¿Y la ropa interior?

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CAPITULO 5

-¿Aceptas?-Repitió.

-¿Cuánto pagare?- El dinero era el problema.

-Nada.-Este chico debe estar chiflado.

-No, si me voy con Tigo tendré que pagar.

-Eso significa que aceptas.

-No dije eso, sólo dije que debo pagar.

-Que horrible eres, ¿Qué parte de nada no entiendes?- Vaya se exaspera fácil.

-¿Y tú que parte de si no pago no voy?

-Bien, pagaras con...

-¿Dinero?

-No, con tu compañía es suficiente.-Sonrío de una manera sexy. Que tentador se veía.

-No. Yo debo pagarte...

-Bien!, pagaras, pero lo hablaremos en casa, no se porque presiento que querrán volver.- Y tenía toda la razón, no tardarían en volver.

-Vale, entonces ayúdame.- Saque tres maletas, por ahora eran suficientes, y eran las únicas que tenía.

Saque mi ropa, mis vestidos, shorts, blusas, camisetas, la de ejercicio, pelea. También tome mis objetos personales, agradecí ser ordenada y tener collares, aretes y demás accesorios en una caja, por lo que no se me dificulto guardarlos, seguí con los zapatos, tanto deportivos, converse, tacones y demás.

Y en la última maleta empaqué un sobre-cama que me regalo mi madre -cuando aún vivía- un peluche que me acompañaba desde niña, mi laptop y cuando fui a revisar el cajón donde guardo mi ropa interior, veo que Will está muy entretenido mirando mi lencería.

-¿se puede saber que mierda haces con mi ropa interior?-Dios este chico exasperaba a cualquiera, y eso que yo soy tremenda.

-Es linda-El muy descarado ni siquiera me miro, sino que siguió sacándolas y examinándolas como si fuera un policía del FBI y hubiera descubierto una pista muy grande para su equipo, lo único diferente es que no era el FBI y era mi ropa interior la que era examinada.

-¿Y? Por eso no debes andar de curioso, mucho menos con mi lencería, porque es mi lencería... Joder! Déjala bastardo.- Por primera vez desde que llevábamos esta pequeña conversación me miro.

-Me la debes.-Sentenció como quien sentencia en un jodido tribunal.

-¿El qué?-Ahora sí que me confundió el muy hijo de...

-Ayer me hiciste de niñero, te emborrachaste, te caíste, bailaste, y casi me violas, sin contar que esta mañana la que se creía violada eras tú, así que sí, me la debes, es lo menos que puedes hacer.-Ahora si estoy roja.

-Vale, me porte como toda una desquiciada, pero eso no te da el derecho de... ¡SUELTA MI ROPA INTERIOR!-Esto si que es el colmo de los colmos, ya no solo era la ropa interior normal, sino que saco una lencería roja, la más sexy que tenía, que no tuviera una vida sexual, no significaba que no tuviera algunas cosas.

Volviendo a todo, me abalancé sobre el, consiguiendo que cayera y le arrebate mi ropa, por la cara que hizo supe que había recibido un gran golpe.

-No la toques.- Me levanté y la deje sobre la cama, entre a mi armario, que era otra habitación y saque la plata, había también una especie de caja fuerte donde saqué un poco de droga que tenía en aquel lugar, -había más abajo otra porción que aun no llevaría por precaución- y una foto que tomamos en el último cumpleaños de mamá, estábamos todos, lo chistoso era las caras que todas hacíamos, eran épicas.

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⏰ Última actualización: Jan 28, 2016 ⏰

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