Amanda's Point Of View.
Al paso de unas semanas Justin y yo nos fuimos más cercanos. Estos días no nos hemos visto mucho, su nuevo single se acerca y él a estado ocupado con eso. Eso sí, la comunicación no se acaba, hablamos por mensajes y llamadas. Somos muy buenos amigos.
Hoy era su día libre y no dudó en llamarme y contármelo, para qué nos juntáramos. Y así fue, ahora voy directo a su casa, emocionada, extrañaba a Justin.
Al llegar toqué el timbre de su casa y al instante la puerta se abrió, al ver que Justin abría la puerta, sin dudarlo me tiré sobre él abrazándolo.
—¡Te extrañé demasiado! —exclamé.
—También yo, nena —rió alegre.
—Cuando sin vernos, ¿Seis días?, no lo sé, pero te extrañé —besé su mejilla.
—En realidad, fueron seis días, con diez hora y veinte minutos —habló serio.
—¿De verdad? —fruncí mi ceño, ¿Él los contó?
—No, solo inventé. No sería capaz de contar horas y minutos —admitió.
Y mi ilusión cayó, sonreí débilmente y entré, el me siguió, cerró la puerta tras de él y me guió hasta el sillón.
—Cuéntame de tu semana —indiqué.
—Bueno, he estado algo cansado con todo esto, pero al mismo tiempo feliz —sonrió.
—Eso es excelente.
—Sí, pero bueno, siempre hablamos de mi, ahora hablemos de ti —se acercó más a mi.
Tragué duramente, y miré mis manos, no tenía planeado decirle, pero tarde o temprano tendría que hacerlo, sin embargo, hoy no era el día, se supone que deberíamos estar felices y así será.
—No, nada, normal —me encogí de hombros.
—Oh, vamos. ¿De verdad no tienes nada que contar o decirme?
Esperen, esperen, ¿Él sabe algo?, no lo creo, ni mis padres saben. Sacó esas pensamientos de la cabeza y le respondo.
—Ya sabes, pintar, pintar y pintar —reímos juntos.
El suspiró y tomó mi mano, la comenzó a acariciar y me observó.
—De verdad te extrañé —fue sincero.
—También lo hice.
Con su mano tomó mi mentón, hizo pequeñas caricias, de ahí fue a mis mejillas, copió el acto anterior. Así fue acariciando todo mi rostro, dejó su mano en mi mejilla y cerré mis ojos.
—Eres hermosa —susurró.
Al abrir los ojos el estaba a solo unos centímetros de mi, llevó su mano restante a mi otra mejilla, nos fuimos acercando, hasta que sus labios tomaron cuidadosamente los míos.
Al principio quedé inmóvil, pero al sentir las suaves caricias de sus labios, empecé a moverlos junto a los de el.Sus labios eran tan suaves y carnosos, que perdí la noción del tiempo, solo reaccioné al no sentir ya sus labios contra los míos.
—Me gustas —murmuró, para luego juntar sus labios nuevamente con los míos.
Y lo mejor era que también él me gusta, pero sé que esto no saldrá del todo bien, todo puede cambiar con unas simples palabras.
En fin, creo que mi destino no es ser feliz.
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Y acaaaaaa el finaaaaal, lo sé algo confuso pero tranquilas, aún falta el epílogo.¿QUE OCULTARÁ AMANDA?Por favorrrrr, voten y comenten!
