-Raquel, ¿puedes venir un momento por favor?-Le dije mirándola con cara de enfado.
Raquel me miró con muy mala cara, no sé que estaría pensando pero fuera lo que fuera no era algo bueno. Siguió hablando como si nada. Me acerqué a ella y la aparté bruscamente de su lado.
-¿Qué coño haces? Déjame en paz joder- Me dijo mientras intentaba soltar mi mano de su brazo.
-Arnau, no quiero que vuelvas a hablar con mi hermana ¿entendido?- Le dije mirándole con cara de desprecio.
-Lo siento preciosa pero tengo que quedar con tu hermana para hacer el trabajo de tecnología, tú decides ¿quieres que Raquel apruebe o suspenda?- Me dijo Arnau con una medio sonrisa en la cara.
-¿Me acaba de llamar preciosa? ¿quién se cree este tío?- Pensé mientras le miraba con ojos desafiantes.
-Vámonos Arnau, es gilipollas- Le dijo Raquel cogiendo a Arnau por el hombro y alejándose de donde yo estaba.
Vi como se alejaban poco a poco y a cada paso que daban la sangre me hervía cada vez mas. Estaba muy enfadada con ella, no quería saber nada... yo ya se lo había advertido. No me podía creer como mi hermana pequeña me había hecho tanto desprecio, no me podía creer que por culpa de una persona así de desagradable ella estuviera empezando a cambiar.
Iba sola de camino a casa. No había vuelto a ver a mi hermana desde aquella discusión que tuvimos en el pasillo del instituto. Sabía que estaba en casa de Arnau pero no sabía si estaba bien o mal.
Abrí la mochila de clase y saqué las llaves de mi casa. Aun me sigo preguntando como puedo llevar ese llavero tan cutre, ese patito de terciopelo amarillo y con las patas naranjas que me compre cuando tenía 6 años. Entré a casa y lo primero que hice fue buscar a mi madre.
-Sara ven, tengo que contarte algo- Me dijo mi madre desde mi cuarto.
Subí arriba rápidamente. Mi madre parecía insegura y le temblaba la voz. Entré a mi cuarto y vi a mi madre sentada en la cama.
-¿Qué pasa mamá? ¿te ha pasado algo?- Le dije mientras dejaba la mochila en el escritorio preocupada.
-Siéntate, voy a aprovechar que no está ni tu hermana, ni tu padre en casa- Me dijo señalando la silla del escritorio.
Me senté y noté como me temblaba la pierna.
-Sara... verás hace un tiempo estuve con un hombre que se llama Pablo. Es muy agradable y simpático, me encanta su manera de ser pero tu padre un día me pillo hablando con él, le cogió tantos celos que desde ese mismo instante me empezó a pegar. Yo no quería nada con él porque estaba con tu padre pero sentí algo por él que no sentía con nadie más. El caso es que le he puesto una orden de alejamiento a tu padre, he buscado un piso a 3 kilómetros de aquí y vamos a vivir con Pablo y su hija.
Sé que no es fácil para tu hermana y para ti pero ahora soy feliz y hacia meses que no lo era.- Me explicó mi madre mirándose las manos y haciendo pequeños círculos con sus dedos.
-Tranquila mamá, lo entiendo y mi hermana también lo entenderá. Para nosotras es importante tu felicidad así que adelante- Le dije sonriendo y poniéndole la mano derecha en su hombro.
Mi madre sonrió y me abrazó muy fuerte.
-Esta misma noche nos vamos, no quiero volver a encontrarme con tu padre- Me dijo mirando a la puerta.
De repente se escuchó la puerta de la calle cerrándose muy bruscamente. Oí unos pasos fuertes hacia mi cuarto. Se abrió la puerta y...
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UNIDOS POR UN DESTINO.
Teen FictionSara es una chica rodeada de gente que no la comprende, cansada de vivir en su pueblo y de soportar a la pardilla de su hermana Raquel. Nadie sabe el extraño secreto que esconde, el amor incondicional que le tiene a un chico llamado Iván al que lo...