Capítulo 2

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Mire mi horario del día: ciencias
En Lagoon Falls Institute podías elegir en que ciencias uno se quiere profundizar. Yo no soy de esas que cortan ranas y ven por el microscopio, en realidad soy totalmente lo contrario, me gusta saber el porqué de las cosas; la parte teórica, así que no me quedaba más remedio que elegir física.
Caminé por el pasillo junto a Alicia la cual había elegido la misma asignatura que yo.
Entramos al salón y nos sentamos en nuestros asientos de siempre: al fondo a la derecha, y sacamos nuestros cuadernos.
-Muy bien alumnos, no hace falta presentarse ya que somos los mismos del año pasado y al parecer seremos siempre los mismos- dijo el profesor Towerrence tocándose sus gafas de marco obscuro y lente transparente y su cabeza con poco pelo canoso- hoy estudiaremos las dimensiones. Las dimensiones son distintos planos dentro del mundo, distintas realidades que existen y giran alrededor nuestro pero no nos damos cuenta. ¿A alguien se le ocurre alguna dimensión que me pueda decir? ya sea real, ficticia o sobrenatural.

El profesor señaló una alumna en la primera fila a la que reconocí como Mary, una chica estudiosa que siempre había estado en mi clase

-Podría ser la dimensión del "otro lado" ¿no?, usted entiende, el mundo de los muertos y todo eso.

Podría ser-dijo el profesor asintiendo con la cabeza con una sonrisa en su rostro.

-Entonces comenzaremos por esa dimensión ¿Está bien? La dimensión del "otro lado" o más conocida como la dimensión de los muertos: es donde se encuentran los espíritus que no han "subido" a ninguna parte, los que se quedan vagando en la tierra al tener asuntos inconclusos, o como un castigo. Como un purgatorio en la tierra.-él suspiró-o eso es lo que sale en los libros de ciencia ficción, pero nadie sabe si eso existe en la realidad.

-¿Usted que cree?-Alicia preguntó con tono curioso-¿Cree que esa dimensión exista?

-Yo creo que es algo de cuentos-él dijo sonriendo.-pero mejor hablemos de algo real-La dimensión de la velocidad, por ejemplo, resulta de dividir la longitud entre el tiempo...

El profesor empezó a hablar pero mi mente se cerró. La palabra dimensión de los muertos, el otro lado; sonaban una y otra vez en mi cabeza. Era tétrico y misterioso al mismo tiempo, pero algo sobre la palabra me llamaba.
Sonó la campana y me di cuenta que la clase había terminado.

Mi próxima clase era arte. Estas clases por lo general eran particulares, no muchas personas se postulaba para esta, la mayoría lo encontraba aburrido o raro, en cambio, a mi me encantaba.

Entré al salón. Había pinceles, brochas y atriles.

Me puse mi delantal blanco y tomé mi maletín con pinturas de la estantería, tome un pincel y empecé a dibujar en la tela; a veces no sabía que dibujaba, solo hacía líneas que se me venían a la cabeza.

Cambié los colores sin seguir un patrón, sentí un cosquilleo como si alguien si estuviera detrás de mí, mirándome. Me di vuelta pero no había nadie ahí. Raro.

"Seguro es por mi mamá" pensé, estaba muy preocupada

Sentí un mareo y como si algo me tocara el hombro pero no sabía que era. Mis ojos se fueron cerrando de a poco y mi vista se volvió negra.

Me dolía la cabeza, me levante del gran sofá en el que estaba acostada. Lo primero que divisé fue el corto y liso pelo rubio de Sophie. Una sonrisa se dibujó en mi cara y vi también los grandes ojos azules de Kristen.

-¿Estás bien?- Sophie dijo preocupada.

- Si, supongo.-dije levantándome-¿Qué pasó?

- No lo sabemos, te encontramos en el suelo y te trajimos al sofá.

En ese instante recordé el mareo y la presencia que sentí.

"Probablemente cosas mías."

Miré mi reloj.

-Me tengo que ir, tengo que ir a ver a mamá. Supongo que puedo saltarme clases por mi "accidente".

- Pero Kate estás débil todavía y....- Sophie dijo tomándome los hombros para que me volviera a sentar.

- Estoy bien- dije despidiéndome.

Salí del instituto y me dirigí al hospital.

Saqué un libro para leer mientras caminaba. Era raro leer mientras caminaba pero era un viejo hábito que nunca me había logrado sacar.

Me tropecé un poco con la acera y el libro se cayó aterrizando en el borde de la calle.

-Maldición-dije agachándome y tratando de tomar el libro sin salirme de la vereda.

Sentí un pequeño golpe en la espalda. Un chico alto de pelo castaño y ojos claros, muy apuesto debo notar, se había tropezado conmigo.

Me levanté junto con el libro.

-Mira por dónde vas idiota-dije enojada, había dolido.

El chico abrió la boca un poco como si no supiera si hablar o quedarse callado.

-¿Tu... me puedes ver?-él dijo asombrado.

Rodee los ojos. Odiaba los chicos que se hacían los idiotas como él.

-No, eres un fantasma-dije con sarcasmo pasando a su lado y chocando con su hombro.

Sentí algo al chocar, como una sensación de pena y alarma. Algo que no podía estar bien. Que no podía describir. ¿Pánico?

Me di vuelta. Pero él ya se había ido ¿Dónde?

Suspiré y seguí caminando hacia adelante confundida.

¿Qué acababa de pasar?


Entre la Vida y la MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora