¡Bienvenidos al primer extra, pequeños golosones y golosonas! :D Supongo que no hay otra forma de comenzar los extras que no sea con Xander y Klaus, asi que nos situaremos en el cumpleaños de Xander, seguro que nuestro pequeño uke le tiene preparado un buen regalo... A no seeeer :D Na, que si que le tiene algo, algo con un alto contenido de SENSUALIDAD!!
Pdta: si he hecho que Taylor le regale eso a Xander, es porque (a parte de que el pobre está un poco salido) como todas le odiáis por cortaros escenas "interesantes" (aunque él no tiene culpa, solo sigue las normas de su ama y señora D:) pues he decidido que debía recompensaroslo de alguna manera suculentamente kawaii :3 Disfrutadlo!!
—¿Cómo he podido hacerte caso? —Pregunté cabizbajo un tanto arrepentido, por culpa de Taylor había acabado en una sex shop; tan sólo había comprado un tanga oscuro, una gorra de policía y unas esposas con un borde negro bastante suave, no me atreví a más; pero sin embargo Taylor no parecía haberse cortado, compró un montón de cosas a mis espaldas diciendo que era el regalo de Xander por su parte.
— No te pongas así, seguro que le va a encantar —Me respondió Taylor, propinándome un fuerte codazon en el hombro.
Hicimos una última parada para comprar la tarta, no sabía que sabor le gustaría, así que compré una con muchos adornos de azúcar para que disimularan un poco el sabor (quizás Theodor no deba saber de la existencia de estos pasteles). También le compré una piruleta a Taylor, pero eso no tiene nada que ver con el cumpleaños de Xander, sólo es un capricho del niño.
— Bueno, Xander llegará en una hora, así que me iré preparando —Pronuncié una vez que abrí la puerta de mi casa, dejando mi bolsa al lado de la entrada para que Taylor segundos después me entregara la suya.
—No mires lo que hay, es una sorpresa para ambos — Comentó Taylor al desprenderse de ella, despidiéndose y marchándose por el mismo sitio por el que había venido.
Lo cierto es que me intrigaba lo que hubiera en el interior, pero voy a hacer caso a Taylor y dejar que me sorprenda. Cuando me giré para subir a mi cuarto a ir colocando las velas en la tarta, me encontré a mi madre mirando en una de las bolsas, concretamente la mía.
—Hoy es el cumple de Xander ¿no? —Preguntó mientras sacaba una de las prendas, tirando de un extremo del tanga sacándome un inmenso sonrojo—¿No has comprado preservativos ni lubricantes?— ¿Por qué tenía que estar hablando de esto con mi madre? No es que me disguste, pero es vergonzoso.
—No— Susurré tímido, sintiendo como mi madre me arrancaba la otra bolsa de las manos mientras yo trataba de hacer equilibrios con la mano que sostenía la pequeña tarta.
—¡En esta bolsa está lo divertido! —Comentó mi madre cambiando su gesto facial a cada segundo; uno alegre, otro sorprendido, otro asustado, otro curioso—Hijo, no sabía que fueras tan... Vicioso —Pronunció mi madre tratando de mostrar una falsa sonrisa, en su rostro aún permanecía la sorpresa.
—¡Yo no compré eso! ¡Fue Taylor! ¡Él es el pervertido! — Pronuncié completamente rojo, cogiendo las bolsas con la mano libré y huyendo de mi madre corriendo hasta llegar a mi cuarto.
Dejé toda la carga sobre la cama, apartando todos los trastos que hubiera sobre la mesa para colocar sobre esta la pequeña tarta sobre la que comencé a colocara diecinueve pequeñas velas aún sin encender, no quería que la tarta se estropeara manchándose de cera.
Me fui poniendo el traje que sólo constaba de dos piezas, así que fue bastante rápido; me miré al espejo y, para que engañarnos, no estaba mal. Entre la preparación tanto mía como de los más pequeños detalles llegó la hora en la que Xander llegaría; así que bajé la persiana de mi cuarto y le dije a mi madre que cuando Xander llegara, que le pidiera que subiera a mi cuarto.
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¡Extra! ¡Extra!
Humor¡Bienvenidos! En esta historia subiré los tan deseados "extras" de mi anterior libro "¡Estúpido niñero!" y, quién sabe, quizás de alguna otra historia que suba más adelante. Quiero advertir que sólo subiré yaoi hard, acorde con la historia de la que...