Capítulo 30: ¿Puedo ser feliz?

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Se deben preguntar como estoy, triste y feliz, las dos cosas al mismo tiempo. Triste porque terminé con Ed y feliz porque él va a seguir sus sueños y sé que lo logrará, será un gran músico, sin duda alguna.

Taylor creo que está peor que yo, le conté todo lo sucedido e intentó consolarme, pero nada me puede ayudar en este momento. Los chicos también lo saben, en realidad, toda la universidad lo sabe. Casi me agarro varias veces con Lazy de los pelos por burlarse, de verdad que la odio. También les conté a mis padres, aunque ellos no conocen a Ed, pero lo conocerán hoy, en la graduación.

Hoy será la última vez que lo vea, no se dan una idea de cuanto lo voy a extrañar. Sus abrazos, sus besos, sus caricias, sus chistes malos, todo, absolutamente todo de él voy a extrañar. Ahora me encuentro en mi cama, o la que era mi cama mejor dicho. Ya están todas las maletas hechas, todo está vacío. Estoy tirada boca abajo aferrada a mi almohada, luchando para que las lágrimas no salgan.

— ¿Carl? —preguntó Tay, tímida. También la iba a extrañar, ella se quedará aquí al igual que los chicos, y yo me voy, nunca mas los veré. Una vez que encontraba mi lugar y pasaba esto.

— ¿Si? —dije tratando de que no notara que estaba llorando.

— Oh Carly, me duele verte así, no, no llores, por favor.

—Es imposible lo que me estás pidiendo —me levanté y la abracé, ella también estaba llorando.

— Te voy a extrañar tanto —dijo entre lágrimas

— Yo también Tay.

Me separé de ella, me levanté y fui al baño a lavarme la cara. De todas formas las ojeras no se iban y no me iba a maquillar, soy alérgica.

—Mejor cámbiate y ven afuera, falta solo una hora para la entrega de diplomas. —Dicho eso salió de la puerta cerrándola tras de si.

Agarré la ropa que había preparado, el vestido blanco, ese que usé en la fiesta donde besé por primera vez a Ed, y ese que usé cuando él me pidió ser su novia y tuvimos nuestra primera vez. Luchaba por no llorar mientras me lo ponía, pero, uff, se me hace muy difícil. Son muchos recuerdos.

Escuché unos golpes en la puerta y la fui a abrir. Mis padres aparecieron, y me abrazaron.

— Estas hermosa —dijo mi mamá mirando lo que vestía.

— Gracias mamá, los extrañé mucho.

—Nosotros también cariño —dijo mi papá mientras agarraba mis cosas para llevarlas al auto.

Mi papá salio de la habitación, Graham estaba en mi cama, Graham, ¿que iba a hacer con él?. Ya tenía algo en mente.

— ¿Te encuentras bien? —me preguntó mi mamá, se refería a Ed.

— Si, bueno. Voy a extrañar mucho —dije apenada.

— Lo entiendo —se hizo un silencio —mejor me voy, en unos minutos es la entrega, no tardes.

— Claro que no, y, mamá, ¿puedes llevarte a Graham y tenerlo contigo?

— ¿Quien es Graham? —que estúpida, olvidé decirle que tenía un gato, aunque ella ni siquiera lo vio encima de mi cama.

— Mi gato —me miró con cara extrañada —luego te explico.

Agarré a Graham y se lo di, luego salió de la habitación.

Me quedé un minuto observándola, toda vacía, como la primera vez que la vi. Iba a extrañar muchísimo todo esto, fue una experiencia increíble. Le di un último vistazo y salí cerrando la puerta y apoyándome en esta.

Bajé y me dirigí al campus, allí estaban todos. En los padres reconocí a Imogen, John y Matthew. También estaba Stuart. Mientras iba hacia la fila de los alumnos me topé con el estúpido de Dani.

