Ella

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Se podía decir que ella tenía una perspectiva diferente de la vida. Cualquier persona que no la sabia mirar, diría que estaba perdida.

Ella tenía la mirada llena de luz, llena de vida. Como esas personas que yo le llamo "milagro".

Era una de esas personas que sanan, de esas personas que transmiten paz, transmiten luz. Obviamente no lo notaban mucho, le gustaba dar una imagen fría, aunque su corazón ardía, ardía tan fuerte que hasta a veces dolía. Mirarla dolía. Escucharla dolía. Tenía un carácter fuerte y alma libre. 

Ella volaba. 

Ella me hacía volar sin dirección, volar sin destino. 

Ella era todo lo que estaba bien. 

Su pelo castaño, sus ojos marrones. Sus anteojos, su libro de Cortázar, su café, su amor a la poesía y al arte, su luz, su magia, su locura, su religión.

 Estoy loco por ella. Loco por sus piernas, loco por sus manos, loco por su estilo, loco por su espalda. 

Estoy loco por esta mujer.

-Daiana Tortul.

Bendita tu luzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora