Capítulo 7 ¡La historia de Lucario!

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Mis piernas en lo único que pensaban era en correr, correr y correr. No hacía otra cosa que correr y pensar en el pobre Lucario, y en el tiempo que quedaría. Entré corriendo por la puerta que daba al jardín y me dirigí corriendo a la cocina.

-¡Cintia tengo la planta! -grité al entrar.

-¡Venga, métela dentro de este cesto! -dijo mientras apuntaba con la cabeza a un cesto pequeño que estaba lleno de las bayas que había dicho antes.

- Ahora atenta... -yo asentí con la cabeza- primero prepara una olla con agua hirviendo ha 80ºC y échale las bayas y las hojas.

Seguí sus indicaciones al pie de la letra y en una hora ya estuvo todo listo. Era una pasta de un color verde intenso, con distintos colores por el centro. Cogí una silla, me senté al lado de Lucario, que seguía tumbado en el sofá y le di de comer esa pasta extraña, pero no habría la boca.

-Venga Lucario... esta pasta te hará sentir mejor, ya verás -le dije mientras abría poco a poco su boca- Así... muy bien.

-De acuerdo, ahora solo tiene que reposar -dijo Cintia mientras se dirigía con su familia.

Entre tantas emociones y prisas, no me había dado cuenta de que ya era de noche. Cintia se acurrucó con Celio y Marie en una alfombra del salón, Charmander estaba con ellos, yo iba a levantarme e ir con ellos también pero decidí quedarme en la silla para vigilar a Lucario, por si empeoraba o se despertaba. Estuve intentado mantenerme despierta por si ocurría algo pero al final, el sueño me venció.

Pov. Lucario

Me sentía dolorido, moviera lo que moviera me dolía. Poco a poco abrí los ojos, lo primero que vi fue un techo. ¿No estaba yo luchando contra Blaziken? ¿Que hacía en una casa? Levanté la cabeza y a mi lado encontré una silla con una joven humana durmiendo en ella. Dormía tranquilamente y mechones de su pelo cubrían su rostro. La verdad... se veía hermosa. Miré a mi alrededor y pude comprobar que si estaba en una casa, también vi a 2 Sawsbacks y un Deerling que identifiqué enseguida y a un Charmander que no reconocí. En ese momento, uno de los Sawsbacks despertó.

-Hola Lucario... ¿Como te encuentras? -habló ella.

-Hola a ti también Cintia, me encuentro bien gracias pero... ¿Donde estoy?

-Tranquilo, estas en casa de esa chica -señaló con su cornamenta a la hermosa joven que dormia plácidamente- Su nombre es Miwaru y es la hija de aquel hombre que te cuidó de Riolu -respondió ella medio adormilada.

-Ya veo..

-Mañana seguimos hablando, estoy cansada y supongo que Miwaru se alegrará de hablar contigo... y ver... que estas bien... -dijo mientras se dormía de nuevo.

-"Ella... ¿me salvó?" -pensé mirando de reojo a la muchacha antes de dormirme de nuevo.

Pov. Miwaru

Ya era de mañana, miré el reloj y eran las 10:00 de la mañana. Ya era bastante tarde.... me levanté y comprobé que todos estuvieran bien y que dormían. Me dirigí a la cocina y preparé el desayuno, unas tostadas con Nocilla y un zumo para mi, unos Pokecubos para Charmander, un cuenco grande de bayas para Cintia, Celio y Marie y para Lucario calenté un poco mas de esa pasta que sobró de ayer y unas cuantas bayas. Lo coloqué todo en la mesa y volví al salón en donde Cintia y Celio ya se habían despertado.

-Buenos días chicos -les saludé con una sonrisa.

-Buenos días querida... -me saludó Cintia- Creo que hay alguien que ya se despertó -esto último lo dijo mirando al sofá.

Cuando terminó la frase, del sofá se levantó Lucario, era mas alto de lo que parecía, bastante musculoso y de mirada fría, como la mayoría de Lucarios. Este se dio la vuelta y se acercó a mi.

-¿Vos sois la señorita Miwaru? -preguntó como si de princesa se tratara. Yo asentí con la cabeza y le dediqué una sonrisa. Entonces, Lucario se arrodilló delante de mi.

-Gracias por rescatarme de la pelea que tenía contra aquel Blaziken

-N-no fue nada..... -dije sorprendida y sonrojandome leve- Por favor levántate -él se levantó, sin duda era alto, era un poco mas alto que yo.

-Y por favor, no me trates de vos, llámame Miwaru ¿Si? -le dije con una sonrisa.

-De acuerdo.

-Ahora... mientras los peques despiertan, ¿podrías explicarme a que venía esa pelea? -pregunté curiosa.

-Verá Lady Miwaru -yo intenté decirle que no me llamara así pero no me hizo caso- Yo soy un Lucario de las montañas del Norte, mi deber es velar por la seguridad de las montañas. Un día, uno de los Pokemons del Bosque vino a por mi ayuda, por lo que se ve, había un Blaziken que había entrado en una cueva y se había hecho dueño de ella, echando a los Pokemons de su interior.

Yo escuchaba con interés.

-Al aceptar ayudarles, fui a ver que ocurría con ese Blaziken, aquí los Blaziken no son muy comunes así que fui a ver si a lo mejor se había perdido o confundido, pero antes de que pudiera decir algo empezó a atacarme sumido en la misma locura, hasta el punto de que si no me hubierais ayudado, Lady Miwaru, Lady Cintia... -se volvió a arrodillar- Ahora no estaría aquí para contarlo -se levantó.

-No fue nada... tan solo no me gustaba el comportamiento de ese Blaziken -le respondí yo- ¡Pero no podemos dejar que Blaziken se quede con la cueva de los pobres Pokemon que tuvieron que irse! ¡Mañana a primera hora vamos a ir a retar a Blaziken para que se vaya de aquí!

-¡Por mi podemos ir ahora mismo! -gritó Charmander emocionado y acercándose al oír la conversación.

-Debemos dejar que Lucario se recupere del todo, y tu tendrás que apartarte del tema esta vez -le aclaré yo.

-¿Por qué? -dijo con cara suplicante.

-Si Blaziken atacara la casa necesitaría un guardián y Marie sola no podrá contra él ¿No crees? -le mentí yo. No me gustaba lo de mentirle pero era demasiado peligroso.

-De acuerdo...

-Bien -le di un tierno beso en la cabeza- ¡Ahora todos a desayunar! -sonreí dándoles a todos el desayuno que había preparado.


Entrenadora primeriza, mi gran aventuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora