Brisa de invierno

85 6 0
                                    

Akise estaba a mi lado, seguía deprimido, gracias a Haru sabia que el tenía muchos problemas familiares pero nunca me imagine un fuera tan grave, nunca me imagine que un madre podría rechazar a su hijo, su propio hijo, me lo imagine y sabia que se sentía mal, yo me sentía mal cuando mi madre nunca estaba, estuve muchos años solo, y dolía, ser rechazado por su madre es algo... Inexplicable.
-Yukina... -dijo con voz entre cortada - ¿tu no me dejaras solo verdad?
Su mirada era fija al suelo, Haru era de las personas que sonreían mucho, y Akise también,
-Nunca lo haré - sonreí
Tanto tiempo estuve solo, tanto tiempo le di la espalda a mis amigos, y nunca me di cuenta de lo que pasaba a mi alrededor. Haru y Akise eran tan diferentes, yo siempre creí que las personas que sonreían mucho eran muy felices, ahora entiendo que son las que más sufren...
- tengo frío - dijo Akise,
Él se había dejado caer entre mis brazos, algo que nunca me hubiera imaginado que haría, cuando menos me lo espere, me di cuenta que estaba dormido, al intentar subirlo me resbale y casi caigo, Akise se había quedado profundamente dormido, su rostro tan pálido, como el de un niño pequeño, era hermoso.
Me puse la pijama que me presto Akise, y busque la cocina, tome agua y vi una gran cantidad de platos sucios, "probablemente no le gusta lavar" sonreí.
Mientras Akise dormía, decidí hacer limpieza en su pequeña habitación, e incluso prepare comida. mientras estaba de pie, frente al horno, los brazos de Akise rodearon mi cintura.
-creí que me habías dejado solo...
-¿¡Eh!?  Espera se me queman las galletas...
Me voltee rápidamente y saque las galletas, solía soportar los dolores físicos. Cuando saque la bandeja, no cubrí bien una parte de mi mano derecha, me queme, no hice mucho caso, solo fue una quemadura ligera.
-Yuuki - dijo con pereza - déjame ayudarte...
- ¡N-no!
-ah... ¿Porque no?
-porque son para ti...
- no seas cursi Yukina, ambos somos hombres.
Me sonrojé -¡Ya se que ambos somos hombres!
-Me alegra que lo tengas en claro. No quiero formar mal entendidos...
-¿habría algo malo si sucede?
-Si, es asqueroso.
Me puse nervioso... Mi corazón comenzó a latir fuerte, no sabia que decir...
-Hey... ¿Pasa algo?
-¡No! Para nada... Solo que no creo que sea tan malo amar a personas del mismo sexo...
-Para mi si
-Bueno... Pero no soy así, solo hice galletas como tu amigo.

Los días pasaron, tranquilamente, uno tras otro, me fui llevando bien con el nuevo amante de mi madre, que ahora formaba parte de la familia, mi madre me consentía más. La suave y delicada brisa entraba por la ventana... El invierno se acercaba cada vez más... Poco a poco, me di cuenta... Algo me falta, me lleve una mano con delicadeza desde mi vientre la deslice hasta mi pecho. Siento un vacío... No se nada de Akise desde aquel día...

Perdón por amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora