Violet se sentó a mi lado. Estaba nerviosa.
-Muy bien jovencitas- dijo el director -Reconocen esto?-
Mostró una llave y una identificación.
Las mire. La identificación era mia.
-Se puede saber que hacían estas cosas tiradas en el salón de química?-
-Esa llave no es nuestra- dije.
-Sabemos bien de quien son las llaves- dijo el director.
-Como?- pregunte.
-Revisamos los casilleros- dijo
-Abrí mi casillero varias veces hoy- me defendí y saque mi llavero -Vea-
-Señorita?- pregunto mirando a Violet.
-Abrí mi casillero antes de venir aqui- dijo.
-Su llavero- pidió.
Ella saco las llaves.
-Solo hay una- dijo el.
-Si- dije yo -solo es una-
-Señorita- dijo el -Por favor guarde silencio-
-Me dieron una llave extra- explico -Ya ahora la uso como llave de repuesto- dijo.
-Disculpe pero eso me parece ridiculo- dije -En especial por que la lleva en el mismo llavero-
-Green!- grito el director -Haga el favor de guardar silencio!-
Me quede callada.
-Estuve allí por mi padre- dijo Violet.
-Su padre...?-
-El señor Ross- dijo ella.
El maestro de química.
Nunca lo había pensado.
-De cualquier forma- dijo el director -No tenia razón para estar en la escuela mientras estaba cerrada-
Esta vez se dirigía a mi.
-Alguien mas venía con usted?-
Me quede callada.
-Yo venia con ella- dijo Violet.
-Entonces?-
-No estuvimos en el salón- dijo ella -Solo nos quedamos afuera-
-Esta identificación estaba en el salón-
-Esa identificación es mia- dije tratando de arrancársela de las manos.
-Es una prueba- dijo.
«Ni que fuera un crimen mayor» pensé.
-Digame- la dijo a Violet -Es suya esta llave?- Violet reviso en su bolsa y sacó otra llave.
El director se sorprendió.
-Entonces se puede suponer que esta llave es suya- dijo mirándome.
Saque el llavero otra vez.
-Hay que revisar el número- dijo.
Se levanto.
-Chicas- dijo el -Pueden irse-
Nos levantamos.
-Si descubrimos quien es les volveremos a llamar-
-Garcias- dijo Violet nerviosa.
-Gracias- repetí de mala gana.
Cuando salimos el timbre estaba por sonar.
-Nos salvamos?- pregunto ella.
-Eso creo- dije.
-Necesito dejar mis libros- dijo.
-Esta bien- dije -Te veo luego en el almuerzo-
Ella asintió y se fue.
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Un dia como cualquiera
RandomPensé que todo seguiría igual. Hasta que cambio, un día como cualquiera. La vida de Liz Green iba perfectamente, salvo por un pequeño incidente amoroso. Hasta que se muda con su familia a Los Angeles. Ahí, acostumbrandose a su nueva vida conoce a...