Capítulo 34

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Los días que pasaron, Julián cada vez que tenia oportunidad besaba a Micaela que no ponía mucha oposición a la situación.

Daniel y Vivian se fueron el día anterior a Dubai. Sergio se fue temprano con sus amigos, Gonzalo y los mellizos, iban a ir acampar.

Perla sirvió el desayuno para Julián solo en el gran comedor.

– ¿Dónde está Micaela? – inquirió el muchacho.

– Ella desayuna con nosotras cada mañana – le explicó con cautela la empleada.

– Ve a buscarla y tráela – le ordenó a la mucama que lo miró sorprendida.

Perla con dudas captó la orden de su jefe y fue en busca de la rubia, le dijo con sutileza que Julián la estaba esperando en el comedor, Mica la observó con extrañeza pero decidió ir a ver que quería el castaño.

– No me gusta desayunar solo – dijo él haciendo un puchero apenas la vio llegar.

– Mi primer desayuno en esta casa junto a tu hermano no la pase bien – recordó la rubia – desde ese día comparto desayuno con las chicas – dijo haciendo referencia a las empleadas de la casa.

– Bueno pero ahora no está él – Julián aprovechó que Mica se había acercado hasta él y la tomó por la cintura para sentarla en su regazo.

– ¿Qué haces? – le cuestionó con diversión ella.

– Lo que quiero – dijo Juli antes de unir sus labios con los de Micaela.



Flor y Nico se encontraban en un lujoso restaurante porteño esperando su almuerzo mientras charlaban de trivialidades y se conocían mejor.

– Estuviste mucho tiempo de novia – le comentaba Occhiato al escucharla contar sobre su extenso noviazgo con Sergio.

– Sí, pensé que era el hombre de mi vida, ahora me di cuenta que solo perdí mi tiempo y él no merecía nada de lo que le di – reflexionaba la rubia.

– Lo importante es que te diste cuenta a tiempo – le hizo ver Nicolás.

– Y no tanto, tuvo que pasar una situación fea para que abriera los ojos – le contó ella sin revelar lo que había pasado con Mica y Juli.

– Espero que no te haya hecho daño – le dijo Nico agarrándole la mano.

– No fue algo a mi directamente, paso algo externo a los dos que me hizo dar cuenta de su actitud – recordó ella el momento exacto en que sucedió todo.



Mientras tanto en la mansión Stravitz, Julián y Micaela daban rienda suelta a su amor aprovechando que no había nadie más en la casa, claro que estaban las empleadas también pero ellas debían ser discretas, por supuesto que Perla y Vero después iban a atosigar de preguntas a la rubia.

– Sabes que no quiero soltarte más, ¿no? – le dijo divertido Julián teniéndola entre sus brazos a la joven que se encontraba muy cómoda y segura.

– Tampoco quiero que me sueltes – reconoció Mica en voz alta causando una sonrisa en el castaño.

– Quiero hacerte una pregunta pero no quiero sonar indiscreto – tanteó él.

– Te escuchó – le dio el okey la rubia para que prosiguiera.

– Desde que llegaste, tanto mi hermano como yo tuvimos una duda muy grande y... - Juli no podía terminar de formular su pregunta ante la mirada curiosa de ella.

– Si lo que te interesa es saber si Daniel es mi padre, claramente la respuesta es no – Mica adivinó la inquietud de Julián que al escucharla le dio tranquilidad absoluta – Pero no quiero hablar sobre mi papá – sentenció ella dando por terminada esa conversación y él no pudo estar más de acuerdo y solo se limitó a volver a besarla.

Una intrusa en la familiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora