En El Diario de Z

San Valentin II

14 de febrero

El día ha sido tan entretenido... El amor está en el aire por así decirlo. Tomás llego de un muy buen humor en la mañana, claro, estaba animado por su fiesta. Jonny trajo un ramo de rosas y se lo dará en el recreo a Sarah. Mel se ve algo... Sombría... No se ve feliz en lo absoluto.

-Hey, ¿por que esa cara Mel?- dije sentándome en el pupitre delante de ella, no creo que al profesor de física le importe.

- ¿Que cara?

- Tu sabes, esa expresión de "si me hablas probablemente te muerda", esa no es tu cara de todos los días.

-No Z, mi cara debería ser "llegas a decir Happy Valentine's Day o algo parecido y... Corre"- dijo sonriendo amargamente.

-Pero que ánimos... ¿Qué paso?- pregunté alzando las cejas, Mel solía ser muy dulce, que respondiera de esa manera era motivo para preocuparse.

Mel suspiro y dejo de escribir en el cuaderno- lo siento Z, es sólo que... Hoy no es un buen día.

- Bueno, es sólo otro día, ¿Que tiene de diferente?

-Silencio por favor- dijo el profesor golpeando su escritorio con un libro, Mel y yo pegamos un pequeño brinco del susto en nuestros asientos... Un compañero se despertó cuando ya iba por el quinto sueño y una compañera casi deja caer el celular por la sorpresa.

Le mande una nota a Mel.

"Ya enserio, que pasó? Problemas en el comité con las galletas o algo así?"

"No Z, es simplemente que este día no ha... Empezado bien"

"Es tan personal que no me lo puedes decir?"

"Bueno... Digamos que.... A ti te gusta alguien"

"Veo mariposas y cosas así, ya me lo imagino, oh por dios, soy demasiado cursi Mel"

"Jajajaja hablo enserio Z"

"Bien, continúa"

"Esa persona que te gusta no sabe lo que sientes y no se lo puedes decir porque la persona que te gusta está enamorada de alguien más"

"No sabía que te gustaba alguien Mel...."

"Es que me fastidia esto, supongamos que esa persona te dio un chocolate de San Valentín y es genial estar con él y bueno, te confunde porque no sabes si seguir siendo su amiga incondicional o si tienes oportunidades"

" Yo creo que deberías decirle lo que sientes, si te gusta mucho..."

" Si supieras..."

"Tal vez deberías arriesgarte, al fin y al cabo puedes usar San Valentín como una excusa para invitarlo o algo así.... Espera, yo lo conozco?"

"A quien?"

"A la persona que te gusta"

"A lo mejor.... Si"

-¿Qué?- dije en voz alta y el profesor golpeó su regla contra su escritorio para decir que nos calláramos.

- ¿Algún problema?-dijo el profesor ajustándose las gafas. Era bajito, Calvo y tenía la nariz puntiaguda, el profesor en mi opinión parecía más duende que humano.

-ehhh... Que no.... Entendí este ejercicio-dije poniendo mi mejor cara de "no tengo idea de lo que habla", tal vez no la tuve que finjir mucho.

-Bien, lo explicare otra vez- el salón exclamo de lo fastidiados que estaban y el profesor Duende los mando a callar- Veamos, si ustedes poseen una polea cuya resistencia....

-Gracias Z- dijeron algunos mirándome con fastidio, los ignore. Me quede viendo a Mel, ¿quién será la persona que le gusta?,¿La conozco?

Después de que sonara el timbre, perdí de vista a Mel. Subí al laboratorio de Química.

Seamus estaba allí y trataba de esconder regalos de San Valentín en su bolso, no podía finjir.

-Vaya, eres muy solicitado- dije riendo.

-Shhh... Z, son cartas de....

-Déjame adivinar, tu club de fans de primer año- dije alzando una ceja. Verán, a Seamus le gusta tocar la guitarra y cantar, de hecho tiene un par de vídeos en la web (claro, era más pequeño), también es voluntario y ayuda a la Profesora de música con las clases en la tarde. Desde hace algún tiempo conoce a chicos de todos los grados en el colegio y eso incluye a sus admiradoras de primer año, quienes incansablemente lo buscan para pedirle consejo, para cantar con el o para regalarle cosas y ver cual de ellas es su favorita.

-Son de Nikki, creo que esta enamorada de mi- dijo Seamus con evidente preocupación, Nikki era linda pero Seamus no la veía más que como una hermanita pequeña.

- ohhh, ¿Cuando te diste cuenta?- dije sentándome en la mesa del laboratorio y abriendo mi cuaderno para dibujar.

-Z, esto es serio, no le quiero romper el corazón.

Suspire y por un momento agradecí no tener que pasar por esa situación- bueno, puedes decirle con sutileza que no te gusta.

-Jajaja, ¿alguna otra idea?- dijo Seamus inclinado hacia un lado para ver que escribía en mi cuaderno.

-Puedes fingir ser la persona más desagradable que existe.

- No eres de gran ayuda- dijo Seamus fastidiado y cuando vio lo que estaba escribiendo me empujo- ¡Hey!

-jajaja, lo siento Seamus pero así vas a acabar si no le dejas en claro tus sentimientos a Nikki- dije evitando que agarrara el cuaderno donde había una caricatura de dos personas besandose, en los marcos de la hoja decía "N + S" "Cantemos una canción Seamus" "Nikki enamorada del guitarrista Seamus" y cosas así- sólo dile que no te gusta.

-no es tan fácil.

- Ja, es eso o decirle que tienes novia para que te deje en paz- dije rodando los ojos.

- No soy tan cruel- dijo Seamus y dejamos de lado la conversación.

El resto de la clase fue muy aburrida, un chico vestido de cupido llego para repartir las rosas y los cupcakes de admiradores secretos.

Clara recibió cinco cupcakes y dos rosas ;Emil recibió dos cupcakes, un peluche y tres rosas; Seamus recibió tres cupcakes... Así era siempre, los que más regalos recibían eran los más "atractivos" o "amigables" por así decirlo, de repente algo llamo mi atención, el chico disfrazado de cupido se paró en frente mío y me dio una rosa.

- Emmm, ¿alguien a quien deba entregárselo porque faltó?- dije extrañado.

-No, esta es para ti Z- dijo el chico sonriente y se fue.

Me quede mirando la flor como si fuera veneno salido de las más profundas oscuridades del inframundo, a mi nunca me habían entregado nada en San Valentín.

Todos en el salón silbaron y rieron ante la pequeña rosa azul con un lazo morado que me habían entregado.

-Eso Z, y que no tienes un San Valentín- dijo un compañero pestañeando, Seamus se rió.

-Ves Z, San Valentín no es tan malo después de todo.

No, era mucho peor, ahora no sabía quién me pudo haber mandado esa rosa, muchas preguntas se arremolinaban en mi cabeza, no sabía que hacer con la pequeña planta de pétalos azules que para mis ojos seguían siendo veneno, un chiste, una broma, a mi nunca me dan nada por San Valentín.