Mientes (Peeniss)

Capitulo 2

-Gale, quítate, por favor...- Katniss empujo a Gale, quien le estaba besando en cuello. Los 2 se habían hospedado en la habitación donde siempre lo hacían. Gale cayó de espaldas en la cama y dio un gruñido.
-¿Ahora que, Katniss?- Gale no se molesto en ocultar la frustración en su voz -Hemos estado con lo mismo desde hace 2 semanas y ya estoy empezando a cansar- dijo sobándose con fuerza el rostro con las manos.
-Lo siento...simplemente no estoy de humor-
-Katniss, dime...¿Pasa algo malo?-Gale se acomodó de forma que quedara sentado delante de Katniss.
Todo...Katniss deseo que fuera fácil de decir, pero no lo era. Ni siquiera ella podía entender porque estaba actuando así, Gale tenía razón,habían de estado así desde hace 2 semanas.
Desde qué Peeta la dejo...todo se había vuelto un caos. Debió decirle a Gale que al fin era libre, pero simplemente no podía hacerlo, sentía como sí estuviera traicionado a Peeta, no podía entender nada, sólo tenía una cosa clara...extrañaba a Peeta, lo extrañaba con todas sus fuerzas.
Trato de vivir con normalidad, pero parecía que no lo estaba logrando, miraba los programas de comedia que veía con Peeta, en algunas de esas raras ocasiones en las que el se encontraba temprano por la noche, pero ya no le hacían gracia, sólo recordaba cuando los dos jugaban a quedarse en silencio para ver quien reía primero, y como ella como mala perdedora que era, siempre hacia trampa atacando a Peeta, haciéndole cosquillas en el cuello, hasta que Peeta tuviera los ojos llorosos por la risa.
Cuando se despertaba, iba directo a la cocina porque estaba acostumbrada a ver su desayuno listo en la mesa, Peeta usualmente se lo preparaba, Katniss no solía prestarle mucha atención, pensando que Peeta preparaba el desayuno para los dos porque era más práctico, después de pensarlo bien, se dio cuenta de que Peeta rara vez tomaba el desayuno.
Durante los fines de semana veía como Peeta, solamente tomaba una taza de café mientras leía el diario, Katniss se lamentaba por no saber de que forma le gustaba tomar el café a Peeta, era una pareja desconsiderada.
Era gracioso como este tipo de cosas la perseguían, ahora que era libre.
-Gale...démonos un tiempo- dijo en voz baja. Se levantó de la cama y empezó a abotonarse la blusa, nunca en sus casi 6 años de noviazgo había pensador este momento llegaría, el momento en donde le pediría un tiempo a Gael, estaban locamente enamorados...ahora, Katniss ya no estaba tan segura de sus sentimientos, romper la relación parecía lo correcto.
-¿Qu-Que?-Gale estaba confundido-¿Hice algo malo Katniss?
-No-
-Entonces...¿Por qué?
-Necesito un respiro...hemos estado haciendo lo mismo por 6 años, Gale-
-No te creo...el tiene algo que ver con esto, ¿No es cierto?, ¿Te dijo que dejarás de verme?-
-El no tienes nada que ver con esto...es mi decisión- en cierta parte era una mentira, Peeta sí tenía algo que ver...inconscientemente, al recordar la última conversación que tuvo con Peeta, su corazón le dolió, recordaba cuán vulnerable se veía Peeta cuando admitió que la amaba, y con cruel había sido la reacción de ella.
Cuando término de arreglarse, agarro sus cosas y miro a Gale.
-Ya me voy-
Gale dio un suspiro antes de ponerse de pie, sabía que debía dejar ser libre a Katniss, sabía que tan firme se ponía ella cuando tomaba una decisión, insistir sólo empeoraría su relación.
-Cenemos primero, después te llevare a tu casa-
Katniss sólo asintió, salieron del hotel y esperaron a que el encargado el estacionamiento trajera el auto de Gale.
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Peeta, quien por casualidad estaba en el mismo hotel por una reunión, vio a Katniss subirse al auto de Gale, había sido testigo de la misma escena miles de veces, pero aún así el dolor que le producía la escena no disminuía, nunca se acostumbró a verla, sino que cada vez que lo hacía el dolor era mayor.
-Mellark, ¿Nos acompasarías a cenar?- le ofreció Finnick Odair, el presidente de la compañía con la que acababa de negociar.
-Me encantaría, Odair, pero mi esposa...-sonrió falsamente, esa era la manera más fácil de excusarse, sabía que Finnick entendería.
-Ah...las esposas...sí...siempre hacen que volvamos temprano a casa- río Finnick-Tu esposa tiene suerte de tenerte Mellark- agregó mientras le palmeaba el hombro.-Me debes una cena eh, la próxima vez tráela, a Annie le gustaría conocerla- Peeta asintió eh hizo una mueca de despedida antes de dirijirse al vestíbulo.
Estaba conduciendo usa auto sin ningún problema, cuando de repente un auto del carril contrario se desvió al suyo y lo siguiente que supo, era que todo su alrededor se obscureció.
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A parte de los suspiros, no se escuchaba ningún otro sonido dentro del auto de Gale, acababan de cenar y estaba por dejar a Katniss en su casa, el silencio que se filtraba en el ambiente se rompió cuando el celular de Katniss empezó a soñar, ella frunció el ceño al ver el número de su madre en la pantalla.
-¿Dónde estas?- pregunto su madre nerviosa.