— Hola preciosa —no lo miré, solo seguí con mi vista hacia el frente, donde estaba los chicos, Taylor y...Ed, que me miraba. —Sabes, lamento mucho lo que paso con el gordito, lo peor es que se separan en vano porque él nunca llegará a triunfar con la música, es un perro. —Me giré para verlo, yo tenía los ojos llorosos de tristeza y rabia por lo que este estúpido decía. Me quedé observándolo un momento, levanté mi mano y le hice fuck you, luego seguí caminando hasta abrazar a Taylor y sentarme a su lado.

Comenzó el acto, todos nos tuvimos que parar y luego nos dieron el diploma, intenté sonreír, costó un poco, pero lo logre. Pude notar que Ed estaba igual que yo.

Ahora si, terminó el acto, llegó la despedida.

— No puedo creer que no te vea mas Carlu —dijo Niall, mientras me abrazaba levantándome del suelo. Una lágrima comenzó a caer sin permiso por mi mejilla.

— Yo también te voy a extrañar teñido —sonreí entre lágrimas. — A ti igual rizos —corrí hacia Harry y me tiré encima de él —cuídalo a Ed —le susurré en el oído.

— Claro que lo haré, uff, te extrañaré mucho.

Me bajé de Harry y pasé una mano por el cuello de Louis y otra por el de Liam

—Prométanme que no seguirán discutiendo por Friends —dije riendo.

— Lo prometemos —dijeron los dos, también riendo. Luego les di un abrazo, vaya que los voy a extrañar.

— Serán una gran banda, One Direction, que buen nombre eh —les dije a los 4 —van a ver todas morirán por ustedes.

Nos dimos un abrazo grupal y luego fui hacia Taylor. Sin decir nada corrí y la abracé.

— Te voy a extrañar tanto rubia, pero seguiremos en contacto, claro. Tu también serás una gran cantante, eres hermosa, tu voz es hermosa, al igual que tus letras y todo. Te amo amiga —otra vez las lágrimas.

— Me haces llorar —dijo Tay mientras se limpiaba los mocos.

— Eres la mejor amiga que tuve, nunca te voy a olvidar.

—Te quiero tanto —volvió a abrazarme —mis padres me esperan, me debo ir, adiós Carly, ojalá algún día nos volvamos a ver.

Dicho eso, se fue corriendo hacia el auto, bajó su ventanilla y sacudió su mano mientras se alejaban, se fue la única mejor amiga que tuve, nunca la voy a olvidar.

Y, sólo me quedaba Ed.

Corrí a abrazarlo, él me correspondió el abrazó y apoyó su cabeza en mi hombro.

— No hace falta que te diga nada Ed, ya sabes que te amo y que quiero que seas feliz, te irá genial, que no quepa duda. Te amo y siempre lo haré.

—También te amo —dijo mientras una lágrima caía por su mejilla —espero en un futuro ir a ver tus películas en la pantalla grande. —Sonreí ante eso, mientras mis lágrimas seguían cayendo.

— Adiós Ed —logré decir.

Él dijo adiós con un hilo de voz y se fue hacia su auto. Antes de que arranque le grité.

— ¡ED, ESPERA! —tomé a Graham de los brazos de mi madre y fui corriendo hacia el auto. —Quédatelo, sé cuanto lo quieres.

No dejé que contestara porque me alejé del auto, él me miraba sorprendido. Luego, el auto empezó a avanzar, hasta que se perdió de vista.

Quisiera ser feliz pero no puedo. No puedo. No puedo. Y le prometo a todo el mundo que quiero: quiero ser feliz. De verdad. Pero ¿puede serlo alguien sabiendo que no puede tener lo que más desea? Debo conformarme. Pasar a otra página del libro. Ignorar lo que dicta mi corazón. Decidir de una vez por todas que todo está perdido. Admitir el final. Sin embargo, no es tan sencillo renunciar. No es nada fácil olvidar que lo que sientes no se va a ir, que se va a quedar. Y mañana al despertar volveré a sentir la misma impotencia y la misma angustia por seguir sintiendo lo que siento.

University of ¿love? (Ed Sheeran)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora