《 6 》

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Todo se mueve alrededor, todo se escapa. Siempre es de la misma manera, siempre se van. Vamos de paso, pero parecía que todo lo que me rodeaba hacia una parada más rápida.

«Oh querida, no puedes encontrar momento más oportuno para discutir sobre las metáforas y variaciones de la vida».

Por fin encuentro la razón, y aunque rara me parece, no me atrevo a preguntarle. Estoy al frente de mi motocicleta, recargada en Harry, mientras el hace un esfuerzo inhumano para sostenerme sobre su pecho mientras conduce por la oscura y despejada carretera.

―Quédate quieta, no me dejas ver las señales.

Me reprende al levantarme. Menudo humor. 

El camino me parece vagamente familiar, recuerdo haber venido por aquí con Martha varios meses atrás mientras buscábamos una cafetería decente donde no sirvieran el desastroso desayuno de Alice. CrepAmore, leo mentalmente. Un escalofrío me recorre, y no precisamente uno bueno al ver que Harry me jala dentro del local. Ya decía yo que me parecía familiar el barrio, pues allí trabaja Martha.

― ¿Qué van a querer? ―pregunta la joven chica con lápiz y libreta en mano. Cassie. O al menos es lo que distingo por su delantal bordado.

―Un café solo.

Contesta Harry con simpleza sin alejar su tenaz mirada de la morena. Ésta sonríe sin fijar la vista en él y vuelve hacía mí.

― ¿Y tú linda?

Realmente me pone en una difícil situación, pues: 1) Aquí trabaja Martha, y en cualquier momento me verá. 2) Harry es raro. 3) También lindo. 4) No quiero estar aquí. 5) No pediré nada, me quiero ir. 6) Mi sexy acompañante trata de ligar con la camarera que trata de flirtear conmigo. 7) ¿Enserio pensé eso?

―Lo siento, mi hermana es algo tímida. Vamos Emily, ¿Qué? No me mires así.

Declara y prosigue.

―Ella tomará un vaso de leche bien fría, y galletas de mantequilla ―vuelve su mirada hacía Cassie e indiscretamente le guiña un ojo. ―Ya sabes, la cafeína le hace mal.

―Además...

Ninguna de las dos le prestamos atención. Yo divagando entre protestar o no por  el hecho de que ha pedido para mi, o aceptar y callar. Y ella... Bueno... Ya tendrá asuntos en los que pensar.

―Yo sé que adoras la leche, hermana. Aunque prefieras la tibia, recién salida.

Su mirada es cruel y fría mientras se mantiene con el semblante serio mirándome con una ceja alzada. Jadeo. Incómodamente se retira la camarera dejando un aura tensa. Me analiza mientras yo callo. De nuevo. Su personalidad se impone por mucho a la mía. Otra vez.

―Mi nombre es Evelyn.

Lo que debió ser un fuerte grito, salió como una ahogada exclamación de miedo.

No contesta.

Al terminar deja un buen fajo de billetes y se retira.

Intento escabullirme detrás de él, pero una suave mano me detiene.

―Con todo respeto, tu hermano es un idiota. Eres una chica guapa, dudo que debas depender de tal patán.

Frunzo el ceño. No es lo que dijo, si no como lo dijo.

«Eres una chica guapa...»

A eso agregarle que se mordió el labio mientras lo decía.

Sonrisas Inexistentes|| Harry Styles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora