Capítulo 1. Denver

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[My tea's gone cold I'm wondering why I.
got out of bed at all
The morning rain clouds up my window.
and I can't see at all
And even if I could it'll all be gray
but your picture on my wall
It reminds me, that it's not so bad
it's not so bad.
My tea's gone cold I'm wondering why I.
got out of bed at all
The morning rain clouds up my window.
and I can't see at all
And even if I could it'll all be gray
but your picture on my wall
It reminds me, that it's not so bad
it's not so bad]

El concierto me habia quitado la respiración y solo podia verlo a lo lejos. Me gustaba su forma de hacer que los problemas rimaran con la vida.

Sus letras y sus ritmos me sostenían sobre el abismo antes de poder caer derecho sin fin, caer lento y dolorosamente.

Fueron sólo tres horas de alegría pero como todo, esto también acabó. Esperé cuatro horas para saber si podría econtrarme al dueño de mis sonrisas, el frío me cubría de la cabeza a los pies, sentía que me iba congelando por partes esperando a que el culo de Marshall apareciera frente a mi.

De la mano venía mi hermano Matthew con la emoción pudiendo con el, fue cuando me lo topé cara a cara; se me subió el corazón a la garganta de la emoción, quería llorar pero no exactamente de alegría; quería llorar ante el hecho de tener que verlo partir de nuevo, dejándome con todas mis ilusiones intactas.

- ¡Slim! - Grité a la vista de que el shock de mi hermano no lo dejaba pronunciar palabra.

- El autógrafo, el autógrafo - Me codeaba mi hermano con intensidad.

Cuando sus pies se acercaron hacia mí sentí que el mundo se detenía. Sentía que todo alrededor se desvanecía y las personas desaparecían; el no lo sabía, pero en ese momento solo existíamos los dos sobre la tierra.

- Marshall... - Balbuceé pues, al igual que Matthew, estaba en shock - Soy...soy, soy tu mayor fan. Por favor ¿podrías darme tu autógrafo? - Saque un papel de cuaderno doblado de mi bolsillo de la chaqueta, el bolígrafo me lo tendió la mano nerviosa de Matthew.

- No -Dijo sin mucho interés antes de ser arrastrado por seguridad a su automóvil.

Sin más, subió a su auto junto a los demás miembros de su banda, dejándome con una alegría agria combinada con las gotas de lluvia que empezaban a caer.

Los ojos de Matthew se apagaron como dos focos fundidos,  yo solo quería golpear a los guardias que se lo llevaron a su auto.

Stan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora