La chica que iba todos las mañanas a la misma plaza, set de lo curre'o se encontraba de nuevo allí. Rondaba de un lado a otro, pensando en que iba de ser de su frágil alma, cuando volviera, como siempre, a happy samiles sin ningún rastro de alimento alguno. Miro con curiosidad y tristeza todas las pequeñas bolsitas que yacían sobre la mesa, intentó llevarse solo un par a la pequeña cesta de su bici, pero su intento fue en vano. Tan solo no era capaz. Su padre no se habría quemado las pestañas todos estos años para que en cuestión de segundos, llamaran a la policía y la llevaran presa. Sin ninguna opción, volvió a dejar las pequeñas bolsas en donde las había encontrado.
-Sabes que puedo obsequiarte algunas- dijo con ánimos de ayudar Alice, su amiga.
-Basta, me torturas- dijo con irritación- No sabes que es llegar a un lugar en el que todos creen que eres su única esperanza con las manos vacías. No sabes que es ver como los ojos de un pequeño niño desafortunado en el que sus padres murieron o simplemente son unos imbéciles y lo dejaron tirado, se rompen en mil pedazos y no puedes hacer nada, "¿pero por que no haces algo Sam?, tu padre te ha dejado una numerosa cantidad de dinero, ¿acaso ya te la gastaste toda en fiestas?, claro como aquí los pobres no valemos nada" que sabe la gente sobre la maldita pobreza?. Solo quiero respuestas Alice, solo quiero respuestas- dijo en un susurro-.
-Sam, no más, no te tortures más. Todo saldrá bien. Si bien todos sabemos que desde que el señor Michaels murió, todo ha empeorado. Hasta el quiosco ha ido en ruina-dijo extendiendo los brazos- solo tranqulízate, pon de esas hermosas sonrisas que a todos nos encanta, y sigue fuerte, como la mujer que eres.
-Tratare- dijo con desanimo.
-Quieres que te ayude con esa sonrisa eh, eh?- dijo alzando las cejas y haciendo referencia a el apuesto chico que venia todas las mañanas, a la misma hora.
-Déjate de estupideces y ponte a trabajar.- dijo sonrojándose un poco.
De echo, Sam siempre procuraba llegar a la misma hora a set de lo curre'o para poder verlo. Dan, el joven apuesto tenia su propio quiosco al lado del de Alice, tenia un negocio de playeras personalizadas y con estampados realmente ridículos para el gusto de Sam, pero que tuviera ese trabajo no le quitaba lo apuesto que era. En the new holland, un pequeño pueblo cálido, cerca a la playa, todas las personas vivían con el clima de verano, es decir, todos los días soleados y las noches cálidas; Por esa razón era que el negocio de Dan cada día era mas próspero, todos querían alguna prenda para poder refrescarse un poco en la playa, los días que no había escuela, claro esta. Dan siempre llevaba puesta una de sus playeras y unas bermudas de colores, eso sumado a sus ojos azules y a su cabello siempre despeinado color negro, lo hacia un chico de portada de revista, A Sam siempre la había parecido atractivo este prototipo de hombres, ya que nunca se había relacionada con algún chico sin que le pareciera estúpido y descerebrado, en cambio Dan parecía ser un chico muy atento e inteligente. Pero lo que ella no sabia, era que media escuela de New Holland estaba detrás de ella.
Luego de estar lista para partir en su bici, aún un poco abrumada por lo que iba a suceder cuando llegara, se despidió de Alice y se marcho. Para llegar a happy smiles tenía que cruzar unas cuantas calles, ya que el pueblo era muy chico.
Cuando llegó dejo su bici a un lado del jardín, tomando nota de que el lugar en donde usualmente la dejaba estaba ocupada por otra mas grande y de color negro, supuso que era de algún niño mimado del vecindario que quería presumir. Agarro su mochila un poco gastada, pero vacía y golpeó la gigantesca puerta que antes era azul opaco, pero ella y su padre luego la pintaron con varios colores para darle vida al lugar. Cuando la puerta se abrió, de inmediato notó algo diferente. La recepcionista, la señora Parck no era la que le había abierto la puerta, como era de costumbre, ahora la puerta había sido abierta por un joven apuesto, muy apuesto. Sam reaccionó después de un rato, en el cual se había quedado detallando al chico.
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La sombra de lo invisible*
RomanceSam es una joven que siempre quiso ayudar. Siempre y en cualquier lugar, trataba de ser la fuerte, pero siempre supo que su débil corazón se rompería en un momento determinado. Ese momento fue cuando su padre murió. Quedo devastada y sin consuelo. ...