Capítulo 8.

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Golpee la puerta para que el idiota de Kol me abra.

-Uh, que apurada esta la nena.- Uff

-No tengo todo el día- Sonreí maliciosamente.

-Pase- Me abrió la puerta y subió las escaleras, yo lo seguí.

-¿Te digo algo?-

-Dime- Respondí

-No tengo ganas de hacer el trabajo- Me lee los pensamientos este chico.

-Yo tampoco- Woow, eso me impresionó a mi misma, siempre hago todo, hoy sería la excepción.

-Contame tu vida, nena – Saco un ''porro'', donde me metí.

-Que mal educado, ¿queres?-

-Ni muerta- Marihuana, jamás probaría. Me voy a quedar porque después voy a encontrarme con el mesero y le había mandado un mensaje a mi madre que iría a hacer un trabajo grupal y si vuelvo no me va a dejar ir.

-Bueno mi vida, me llamo Lucyanna tengo 17 años, y mi novio me dejo.-

-¿Lo extrañas?- Que pregunta, dios.

-Digamos, si, mucho- Uffffffffff.

-Fuma, te vas a sentir mejor-

-Ni loca- Jamás.

-Yo te ofrecí, olvidarte de todo por un rato-

-Dame- Fumé y fumé, estaba en el paraíso, no sentía nada, era como un viaje.

-¿Te gustó?- Quería más

-Dame más-Le dije desesperada

-No, ya es mucho, ven vamos a tomar algo- Lo seguí hasta la cocina medio mareada y me sirvió un vaso de jugo de naranja, lo tomé, estaba delicioso, pero me sentía rara, como si estuviera en otro lugar.

-¿Qué hora es?- Pregunté sin pensarlo, ni siquiera quería preguntar.

Se fijó en su celular y me dijo que eran las ocho en punto.

-Mierda- Grité –Luke- No me podía estar pasando esto, el tiempo paso muy rápido.

-Adiós- Salí disparada hacia la puerta.

-En ese estado no puedes manejar, ven yo te llevo- Mierda y más mierda.

Me reí –Vos fumaste-

-Si pero al fumar siempre ya estoy acostumbrado, vamos.- Fuimos hacia el auto y le indiqué el lugar.

Kol era una buena persona, me caía muy bien y no era tan odioso como pensaba, aunque con el probé la marihuana, la culpa no solo es suya, también mía porque yo la fume, igual me hizo un favor porque en un poco tiempo me relaje, no pensé en Jake y las mil maneras de conquistarlo, estaba por fin en paz.

No soy la mismaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora