Amas a tu amigo (Akane hiyori)

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Mi vida había sido un dolor de cabeza desde que el padre de mi Yukina se había ido, todo se volvió más difícil, me alejaba cada vez más de mi familia, la pequeña familia que tengo...
Solo me queda Yukina
Siempre traté que Yukina recibiera una educación correcta, que supiera cómo protegerse desde la partida de su padre, yo ya no podía estar para el.
Poco a poco, sentí como esa sonrisa tan dulce que tenía mi hijo, se fue desvaneciendo, su mundo de colores se fue tornando gris, y no podía hacer nada por remediarlo, mi trabajo me mataba, debido a que no logre tener estudios altos, la oficina donde trabajaba era un lugar perfecto, no podía marcharme a pesar de la explotación, había veces que solo podía llegar a dormir, despertándome, tenía que trabajar otra vez.
Como si trabajar casi las 24 horas no fuera suficiente, pronto tenía que hacer viajes de trabajo, lejos d e mi hogar, lejos de mi familia.
Entre los días de mi trabajo conocía personas, cuando Yukina tenía diez años, salí con un chico, cuando lo lleve a casa en una de mis tardes libres quería presentárselo a Yukina, quería encontrar una nueva figura paterna para el, no quería que creciera solo.
No resultó como pensé, Yukina se enfadó tanto, me sentí tan decepcionada de mí misma, me había llamado traidora, que había roto la promesa que me hice, a pesar de querer tanto a mi pareja, amaba más a mi hijo... Me vi casi obligada a alejarme de mi pareja, la deje semanas después...

En las tardes que tenía libre de trabajo o cuando no estaba de viaje, aprovechaba para hablar con Yukina. Así fue pasando el tiempo...
Noche, día, noche, día.
Cuando Yukina cumplió 13 le compre un celular, cuando estaba de viaje le llamaba, así podíamos hablar, me contaba sobre un chico, llamado Haru, amable y risueño, que aparentaba ser frío con la gente. Me sentí feliz, mi niño había encontrado a un amigo.
Fue pasando el tiempo, y ese chico, se convirtió en su mejor amigo...
En los primeros días de las vacaciones de invierno cuando Yukina tenía 18 años, su vida se lleno de colores, era más alegre, lleno de vida, no sabía que había ocurrido, lo primero que pude pensar fue el que una linda chica se había fijado en él y ahora mantenía una relación con ella. Me equivoque, totalmente.
A pesar de que también me había contado de que Haru, había resultado ser otra persona de nombre Akise. Pero... Nunca de que tenía a alguna chica como enamorada.

^Cuando llegue de mi viaje de trabajo, había traído postres, había comprado muchos, para que Yukina invitara a su mejor amigo. Vi sus zapatos cerca de su habitación, junto a otros más grande que los de mi hijo. Poco a poco fui abriendo la puerta de su habitación, a pesar del frío, Yukina era de las personas que no podían dormir sin calefacción, aunque estaba debajo de muchas sabanas, Yukina no estaba solo, un chico de cabellos rubios estaba dormido a lado de Yukina.
No quise despertarlos, tuve malos pensamientos, hacen linda pareja, además, Yukina se ve feliz durmiendo a su lado, puedo sentir la calidez de ambos juntos... No me molestaría en absoluto que mi hijo fuera pareja de otro chico... Si el el feliz, yo también lo soy, lo apoyaría y ayudaría a conquistar a su amor.

-¿Mamá...? - susurro Yukina
-shh... Vuelve a dormir cariño.
Mi lindo hijo solo me miró sonrojado, y sonrío...
<<estoy segura de que estás enamorado de tu amigo>> -le decía a Yukina
Sólo se reía, y apartaba la mirada para que no viera su completo sonrojo,
otras veces cuando estaba muy callado solía molestarle diciendo:
-"podría apostar que piensas en tu Akise"-y otras veces le decía- "huy Akise"
Me gustaba verlo sonrojar, y ponerse feliz, le daba a entender que estaba bien, porque, al decirlo de broma, le sonreía cada vez que se ponía rojo.
Todas mis dudas las confirme aquella noche de año nuevo, cuando Akise y Yukina fueron a la habitación de Yukina, estaba conviviendo con la familia, la mirada de Yukina y la mía se cruzaron cuando él se había levantado de su asiento, sólo le sonreí, y el devolvió el gesto.
El conteo final llegó, quise ser la primera en abrazar a Yukina por el año nuevo, y dar gracias por que mi familia seguía junta... Al parecer me habían ganado.
Encontré a los dos chicos, Yukina acostado en su cama y Akise sobre él, completamente unidos por un apasionado beso, la cara de Yukina era de felicidad, parecía un tomate feliz, no quería interrumpir. Salí de su habitación, feliz y baje para festejar con mi familia...
Mi hijo está creciendo... Pronto lo veré tomado de la mano con su pareja, diciéndome adiós. Pero... Seré feliz, sólo si él lo es.

Perdón por amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora