Hoy decidí que sería el día perfecto para que Francesca viniese conmigo a una sesión. Costó convencerla, pero lo conseguí.
Al parecer, estuvo la chica que va conmigo en el momento que la traía allí. La comentó que nos veíamos la mayoría de los días y que me había visto que me esforzaba y que tenía interés en cambiar esto.
La visita fue rápida, pero ella quería hablar con el hombre que llevaba a cabo todo esto. Sin ningún problema, los dejamos a solas, mientras la chavala y yo nos quedábamos a fuera esperando.
En esa que nos quedábamos fuera, ella ya andaba pedísima. Traté de mantener la compostura, no oía nada de lo que hablaban, sólo me concentraba en otras cosas de las que hacerme cargo en mi vida. Y sin comerlo ni beberlo, la tipa ya estaba en frente mío, me besó en la jodida boca, qué asco...
-Estoy super borracha. No hice esto porque me pones, si no porque voy mu borra...-Era creíble, así que, tomé ese beso por una simple tontería, un beso asqueroso y sin sentimiento alguno.
Cuando salimos de terapia, nuestra conversación fue de lo peor...
-Bueno... Tengo que reconocer que sí, tenías razón. Pero hay algo que le pedí a tu terapeuta, y fue que por favor intentase ver si estabas aquí alrededor nada más salir. No quiero que esa niñata te envenene la cabeza, por Dios, iba borracha a más no poder-Para ser sincero, tenía razón...
-Tranquila, es normal. Pero no hablo demasiado con ella, a lo mucho quedamos algunas veces y no quería aceptar que me ofreciese droga de cualquier estilo. Pero comprendo que quieras estar 100% segura. Yo lo admito-Sonreí, ella también lo hizo, fue un momento tierno.
Inclinó su cabeza en mi hombro derecho y fuimos caminando de la mano. Hacía tanto que no íbamos así por la calle... Sentí como si me devolvieran a los 90. Cuando la conocí, tan preciosa, tan jovencita, y con una personalidad encantadora. La amaba, y la he amado siempre, aunque sintiese rencor en ciertos aspectos, la he amado todo el tiempo.
-Estoy tan orgullosa de ti... Y siento si no te creí, pensé tan mal de ti, que no me di cuenta de que podría tenerlo ante mis ojos...-Oh, Fran... Me sentí tan lleno de vida cuando oía esas palabras salir de su boca...
-Ya viste, cariño. Ahora, puedes confiar en mí para lo que sea, yo intentaré apoyarte en todo y hacerte ver lo malo. Como siempre hicimos...-Le di un beso en su frente y seguimos caminando juntitos hasta nuestra casa.
Desde luego... Ese día fue único en mi vida.
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Diario de un monstruo (Metallica, Diario de vida, Psicología)
Historical Fiction¿Y si realmente... Soy un monstruo?