University of ¿love? (Ed Sheeran)

Capítulo 33: ¿Coincidencia?

— Pon algo de música, enciende la radio —. Le ordena Zach a Carly. Él va manejando rumbo a Londres, donde le ha conseguido un trabajo a su amiga.

Carly pulsa el botón del estéreo, la radio ya está encendida así que la canción Call Me Maybe  empieza a sonar por todo el auto. Está nerviosa. Bastante. De vuelta a Inglaterra, luego de tantos años. Está muy agradecida con su amigo que le consiguió, según él, un trabajo genial para empezar. Hará un videoclip musical, aunque Zach no le quiso decir de que famosa estrella. Le insistió varias veces pero no bastó, dijo que lo descubrirá cuando lo vea.

Luego de que termine la canción de Carly Rae Jepsen empieza a sonar Kiss Me. ¿Es una broma? Justo esa canción tenían que poner en el momento menos oportuno. Carly suspira y fija su vista a la ventana, mientras va escuchando la canción. Esa que fue escriba para ella, que tantos recuerdos le trae. No se olvida de la primera vez que la escuchó.

— ¿Estás bien? —. Le pregunta Zach mientras la mira.

— Si —la chica suspira y ahora lo mira a él — ¿cuanto falta?

— Diez minutos.

—Genial —comenta ella. Esta bastante ansiosa, es su primer proyecto luego de recibirse. Aunque no va a dirigir el vídeo, va a estar a cargo de varias cosas importantes. —¿Por cuanto tiempo nos quedamos?

— Una semana ¿te parece bien? —La castaña asiente. Él la nota rara, la conoce bastante y nota que esta como ¿nerviosa? — ¿Segura estas bien? ¿nunca visite a Inglaterra?

— Si, estoy bien —dice con una sonrisa. —Si vine, pero poco tiempo. Por cierto ¿donde nos quedaremos?

— En la casa de un amigo mío ¿te molesta? 

—Claro que no. Y ahora ¿a donde vamos?

— Bueno, debes ir a hablar con el mánager para arreglar un par de cosas.

— ¿Yo sola? —le asusta un poco la idea de tener que ir a hablar con un hombre a quien no conoce ¡ni siquiera sabe quien es el artista!

— Si, ¿tienes miedo? —ella frunce el ceño y niega con la cabeza —es un buen hombre, te lo puedo asegurar. —Luego de doblar varias curvas estacionan frente a un edificio —es aquí.

— De acuerdo, ¿te quedas aquí abajo? —pregunta mientras agarra su abrigo.

— No, me voy a avisarle a mi amigo que ya llegué, luego te mensajeo, nos vemos, suerte. 

Carly saluda a su amigo con la mano, baja de auto y cierra la puerta. Se da la media vuelta y mira hacia el alto y ancho edificio que tiene en frente. Esperen ¿por quien tiene que preguntar? ¡Zach no le ha dicho nada! . Mira por la calle a ver si visualiza el auto de su amigo, pero este ya se encuentra muy lejos. Resopla y sube los escalones de la entrada. ¡Que nerviosa está! ¿quien será el músico? ¿hombre o mujer? esas preguntas le comen la cabeza. Es su primer trabajo y espera hacerlo bien, es algo que le gusta así que ojalá lo disfrute.

Llega a la puerta y tira de ella, esta no abre, luego se da cuenta de que arriba hay un cartel que dice 'Empuje'. Se sonroja y ríe por lo bajo. Todavía no se le dan muy bien esas cosas. Lo primero que ve es un escritorio donde se encuentra una chica. Sin dudarlo se acerca a ella.

— ¿Puedo ayudarla en algo? —pregunta amablemente la muchacha.

— Si...Yo...Venía a...—¿Que le iba a decir si no sabía nada?

— ¿Eres la chica de Nueva York? —le pregunta haciendo que Carly deje de balbucear.

— S-si, soy yo —contesta con una sonrisa tímida.

— Bueno, primero ¡bienvenida a Londres! —Carly la mira con una sonrisa, esta chica es un encanto. —Mi nombre es Tania.

—Carly —se presenta.

— El señor Camp la está esperando —dice Tania mientras la guía hacia el ascensor. —Piso 2 puerta 3 

— Gracias —alcanza a decir la castaña mientras pulsa el botón número 2. Las puertas del ascensor se cierran y ella se mira en los espejos que tiene en las paredes. Se peina un poco y luego las puertas se abren.

Ve varias puertas, desde la número 1 hasta la 20. Sin dudarlo se dirige segura hacia la número 3. Llega, respira profundo, exhala y luego da tres golpesitos. No tarda en aparecer un hombre, de unos cuarenta y tantos, calvo. Ese hombre le parecía conocido, pero ¿de donde?

—Hola —saluda él mientras abre más la puerta para que la chica pueda pasar. En la primera impresión ella también le parece conocida, como si la hubiera visto antes, pero lo duda mucho —pasa.

Carly entra en el cuarto que mas bien es una oficina. Está pensando de donde conoce a este hombre, le ve cara conocida, quizá porque lo ve en la tele por su famoso representado. Si, debe de ser eso.

— ¿Quieres café?

—Si, gracias. —Él le entrega un vaso con café y la invita a sentarse, ella accede rápidamente.

— Es un gusto... —la mira esperando una respuesta, ya que no sabe el nombre de aquella muchacha que se la hace conocida.

— Carly —dice. Él se queda un minuto mirándola. Ese nombre le sonaba, pero ¿de donde?

— Es un gusto Carly —deja de mirarla y se sienta en su silla. —Yo soy Stuart, Stuart Camp.

Carly intenta disimular su asombro, pero no le sale ¡¿Stuart?! ¿el mismo Stuart que conoció 5 años atrás? no, no, no. Es imposible que sea él. Bueno, en realidad no es imposible, Zach es muy amigo de Ed y...¡Ed! ¡¿la famosa estrella que Zach no le quería revelar era Ed?! Esto no puede estar peor. Maldice a su amigo por no contarle, si lo hubiera sabido antes no hubiera aceptado el trabajo. Pero ahora ya no hay marcha atrás. Tendrá que volver a verlo. Quizá él no la reconozca. Ya pensará un plan para no tener que cruzarse con esos ojos azules otra vez.

Luego de charlar un rato con Stuart, que por suerte no la reconoció, sale del edificio y llama molesta a su amigo.

— ¿Ed Sheeran? ¿en serio? —dice enojada por el celular.

— ¡Es un gran artista! 

— Podrías habérmelo dicho —se queja.

— No te enojes ¿acaso no quieres el trabajo?

—Si lo quiero. ¿Donde estás?

—En la casa de Ed.

No, no, no y miles de no. ¡¿Se van a quedar esa semana en la casa de Ed?! Esto no puede ser peor.

—¿Que haces ahí? —pregunta, esperando a que la respuesta sea que solo está de visita.

— Vamos a quedarnos aquí ¿no te lo he dicho ya? — la chica suspira intentando mantener la calma —te voy a buscar, Ed está ansioso por conocerte.

Luego de eso Zach corta la llamada. Carly cierra los ojos y suspira. ¿Lo volverá a ver? ¿Él se acordará de ella? ¡Tendrá que pasar una semana en la casa de su ex-novio que ahora es un músico internacionalmente conocido!

Algo debe hacer para que no la reconozca.

¿Coincidencia? no lo creo. Esto es obra del destino.