❌t h r e e❌

166 25 1
                                    

Michael se encontraba camino al psiquiatra que le habían indicado sus padres, aún tenía una gran incógnita en su cabeza, preguntándose a sí mismo si tenía problemas mentales.

Porque el no los tenía, ¿cierto?

Un Luke enojado se encontraba caminando detrás de él, sus pisadas rozándole los tobillos a Michael y sus zapatos sonando fuertemente contra la acera, solo para los oídos del teñido, su enojo le angustiaba y lo ponía más nervioso aún, aunque el pensaba en otra cosa más que en su nerviosismo.

¿Lo tratarán bien?

¿Le caerá bien el supuesto viejo pelón de 40 años que le dirá "enfermo mental"?

¿Estará bien?

Esas y miles de preguntas más rondaban en su mente, haciendo que pensara más de lo debido y comenzara a dolerle la cabeza, ocasionándole una molestia poco notable para él, pero para Luke era más que notoria.

-Deja de pensar, Michael.

Luke hablo en su oído, asustándolo levemente por encontrarse tan sumergido en sus pensamientos, pero era algo que no podía evitar, había estado pensando de más estos últimos días y comenzaba a fastidiarse de eso, pero de todas maneras sentía que no podía detenerse.

Su cabeza era un remolino que no pensaba detenerse aún.

Habían llegado al gran y viejo edificio donde sería su consulta, los colores sobrios provocaban seriedad y tristeza, melancolía y decepción, miles de cosas negativas. Entro por las puertas de vidrio y se encontró con el lugar más frío y solitario que había visitado, hacia tanto frío que Michael vio como su aliento salia de su boca, camino rápidamente hasta la recepción y carraspeo para llamar la atención de la mujer de color con un gran suéter puesto.

-Michael Clifford, mis padres pidieron cita con el psiquiatra -habló antes de que la mujer pronunciara una palabras, esta le dedicó una mala mirada, tecleó algo en la computadora y levantó su cabeza para observar al chico teñido de cabello negro.

-Sí, está esperando por ti. Piso 2, consultorio 145.

Michael asintió y, sin decir gracias, comenzó a subir las escaleras, había un ascensor pero era claustrofóbico; subió hasta llegar al piso indicado y comenzó a buscar el consultorio, Michael seguía sin pensar nada y Luke se encontraba quién sabe donde, el teñido no se había dado cuenta que Luke estaba en otro lado hasta que lo vio llegar a su lado cuando consiguió el consultorio.

-Vamos, Mikey, toca la puerta. -ordenó Luke con voz serena. Michael obedeció. Escuchó un "pase" desde adentro.

Michael estaba del todo equivocado en cuanto al aspecto del señor con un título en psiquiatría, era más joven de lo que pensaba e incluso llegó a considerarlo guapo, y sí que lo era.

-Tú debes ser Michael, soy el doctor Elías, dime solo Elías. -dijo con una sonrisa el doctor de acento extraño.

-Está bien, solo Elías. -el teñido tomó asiento sin dejar que el doctor se lo pidiera, observando el escritorio cuidadosamente, viendo un par de bolígrafos, unas hojas, una carpeta abierta con un par de hojas regadas, un par de fotos de las que supuso que eran de su familia y una gran y moderna computadora.

El doctor estaba hablando pero Michael no lo escuchaba.

Elías calló para escuchar a Michael.

Pero lo que escuchó Elías fue algo que lo dejó totalmente helado.

-Luke, no debes darle la espalda a Elías, es de mala educación-dijo con una grave voz y mirando a rubio que se encontraba frente a él.

-¿Con quién estás hablando, Michael?

Dear; mukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora