Capítulo O8.Lágrimas

164 11 4
                                    

Fingir se volvió rutina, juzgar a los demás un pasatiempo y sufrir en monotonía.

  Haru Aizawa

Mi corazón comenzaba a acelerarse, sentía que el aire se iba de mis pulmones, mis piernas comenzaban a flaquear y todo rastro de conocimiento se iba de mí

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Mi corazón comenzaba a acelerarse, sentía que el aire se iba de mis pulmones, mis piernas comenzaban a flaquear y todo rastro de conocimiento se iba de mí.

¿Es una broma verdad? Tiene que serlo, si, es solo una broma.

Mi mano tomo la pared en un intento inútil de poner seguir de pie, pero no funcionaria.

—Lo lamentamos mucho—la voz del doctor hizo que lo mirara.

—El que diga palabras como esas no solucionaran nada, los problemas no se resuelven con palabras de aliento. —mi voz salió rencorosa, sus ojos me miraron con asombro para después volver a ser esos arrepentidos de hace unos momentos—usted era su médico personal...—mi voz comenzó a flaquear, sin saberlo las ganas de querer llorar se presentaron drásticamente— se suponía que era su trabajo revisarla, pero por su estúpida cobardía... ¡usted tiene la culpa de todo esto!

—Haru, basta—mi amigo trato de callarme.

— ¡Oh y tu no digas nada!—me gire a verlo— ¡se suponía que eres mi amigo, pudiste haberme avisado de lo que estaba pasando!—no supe en qué momento mi tono de voz cambio.

—El que te dijéramos antes no cambiaría nada—contesto Isa quien entro para defender a su hijo.

No sabía qué clase de sentimientos tenía en estos momentos, no quería pensar, no quería hablar, no quería saber nada...me siento tan agotado.

— ¡Pero eso...-

No ahora no.

Comencé a temblar, pude sentir ese escalofrió recorrer mi cuerpo, los presentes me miraron preocupados, indecisos por lo que me estaba pasando.

Me deje caer al piso, alarmando a varias personas que pasaban por ahí.

Mi respiración se torno pesada e irritante, empecé a hiperventilar, mis manos se dirigieron a mi cuello, esa sensación de ahogamiento me aterraba.

Tenía miedo, mucho miedo.

— ¡Haru! ¡Haru tranquilo! ¡Vamos tranquilo, todo está bien!—mi visión estaba borrosa mi sentido del oído no sabía identificar las voces alrededor.

— ¡Llama al doctor Mabuchi ahora mismo!

Unas manos tomaron mis hombros haciéndome mirar hacia el frente, las manos eran pequeñas, las sentía muy suaves y delicadas.

—Haru, quiero que te quedes conmigo—su voz sonaba preocupada, pero era tan cálida, mi cuerpo no respondía, no sabía que estaba haciendo exactamente. — respira conmigo, vamos hazlo—comenzó a hacer ejercicios de respiración mientras yo idiotamente trataba de imitar sus acciones, no podía saber quién era la persona que tenía delante mío, su rostro era confuso, pero algo puedo asegurar, era una mujer—eso es, lo estás haciendo muy bien, una vez más—volvió a decir, su tono de voz comenzó a hacerse conocido, poco a poco recuperaba mi vista.

Only One Tear|RESUBIENDO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora