Capítulo siete: Dos treboles de cuatro hojas.

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Capítulo siete: Dos treboles de cuatro hojas.

Pov Aki

Subaru chasqueo la lengua y yo solté una carcajada, agarré con una sola mano la mano de Subaru y comencé a caminar más deprisa, llegando asta las escaleras que conducían al comedor. Subaru se dejaba arrastrar, mientras apretaba suavemente mi mano.

Tenía una nueva misión, conseguir salir de esa mansión con Subaru.

******
Estaba en mi habitación, con la música al máximo volumen, la canción "Centuries" retumbaba.

Estaba sentada encima de mi enorme cama, con un cuaderno y un boligrafo.

Miraba con el ceño fruncido la hoja del cuaderno, la cual estaba blanca, y la apuntaba con la punta del bolígrafo, a la espera de que este mágicamente comenzara a escribir la solución a mis problemas.

Tenía que idear un plan para conseguir mi objetivo; convencer a Reiji de que me dejara salir.

Y también estaría genial pensar que podría enseñarle a Subaru que sea de su agrado...

Si, quería que Subaru me acompañara, y cuando me preguntó el porque, por impulso le dije que era una sorpresa...

Y ahora tenía que pensar en dos cosas...

Definitivamente era estúpida.

Convencer a Reiji de dejarme salir sería misión imposible... Y si le daba lo que él más quería? Y si le daba mi sangre? Un escalofrío recorrió mi columna vertebral.

Lo mejor sería dejar eso como último recurso...

Quizás si le decía que quería comprar una vajilla bonita? No, no funcionaría.

Tire el bolígrafo y el cuaderno lejos de mi y me dejé caer hacia atrás quedando tumbada.

-Agggh, que diablos puedo hacer?-Dije con voz exasperada.

-Kitsune-chan~.-Dijo Laito apareciendo de la nada, como era costumbre. Se acercó asta el reproductor de música que estaba encima del escritorio y lo apagó. Gruñi, pero no dije nada.

-Siempre me vas a llamar así?-Pregunté perdiendo la esperanza.

-Si, Kit-su-ne-chan~.-Dijo Laito riéndose entre dientes y acentuando las sílabas.

-Esto es injusto... Si me llamas así, yo te llamaré Laito-hentai-chan.-Dije sonriendo burlescamente. Él sonrió y me miró con esa mirada que me provocaba escalofríos, como si en cualquier momento fuera a saltar encima mío.

Un largo vector salió del final de mi columna por instinto, preparada para evadir cualquier ataque.

Laito río entre dientes mientras se acercaba a mi a paso lento, me incorpore y volví a quedar sentada en la cama. Él se sentó a mi lado, mientras dirigia su mano hacía mi extremida y con la punta de los dedos la recorrió.

-Kitsune-chan~ es taaaan suave y cálida.-Dijo con una mirada lasciva mientras acababa el recorrido asta llegar al final de mi espalda.

-Se mira pero no se toca.-Dije sacándole la lengua, él volvió a reír. Su mano recorrió toda mi columna asta llegar a mi cuello. Laito se relamio los labios y de ellos sobresalieron sus colmillos.

-Nee Kitsune-chan, cuanto control tienes con tus vectores?-Pregunto Laito.

De mi espalda salieron dos más, y una de las manos se acercó a la cara de Laito, rozandole con la punta de los dedos telequineticos levemente.

-Bastante.-Dije con una sonrisa confiada, Laito agarró la mano telequinetica con una de sus manos y la acercó a su boca, pasó la lengua por la muñeca, me estremeci.

Diabolik Lovers: La Eva de una historia. [Subaru]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora