El Peluquero Rencoroso
Peluquero: P Clint: C
(Entra un hombre, las campanitas de la puerta suenan cuando se abre. Rápidamente el peluquero, un hombre robusto, pelado, y de hombros anchos, se levanta para recibir a su último cliente del día. El peluquero lleva puesta una camisa gris y un pantalón negro de traje. El hombre lleva puesto un traje y un sombrero que le cubre la cara)
P: Buenas tardes señor.... (Mira al cliente, esperando para que diga su nombre)
C: Jarm, Clint Jarm. Buenas tardes, venía a cortarme el pelo.
P: (Con tono sarcástico) No, ¿en serio? ¿Se quiere cortar el pelo? ¿Acá?
C: Sí, quería, pero con esa actitud mejor me voy.
P: No no no, era un chiste nomás no se ponga así.
C: Bueno dale, pero rápido que quiero volver temprano a casa
P: Entonces... ¿Se va cortar el pelo o no?
C: (Con tono sarcástico, aprovechando para vengarse del peluquero) ¡No! Quiero comprar un auto, ¿tiene Chevrolet?
(Al decirlo, el hombre se saca su sombrero, dejando ver su cara. Tiene ojos negros, y un pelo largo y marrón que llega a sus hombros. Al verlo, el peluquero lo reconoce)
(Las luces se apagan y el reflector ilumina al peluquero, el cual mira al público)
P: ¿Cómo olvidar a este hombre? Este hombre, que rayó toda la puerta de mi auto. Y todo porque hace una semana, en el kiosco, estuvimos una hora haciendo fila, y lo único que él quería comprar era un atado de cigarrillos, y yo compré el último. Ya sé, voy a hacerle un mal peinado, como venganza por mi auto. Lo voy a rapar todo, a dejarlo pelado.
(Las luces se prenden de vuelta y los personajes se vuelven a mirar)
P: Bueno Clint, ¿qué hacemos con este pelo?
C: Más que nada sacale volumen, el pelo de las orejas y cortá las chapas.
P: ¿Las qué?
C: Las chuzas.
P: Ah, bueno. Siéntese.
(El peluquero se inclina, apuntando hacia una silla con un espejo enfrente. Cuando Clint se sienta, el peluquero agarra un gran poncho, de una tela fina, y cubre los hombros de Clint. Luego agarra la tijera y empieza a cortar)
C: ¿Para qué es el poncho este?
P: Para que no se te llene la ropa de pelo.
C: Ah ok.
P: ¿Le molesta? Si quiere se lo saco.
C: No no, dejalo no pasa nada.
(El peluquero sigue cortando en silencio, el único sonido que se oye es la tijera cortando)
C: Y... cuénteme, ¿cuánto va a salir el corte?
P: No nada, veinte pesos.
C: ¡Ah nada! ¿Por qué tan barato?
P: ¿Querés que te cuente?
C: La verdad que sí, me sorprende el precio.
P: Y bueno el tema es que con un precio tan bajo, se llena de gente, y termino ganando más que si cobro caro.
C: Ahhhh, tiene sentido, muy inteligente.
P: Gracias.
(Clint se mete la mano en el bolsillo, y saca un caja de cigarrillos)
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Cuentos de todo
AdventureAquí les dejo cuentitos y obras que escribí en el colegio, hay de todos los géneros