En El Diario de Z

No es un buen día

Querido cuaderno de tapa azul, esta semana es algo pésima, sigo pensando como Mel y Seamus se van a reconciliar, ultimamente ambos se evaden y por este motivo no pasan tiempo conmigo, es algo muy curioso. Sarah y Jonny estan bien, aunque ya casi ni lo veos juntos.

-Hola Z, ¿Qué haces?

-Hola Sarah, solo escribía en mi...cuaderno de historia.

-¿Te dejaron de nuevo?

-Eh...- de verdad me hubiera gustado decirle a Sarah que mi madre tuvo que llevar a mi hermanita a su cita con el psicólogo infantil y que me dejó en el colegio, pero eso solo haría que Sarah me viera con lástima y de verdad no necesito esa mirada. Siempre he creído que las cosas de la casa no son cosas que compartes en el colegio, simplemente me parecen ámbitos diferentes.

-Ya veo, ¿Te vienen a buscar?

-Espero que si-dije sonriendo de lado, no estaba bromeando pero al parecer a Sarah le causo gracia- ¿Estabas practicando?

Sarah asintió sonriendo, no se si ya lo había mencionado antes, pero a ella le encanta tocar el violín. El estuche del instrumento de cuerdas colgaba a un lado de su hombro derecho.

-¿Has aprendido mucho?

-Solo lo básico en cuanto a leer partituras, pero soy buena en la práctica-la chica se apartó el cabello con modestia y le dije a Sarah que me enseñara alguna canción.

Saco el violín con sumo cuidado del estuche y agarro el arco con delicadeza, la madera oscura del instrumento resplandecía, luego el sonido inundo el pasillo de los bancos a las afueras del colegio. Sarah tocaba con gracia el instrumento, al principio se veía insegura pero luego adquirió una postura más firme.

-No puede ser-dije cuando reconocí la melodía.

-¿Qué?-ella guardo el violín cuando termino.

-Esa canción es de "Zelda Ocarina of Time".

Sarah asintió- Creo que si, no juego muchos video juegos pero solo me gusto esa canción por que la escuche mientras mi hermano jugaba el video juego.

Después de un rato de recomendaciones de juegos y canciones me llego un mensaje de mi madre.

"Lo siento cariño, no voy a llegar a tiempo, salí tarde del psicólogo de tu hermana y hay mucho tráfico"

Bufé con fastidio, se que no es su culpa pero ahora tendría que irme caminando y agarrar como tres autobuses para llegar hasta la casa y eso si conseguía puesto, si no, seria un viaje parado.

-Oh, ya llegaron por mi...¿Z?

Yo solo murmuraba por lo bajo.

-¿No te vienen a buscar?

-Eh... tengo que irme ya si quiero alcanzar el bus.

-Yo te puedo acercar a tu casa, tranquilo-Sarah sonrió y como sabía que me iba a negar me jaló por el brazo, cuando su madre nos saludo sabía que ya no podría irme. La señora sonrió amablemente y acepto en acercarme a mi casa, yo asentí algo avergonzado, no me gustaba tener que molestar a las personas o pedir favores.

La madre de Sarah estuvo hablando conmigo durante todo el camino, es muy dulce y le mando saludos a mi madre.

-¡Adiós Z!-dijo la señora tocando la bocina y Sarah se hundió en el asiento, yo solo me reí mientras le devolvía el gesto de despedida.

Tenia que caminar unas cuadras más antes de llegar a mi casa pero vi a Tomás caminando por el otro lado de la acera y cruzo el semáforo, me dio un poco de curiosidad así que como tampoco tenia muchas cosas que hacer, lo seguí, luego me di cuenta de que se dirigía arriba por la principal, tal vez iba a visitar a alguien o eso pensaba hasta que entro a la clínica.