Capítulo 6

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Al día siguiente tanto Jorge como Elisabeth se sienten extraños. Tienen clase a segunda hora y ninguno sabe como va a reaccionar.
Ella se ha levantado temprano para llegar antes que los demás; sin embargo, él se ha quedado dormido y llega justo después de sonar el timbre.

Cuando llega el primer compañero a clase Eli ya lleva allí más de media hora. Tiene la suerte de que este es Diego y podrá conversar con él.

-Buenos días Diego.- saluda Eli dirigiéndose a él.

-Buenos días Elisabeth.-responde tímidamente.

-Llámame Eli.- le sonríe.

-Vale.-contesta cortado.

-Venga hombre no seas tan tímido, puedes hablar conmigo, eres mi amigo.- le dice dándole un fuerte golpe en la espalda.

-Es que... no sabía que fuésemos amigos.-sonríe tocándose la nuca.

-Me encantas. Venga acércate y hablemos de hombre a hombre.

Diego deja la mochila en el suelo y se acerca a sentarse junto a Eli, por el camino se tropieza con una silla y la chica no puede reprimir un ataque de risa.

-Hablemos de ti. ¿Qué haces normalmente fuera de aquí? ¿Algún deporte?

-Realmente al salir de aquí vuelvo a casa a estudiar. No veo mucho la tele; el ordenador a penas lo utilizo, excepto para los trabajos e información. No se me dan bien los deportes y casi siempre me quedo sólo en casa.
Lo que hago siempre es estudiar o leer cómics.

-Eso no está bien. Te estás perdiendo lo mejor de la vida, tienes que salir y divertirte con amigos. Estudiar sólo cuando hay exámenes.

-No sé como serán tus padres pero al menos los míos son muy exigentes y quieren que saque las mejores notas.

-Los míos también lo quieren y yo también saco muy buenas notas. Todo lo que sé lo he aprendido leyendo, pero también se aprenden cosas con los amigos. Al salir con gente aprendes cosas tan importantes como el valor de la amistad, el amor, el compañerismo, la sinceridad, la importancia de las promesas... Es necesario conocer gente y socializar, todo el mundo lo hace porque no podría dejar de hacerlo.

-Tu discurso ha sido... inspirador.

-Ves, sólo hablando conmigo ya has aprendido más cosas que estudiando la literatura o haciendo ejercicios de integrales.

Justo en ese momento la clase comienza a llenarse. Normalmente Eli se iría sóla a sentarse, pero esta vez no. Se levanta y dejando a Diego totalmente asombrado se dirige al lugar habitual de los chicos deportistas de su clase. Realmente estos niños son bastante guapos y tienen buenos cuerpos, pero Elisabeth nunca les presta atención.

Cuando llega a su lado ellos se sonríen unos a otros con complicidad y la saludan alegremente.

-Hola chicos.

-Buenas Eli. -responden los 4 al unísono.

-Feder nos estaba contando que el viernes por la noche da una fiesta en casa. - el que habla es Tito, un chico rubio y de ojos azules.

-Por supuesto tú estás más que invitada.- contesta Feder, este es moreno y más bajito que Tito pero igual de guapo.

-No sé si podré ir.

-Si quieres yo paso a buscarte.- se ofrece Guille, otro chico moreno y alto.
Eli lo observa intentando descifrar su mirada pero no ve en ella malas intenciones.

¡Oye imbécil!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora