Parte sin título 5

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Pov Will

Pasaron unos veinte minutos antes de que Jen recobrara su conciencia y estuviera cuerda, o eso creí.

-¡Vamos a hacer fiesta! ¡Fiesta, fiesta! ¡Que viva yo! ¡Que vivas tuuuu!-Se me tiró encima abrazándome fuertemente casi ahorcándome.

-Tranquila, quédate quieta-Pero no, ella se puso a saltar y a gritar por toda la casa sobre una fiesta. No contenta con eso, prendió la estéreo y como por arte de magia suena una canción que solo ella conoce, que le encanta bailarla y que la canta como si su vida dependiese de ello, lo que me causa gracia, ya que canta horrible.

-Hey, tranquila, ven aquí, ¿Te traigo algo de comer?-Le pregunto con la esperanza que deje de saltar... ya decía yo que mark tenía razón cuando dijo que se portaba como una niña.

-¡No!-Chillo como cría de cinco años, empezó a hacer movimientos exagerados pero sensuales conforme la música sonaba.-Will, mueve ese gran trasero que tienes que para eso es.-Aun hipnotizado por sus movimientos, caigo en cuenta de algo que dijo... ¿Gran trasero? Vaya que si le dieron algo, porque está muy enérgica.

-Auch!- La hermosa niña, que parece diablo, me apretó y golpeo mi trasero.

-¡Esa canción me gusta!-Empezó a bailar y lo que cría imposible paso. ¡Empezó a quitarse su ropa! Empezó por la blusa, la cual al quedársele atrancada en la cabeza siguió por sus shorts, que se le enredaron en sus pies ocasionando que cayera al piso como un saco de papas.

Me reí, hasta no poder más, la escena era divertida de ver. Ella tratando de pararse, sin ningún éxito, dando vueltas en el piso para salir de su agarre, que por cierto ella misma ocasionó.

Cuando la ayude a parar, pudo sacarse la blusa y pude mirarla como se es debido.

Tiene unos grandes atributos. Es hermosa, no había visto una mujer con tal belleza.

-¿Por qué no bailas con migo?-Se puso a hacer pucheros que se veían hermosos.- ¿Tan gorda y fea estoy?

-¡No! ¡Sí tú eres hermosa!

-Oh, bien- Enserio no sabía que le habían dado. Pero estaba demasiado imperativa, tanto, que se me monto a caballito por un larga, largo, laaargo rato.

-Ya, vamos a dormir, ¿Quieres?- ya se notaba cansada. Ella solo asintió por el cansancio.

Subimos las escaleras y la deje en un cuarto de invitados, le pase mi camisa, se la puso, la arrope y le di un pequeño beso en la frente.

-Que duermas, pequeña.- Baje las escaleras, apague la estéreo y las luces, para luego volver a subir y entrar a mi habitación.

Me acosté tal y como entre, mi cansancio era de un nivel superior, estaba a punto de quedarme dormido, cuando sentí un peso al lado de mi cama y una cabeza apoyada en mi pecho, abrí los ojos y vi a Jen aun con la remera puesta.

-Que duermas caramelo.

-¿Caramelo?-pregunte mientras la abrazaba.

-sí, es que me encantaaa el dulce.- Dios, cuando quería, podía ser una niña encantadora.

***

Desperté a causa de unos llantos y gritos, me incorpore para ver qué pasaba y vi a Jen gritando y golpeando la pared.

-¿Qué te pasa?-Pregunte con el ceño fruncido, ella volteó y pude notar como sus manos estaban muy lastimadas-¿Por qué te has lastimado así?-Me levante y me acerque a ella, sin embargo volvió a gritar y se alejó de mí. ¿Sería que la droga aún tiene efecto sobre ella?

Con mis demoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora