haya agradado, muchas gracias por sus comentarios, muchas gracias por haber estado conmigo hasta el final, espero no decepcionarlas con el epílogo, y que sea de su agrado, aunque es un poco corto.
Sailor Moon no me pertenece, ya que es propiedad de Naoko Takeuchi, yo solo tomé prestados a algunos de sus personajes para esta historia.
Pd.: Las canciones que me inspiraron para escribir esta historia son: principalmente "9 crimes" de Demien Rice, aunque no tenga nada que ver con la historia, pero fue mi principal inspiración, y, "Quiero tenerte" de Paty Cantu, la cuál me ayudó a darle nombre a esta historia, además de inspirarme en ciertos momento de la historia, espero puedan oirlas e imaginar mi historia en compañía de ellas.
=^.^=...Ari...=^.^=
Han pasado cerca de seis años desde el día en que me convertí en la señora Chiba, qué si soy feliz?, claro que soy feliz, tengo a un esposo que me ama mucho, y a una hermosa hija, la cual amo con todas mis fuerzas, qué si aprendí a amarlo?, claro que aprendí a amarlo, en algún momento me ilusioné con él, así que decidí avivar esa ilusión, para poder verlo como el hombre al cual amo, y con el que pasaré el resto de mi vida.
Veo como una pequeña de pelo rosa atado en dos coletas corre por el parque, y tras ella su padre, el cual se volvió loco de felicidad hace cinco años al saber que tendríamos a esa pequeñita, puedo ver en sus ojos que la ama mucho, y que es feliz, igual que yo soy feliz al tenerlos.
Un poco más lejos veo como una pequeña de ahora 9 años sonríe al ver a mi pequeña pelirosa, y corre a su encuentro, qué quién es esa niña, esa niña es Hotaru Kou, así es Kou, la hija de Kakyuu, a la cual Seiya adora como su propia hija, siempre está al pendiente de ella, la quiere mucho.
-Vaya que esa niña es muy energética-, me dice Darien mientras se sienta a mi lado, y deposita un beso en mis labios.
-Eso lo sacó de su madre, no hay duda-, escucho decir a Seiya mientras él y Kakyuu se acercan hasta donde estamos.
Qué si Kakyuu y yo ahora somos amigas, pues no exactamente, más bien somos conocidas, nunca ninguna de las dos hemos tocado el tema de la carta, y estoy segura de que nunca lo haremos, no hay necesidad de ello.
-Hola Kakyuu-, saludamos Darien y yo.
-Hola Serena, Darien-
Y así comenzamos a platicar, mientras vemos a Seiya alejarse tras de una pequeña niña de cabellos rojos iguales a los de su madre, la pequeña Chibi Chibi, la cual llegó a este mundo hace tres años, la hija de Kakyuu y Seiya.
Cómo es que llegamos a este momento, pues hace cuatro años, cuando la pequeña Hotaru tenía 5 años y mi pequeña Rini uno, Seiya decidió que era momento de regresar a Japón y sentar cabeza, así que decidió casarse por fin con Kakyuu, un año después llego Chibi Chibi su pequeña hija, cabe decir que Darien y Seiya trabajan para la misma empresa, por lo cual les fue más fácil retomar su amistad, y así entablar una relación amistosa entre nuestras familias, y claro, las niñas son las más felices por poder verse seguido.
Nunca en mi juventud me hubiese imaginado esto, ver jugar a mi hija con las hijas de mi primer amor. Qué si me arrepiento?, no, nunca me he arrepentido de haberme casado con Darien y nunca lo haré, qué si sigo amando a Seiya, si, a veces sigo sintiendo a mi corazón acelerarse cada vez que lo veo o escucho, pero no hay nada de qué preocuparse, porque el día de mi boda hicimos una promesa, la cual se que él cumplirá al igual que yo lo haré.
Me dolió mucho dejarlo ir, pero ese dolor se fue apagando desde el primer momento en que vi esos ojos rubí, y esa peculiar cabellera rosa, así es, mi pequeña Rini ha sido mi remedio para todo ese dolor, y la razón por la cual sé que la vida me tenía preparado algo mejor a lado de Darien.
-En que piensas Serena?-, veo a Darien que me está observando con curiosidad, no se cuánto tiempo me perdí en mis pensamientos, pero se la respuesta a su pregunta, una respuesta de la cual estoy muy segura.
-En lo mucho que te amo Darien,- lo veo sonreírme mientras toma mis hombros entre sus manos, y poco a poco acerca su rostro hasta el mío, para así nuevamente depositar beso en mis labios, un beso colmado de amor y felicidad, al cual yo respondo de la misma manera...
Fin
Perdón si es muy poco, pero creo que es lo que le faltaba a la historia, no más no menos, y una vez más gracias por su preferencia, espero pronto nos leamos en otra historia.