Capítulo 6

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Como bien seguramente habréis observado (o no, quién sabe), he estado haciendo algunas rectificaciones en los anteriores capítulos. Añadiendo algún detalle por aquí, quitando alguno por allá, nada importante. También he hecho algún que otro cambio en la estética de los capítulos, pero tampoco es relevante.
Sin más demora, te dejo leer un pequeño adelanto de la historia (para que veáis que cumplo mi promesa de intentar sacar adelante la historia :3) que espero que os haga más corta la espera para el siguiente capítulo. Ya sabéis, comentad qué os ha parecido y dadle a la estrellita si os ha gustado ^.^
XOXO, arouss

POV Clary
Clary no sabía como iba a salir de esta. Realmente parecía una misión imposible. Dudaba que siquiera James Bond pudiera llevar a buen puerto todo esto. Por un lado, tenía a la Clave presionándola, sin dejarle el mínimo margen de error. Por otro lado, a la búsqueda de Luke debía añadir la desaparición de su madre y el posible retorno de su malvado padre. Aunque mirándolo por el lado positivo, como mínimo solo era su padre y no su padre y su hermano juntos. Todo eso sin contar que había convertido sin querer a Simon en un vampiro diurno. Eso no hubiese sido un problema si no fuese porque era el primer y único vampiro diurno del mundo. Si la Clave se enteraba estaba jodida.

—Estate quieta, Clary. Me estás poniendo nerviosa —dijo Alec, desde su sillón.

Se habían reunido todos en la biblioteca para pensar en el siguiente paso. El primero era poner a salvo a Simon. No solo tenían el inconveniente de que Clary pudiese meterse en problemas, si no que ve a saber tú como reaccionaban los demás al saber de él.

Quizás el clan de Nueva York lo exigía y lo obligaba a hacer cosas desastrosas aprovechando que no debía limitarse a actuar por la noche. Peor sería si se enteraban que Clary había sido la responsable. Probablemente la buscarían para que los "curase" a todos ellos.
Peor aún que todo eso: la Clave decidía experimentar con él y con Clary.

Las opciones eran infinitas, y ninguna tenía buena pinta. Así que no, que la Clave o algún otro de fuera de su círculo de amigos se enterase no era una opción. Debían mantener el secreto costase lo que costase.

POV Simon
La vida de Simon había dado un giro de 180º en menos de una semana. Había pasado de tener la aburrida rutina de levantarse, ir al instituto, volver, hacer la tarea y volver a empezar a ser el única vampiro diurno de toda la historia, pasando por tener amigos descendientes de ángeles y un hombre lobo como mejor amigo. Cuando Jordan le había revelando que era un hombre lobo siquiera reaccionó un poco. A esas alturas, si le decían que su madre también era un licántropo y su hermana una hada, se lo creería. Después de todo esto ya nada podía sorprenderle.

—Lo primero es lo primero —dijo Isabelle—. Simon, no puedes volver a tu casa hasta que solucionemos tu condición. No podemos arriesgarnos a que tu familia te descubra o que por accidente ataques a alguna persona. No sabemos como reaccionas delante de sangre.

—Pero...

La realidad lo abofeteó cuando se dio cuenta de que su familia no sabía nada de todo esto, y así debía seguir siendo. Hasta ese momento Simon no se había planteado como iba a contarles todo esto a su familia. No era como si pudiese plantarse en la puerta de su propia casa y decir "Hey, mamá. Resulta que  en una fiesta acepté la bebida de un extraño y terminé convertido en ratón. Pero no te preocupes, como puedes ver, no soy un ratón: ahora soy un vampiro. ¡Ah, pero no te alteres mujer! Eso no afectará a mi vida. Voy a salirte más barato de mantener que antes, solo necesito sangre para sobrevivir. Y de hecho, podríamos hacernos famosos y ganar mucho dinero. ¿Sabes? Soy el único vampiro en el mundo que puede caminar bajo el sol sin freírse como un espárrago. Eso debe ser algún tipo de record en el libro Guiness, ¿no crees?"

Pero nada —la voz de Jace no admitía réplica alguna. En el fondo Simon sabía que tenían razón. Simplemente no quería aceptarlo. Pero negar los hechos no los convertía en menos reales—. Tampoco puedes quedarte en el instituto, es demasiado arriesgado.

—Lo ideal sería encontrar un piso cerca, para tenerte a mano —señaló Clary.

A Simon seguían sin convencerle sus planes, pero sabía que no tenía remedio.

—Esto dejádmelo a mí. Puedo mover unos cuantos hilos y conseguir algo en esta zona —dijo Alec.

—Querrás decir, puedes hacer que Magnus mueva unos cuantos hilos —replicó con burla Isabelle.

Ah, el tipo de la fiesta... no pensaba acercarse a él a menos de diez metros. ¡Por su culpa había acabado convertido en lo que era ahora! Vamos, ¿quién dejaba entrar en su propia fiesta bebidas extrañas? Vamos, ¿quién acepta bebidas de extraños?, se burló su subconsciente. Agh, maldita sea. Acabaría por volverse loco.




Cazadores de sombras: Un amanecer diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora