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A la orilla del río, si, ese donde me llevaba Sam cada sábado desde que te marchaste.

Ahí me encontraba en este día.

Con mi cabello recogido, un esmalte de uñas tan negro como de costumbre y una bufanda gris; me encontraba a la orilla de ese río.
Pero iba acompañada, de un arma letal para mi piel.

La última vez que me cause daño, fue hace menos de una semana, lo hago cada vez que tengo mucho estrés y cada noche que lloro hasta quedarme dormida.

Apreté los dedos sobre ese artefacto, pero me lo arrebataron

-Pequeña, ¿que intentas?

-No te metas

-¿Hace cuanto?-sabía con exactitud a que se refería, ¿hace cuanto que no lo haces?

-4 días

-Debes parar, amiga

No tenía nada mas que decir, así que solo me desplome en la grama, él se sentó a mi lado y me rodeó con su brazo mientras mis lágrimas brotaban una por una.

Le doy algo de crédito a mi increíble amistad con Freemindstyle que siga loca, divertida, y agasajable.

Los días Donde viven las historias. Descúbrelo ahora