Capítulo O4.Odio

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Cualquier muchacho de escuela puede amar como un loco. Pero odiar, amigo mío, odiar es un arte.

Ogden Nash, poeta y humorista estadounidense.

No se dejen engañar, el hecho del por qué sea una recién ingresada a la preparatoria Moon y dicho esto que la preparatoria es una de las mas, hasta ahora, instituciones más prestigiosas del país de la Cuidad de México y/o albergue una gran cantida...

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No se dejen engañar, el hecho del por qué sea una recién ingresada a la preparatoria Moon y dicho esto que la preparatoria es una de las mas, hasta ahora, instituciones más prestigiosas del país de la Cuidad de México y/o albergue una gran cantidad de personas con dotes increíbles en su cerebro, quiera decir que soy igual.

Mi día empezó mal, me levante tarde, me puse lo primero que vi en mi ya desordenado cuarto, y entre a la institución sin tomar en cuenta que esta era, me corrijo, es demasiado grande. Después de meterme 2 veces a edificios equivocados por fin di con mi salón de clases, omitiendo todas esas escenas vergonzosas por entrar a un salón de clases que no era y dando primeras malas impresiones. Un profesor un poco joven me atendió dándome una no muy grata bienvenida, lo único bueno es que al aula, milagrosamente, la compartía con mis amigas. No sé a qué obra del destino se deba pero estoy agradecida de ello.

Lo malo de ser la nueva en un salón, es que todos se te quedan mirando como algo fascinante por algunos segundos, para después volver restarte la importancia y ponerle atención a lo que hacen. Las miradas me siguieron hasta que localice el primer asiento que vi y real mente el único que estaba libre.

Llegue y me apresure a sacar mis cosas, curiosamente el lugar estaba alado de Ana y Claudia mis amigas y con tres chicos a los cuales aun no conocía, por lo menos en palabras Ana y Claudia me hablaron de ellos, y como había dicho alado mío se encontraba un chico de pelo negro, inerte en la clase y serio mirando hacia la ventana, delante de el se localizaba un chico de pelo verde oliva la cual es una curiosa combinación de cabello muy llamativa, enfrente de mi estaba Ana y de mi otro extremo Claudia y atrás de ella está un chico rubio con unos hermosos ojos azules.

Sin saber que hacer me dispuse a sacar de mi mochila alguna libreta para tomar apuntes, me gire para sacar mis útiles de ella la cual yacía en el suelo y en ese instante me tope con unos ojos caramelo que me miraban atentos.

Eran tan misteriosos pero a su vez tan hipnotízate, llenos de desesperación y desolación, la cámara fotográfica de mi cerebro grabo miles de veces su rostro, tratando de que su imagen no se borrara y que se repitiera una y otra vez en mi cabeza.

Sonreí con nerviosismo, el no me correspondió y se giro bruscamente.

Me gire ignorando lo que paso.

Suspire mientras aun sus ojos acaramelados seguían en mi mente, como un libro del cual no quieres terminarlo, un libro el cual alberga muchos secretos y quieres saberlos todos, un libro que me gustaría leer. Y volver a releer.

Sabía que desde el momento en el que sus ojos hicieron contacto con los míos esa era la señal de mi perdición.

Sentimientos inquietantes dentro de mí, pulsaciones aceleradas, una historia por descubrir y un camino difícil por recorrer.

Only One Tear|RESUBIENDO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora