¡Extra! ¡Extra!

¡Extra 5!

¿Qué es lo que más me gusta, me pregunto a mi misma, salida autora? Si, está claro, los ricos mens ¿que es lo que más me gusta de ellos? Sus cuerpos fornidos, claro ¿cuando se ven mejor esos cuerpos? ¡Descubiertos, en movimiento y con brillante sudor por encima! ¡Si :D!

Ahora llega la parte interesante ¿como hacemos que esos cuerpos se vean así? Si, todos lo estamos pensando ¡pero eso es demasiado fácil! *le coloca al lector el brazo por encima del hombro y le acerca para poder susurrar en su oido* Tú, yo, mi maquina del tiempo, el Imperio Romano, época de gladiadores, circos romanos, esclavos... No lo sé, piensalo, puede estar bien (͡° ͜ʖ ͡°)

Así es, caballeras y damos, nos trasladamos a una época en la que no hay compasión entre amos y esclavos; suena cruel, lo sé, pero yo haré que suene como los ángeles :3

*voz de comentador de lucha libre* ¡En la esquina superior derecha tenemos a Klaus, que para este extra encarnará el papel de Cláudio, el fiel sirviente del emperador Teodoro (Theodor para los cortos ;))! ¡Y a su vez, en la esquina inferior izquierda tenemos a nuestro increíble Xander, que tomará el papel de Alejando, un gladiador puesto a prueba en el coliseo!

¿Morirá Alejandro o será capaz de asombrar al Emperador con su fuerza y así conseguir los placeres de la vida?

*lectores gritando*: ¡sabemos que se salvará, solo venimos para leerles follar, da igual de que manera ni como hayan llegado a la situación!

¡Una pena, porque será muy romántico, el amor es lo importante!

Una última cosa, que estoy segura de que alguno se quejará de esto:

(Suficiente por ahora, ya doy paso :v [Por cierto, el narrador es omnisciente])

      No se escuchaba nada más que el bullicio de la gente, vitoreando a la espera de otro saco de sangre que verter sobre la arena que cubría el coliseo, pero a pesar del inmenso tamaño del lugar y su gran cantidad de público, en aquel tumulto no parecía haber nadie a quien le importara aquel que sufría las desgarradoras torturas, como si no fuera otro ser humano ¿qué importaba? sus gritos de dolor no llegaban a sus oídos, tal vez por eso lo notaban irreal y no le daban siquiera importancia.

   Para Cláudio era habitual aquella imagen también, pero a pesar de lo acostumbrado que estaba, seguía sin poder observar por mucho tiempo aquellas sangrientas escenas; eso desde luego era mejor para él, así no tendría que observar aquel crimen y podía tener todos sus sentidos puestos sobre su amo, cuidándolo mientras él admiraba desde sus cómodos cojines el sufrimiento ajeno.