Diario de un monstruo (Metallica, Diario de vida, Psicología)

Cap.10.: Amigos de nuevo. PARTE 1.

Hace poco, Lars y yo tuvimos una discusión bastante fea. No entraré en detalles, seré breve: Fue un ultimátum.

Al parecer, la pelea empezó por yo reprochándole que por qué no me hablaba acerca de nuestros problemas y sólo iba quejándose por todo en esta vida. Él, enojado, me encaró diciéndome que él tiene todo el derecho a lamentarse y que no tenía nada que discutir conmigo. Muy furioso, le solté un montón de mierdas para hacerle entrar en razón y todas fueron en vano. Al final, tomé una decisión.

-Si no vas a tener una charla privada conmigo, entonces no tengo nada más que hacer por aquí. Tan super apañado y conformista que eres, a ver si sabes vivir sin el co-líder de tu banda-Me di la vuelta y lo dejé con la palabra en la boca.

Pensé que no serviría de nada y que sólo malgasté saliva. Una vez pillé el coche y me piré para casa, me sentí más desesperado que nunca. Joder, ¿qué tan difícil debía de ser?

Y cuando creí que estaba todo perdido... Un rayito de esperanza viene hacia mí.

Era mi teléfono móvil. Para ser exactos, me estaban llamando. Cuando vi el ID, me quedé impactado... Era Lars.

-¿Sí?-Respondí calmado, aunque por dentro estaba muerto y todavía procesando la información.

-James... Quiero hablar contigo. ¿Sería mucho pedir que nos viéramos después de comer en la cafetería del centro comercial?-Se le notaba... ¿Triste? No sabía explicar.

-N-No... Claro que no... ¿Puede ser a las 17:30?-Propuse, me encontraba todavía sin creerme lo que estaba sucediendo.

-Sí. Nos vemos luego-Nos despedimos y cortamos la llamada.

Una vez llegué allí, le noté muy desanimado... A los pocos segundos lo comprendí todo.

Resumen: Él me contó que sentía mucho haber sido tan egoísta y que me echó mucho de menos todo este tiempo. Yo le confesé que me sentó fatal y que también les eché de menos, resultando ser muy comprensible al contarle mis problemas matrimoniales y apoyándole para que todo salga bien.

Joder, fue uno de los momentos más emotivos de mi puta vida. Juro que el abrazo que nos dimos no se me olvida nunca. Fue... Precioso.

Suena gay y esas mierdas, pero juro que fue así.

Después de eso, discutimos lo de Kirk. O sea, no estaba en contacto con ninguno de nosotros. Entonces, ambos estábamos en deuda con él.

Ideamos hacer una reunión entre los tres. Joder, juro que se me saltaban las lágrimas de emoción. ¿Reempezar todo con mi banda? Sí, eso era...

Como en los viejos tiempos...